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Por Marcelo Duclos1
Un día como hoy, pero de 1899, nacía Friedrich von Hayek en Viena, Austria. Discípulo de Ludwig von Mises, consiguió un logro que no obtuvo su maestro y que le es esquivo a la Escuela Austríaca de Economía: el Premio Nobel, que ganó en 1974. Los aportes de Hayek son varios y notables. A lo largo de su vasta trayectoria, se ha convertido en uno de los pensadores más influyentes del siglo XX e incluso hoy tiene más vigencia que en sus días de vida, que terminaron el 23 de marzo de 1992 a los 92 años.
Ricardo Manuel Rojas, prestigioso autor y jurista argentino, es uno de los máximos conocedores de la obra de este gran economista. Con motivo del aniversario de su natalicio, el escritor liberal repasó algunos de los principales aportes de Hayek para una nueva generación que recién lo está conociendo.
Trajo al siglo XX la idea del orden espontáneo
Lo que desarrollaron Adam Smith y los autores morales escoceses, Hayek lo trae al siglo XX y lo moderniza, al tiempo que lo vincula con otras áreas, no limitándose sólo a lo económico. Llevó el orden espontáneo a la política y al derecho, con la idea que el mismo se va generando por medio de decisiones judiciales, más que por los mandatos de una asamblea legislativa. Esto posteriormente lo complementaron autores como Bruno Leoni, pero las bases son del austriaco.
Las discusiones con Keynes
Estos debates fueron muy importantes y Hayek ganó la batalla intelectual. Lo que tenía Keynes era la fama y los contactos políticos, por lo que sus ideas se terminaron imponiendo. Haber encontrado un justificativo intelectual para los políticos a la hora de intervenir en la economía era algo que les caía muy bien. Sin embargo, al ver el análisis de las discusiones, se puede percibir que Hayek superó todos los argumentos de Keynes. Estas ideas críticas de la planificación central de la economía, las corona con el libro Camino de servidumbre. Un texto que no lo querían publicar las editoriales en Inglaterra, pero que terminó siendo best seller en los Estados Unidos.
El aporte a las ciencias sociales
Ezequiel Gallo señala en un muy buen trabajo que Friedrich Hayek pudo generar un puente entre el dualismo presente en von Mises, a la hora de hacer investigaciones, y el monismo metodológico de Popper. Empezó siendo una persona que se decantaba por el contraste de puntos, de modo que se pudieran explorar diversas perspectivas para obtener un resultado más amplio y consistente. Sin embargo, en los años cuarenta abrazó la idea de Popper, aunque sin cambiar drásticamente de opinión. Pudo aggiornar ambas ópticas, haciendo un gran aporte a la metodología de las ciencias sociales.
La desnacionalización del dinero
En estos tiempos está teniendo una revalorización de esta obra de 1976. Muy adelantado a su época, Hayek propone que en Europa, en lugar de un Banco Central con moneda común como ocurrió, compitan las monedas y que las personas vayan eligiendo a las más estables y dejando de lado las de peor desempeño. Incluso proponía que entren en la libre competencia el dólar y las monedas privadas. Hasta el momento de este libro, esta cuestión no era considerada, pero luego de la publicación, varios académicos comenzaron a abrir la discusión.
La búsqueda constante de la influencia en el mundo real
Aunque fue un prestigioso intelectual, Hayek vio como en su época se amenazaba la libertad, sobre todo por los fenómenos como el nazismo y el comunismo. En este sentido, siempre buscó ser influyente y un ejemplo de esto fue la creación de la Mont Pelerin Society en 1947. Allí reunió a los mejores economistas del mundo en un proyecto que todavía hoy sigue vigente. Lo mismo con trabajos como Los fundamentos de la libertad, donde intenta mostrar lineamientos para una política pública liberal.
Su última obra, ya de anciano y no mucho antes de morir, La fatal arrogancia es una oda a la libertad de las personas que tiene mucha fuerza. Probablemente, porque sabía que ya no volvería a escribir, Hayek se tomó su tiempo para crear un texto muy motivador, sobre todo para la juventud.