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Ómicron ha sido considerada por la OMS como una variante de preocupación por su capacidad de propagación. Evo Morales es considerado por el sistema político e institucional de Perú como un elemento de riesgo para la democracia y la seguridad del vecino país.
Ómicron se transmite velozmente por países del mundo, principalmente europeos, y ya cobró su primera víctima mortal en el Reino Unido. Evo Morales quiere expandir rápidamente su liderazgo a nivel continental y se podría decir que su primera víctima es la democracia boliviana.
Ómicron es combatida en el mundo con la reactivación de las restricciones sanitarias y la prohibición de viajes aéreos hacia y desde el sur de África. Perú ha prohibido los ingresos terrestres desde Bolivia y Chile para blindarse de la nueva variante.
Evo Morales es combatido por congresistas, militares, excancilleres y exvicecancilleres peruanos que le cerraron el paso a su país con pronunciamientos de rechazo a su presencia y sobre todo con la declaración de persona no grata en todo su territorio.
Ómicron es, según un comunicado de la organización de la segunda reunión de Runasur, la causa oficial de la suspensión indefinida del encuentro político del bloque regional que debía realizarse la próxima semana en Cusco por la amenaza sanitaria que representa para los peruanos.
Evo Morales es, según los datos incontrastables de la realidad, el verdadero motivo de la cancelación de la reunión de Runasur, en la que el jefe del MAS pretendía alinear a sectores sociales de varios países en la idea de la América Plurinacional, un peligro para las democracias de la región, no solamente para la peruana.
Siguiendo la analogía entre la mutación del virus pandémico y el virus político, queda claro que la variante ómicron ha sido utilizada en Perú como un pretexto para postergar el propósito de Morales de consolidar la plataforma ideológica llamada Runasur.
Felizmente para el mundo, la reactivación de las medidas sanitarias y la vacunación masiva contra el Covid-19 pueden frenar el avance de ómicron.
Lamentablemente para Bolivia, hasta el momento no se ha descubierto una vacuna democrática que neutralice la operación retorno de Evo Morales al poder absoluto y eterno. La nueva variante del virus pandémico puede ser controlada, el virus político, todavía no.
