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El MAS podría ir a “la compra” de opositores desleales para asegurarse los 2/3.
Después de un largo interinato en la Defensoría del Pueblo, el oficialismo ha planteado la convocatoria para la designación de un nuevo titular, que deberá hacerse por 2/3 de votos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
Sin embargo, se avizoran intentos de manipulación a través del reglamento de selección y otros procedimientos, que hacen presumir la intención de sesgar la designación en favor de un afín al partido de gobierno. Desde eju.tv entrevistamos sobre el tema al politólogo José Rafael Vilar.
eju.tv: ¿Hay riesgos de que se quiera utilizar a parlamentarios tránsfugas de oposición para llegar a la mayoría calificada?
José Rafael Vilar: Con seguridad sí. En este poco más de un año de funcionamiento de la ALP, las oposiciones parlamentarias han ido “pariendo” bastantes tránsfugas (no vale la pena acá analizar las causas). Esto acerca al MAS a los posibles 2/3, lo que los obligaría ir a “la compra” de opositores desleales.
Otro factor a favor del MAS que pifia la selección es que el MAS tiene 9 de los 12 miembros de la Comisión Mixta de Constitución, Legislación y Sistema Electoral, que preseleccionará a los candidatos al Defensor del Pueblo.
¿Cómo acompañar el proceso desde la sociedad civil para lograr un resultado aceptable?
La Ley 870 del Defensor del Pueblo permite el seguimiento de sus actos por la sociedad civil. Una adecuada coordinación entre las organizaciones de la sociedad civil, las iglesias y los parlamentarios, con el apoyo de los medios, facilitaría la adecuada fiscalización del proceso.
Al mismo tiempo, el MAS impulsa un proyecto de ley para que los fiscales departamentales sean designados por la ALP, pero por simple mayoría. ¿Deberían plantearse 2/3 también en este tema? ¿O una selección sobre ternas enviadas por las Asambleas Legislativas Departamentales, como se hace con los TDE?
El sistema aplicado para los TDE ha funcionado, al permitir que las ALD intervengan en su preselección y propuesta, facilitando su cercanía a los designados y la posibilidad de una mejor fiscalización. Entones, si esta hermenéutica ha funcionado, ¿por qué inventar el agua tibia?
¿Cómo evalúa el desempeño de la Defensoría desde su creación? ¿Ha contribuido, al menos en algunas etapas, a la protección de los derechos humanos?
Es indiscutible que sí, mientras mantuvo su independencia política, más allá de afinidades que se pudieran tener. El problema es cuando las personas que ocuparon la Defensoría y las Defensorías Departamentales actuaron manifiestamente con dependencia política, la que orientaba sus decisiones.
También es importante no perder como importante orientación, además de la independencia partidaria, el prestigio de la persona que ocupe ese cargo.
“Desprofesionalización del Servicio Exterior”
Además, Vilar se refirió a los problemas en la estructura diplomática del país: “El culipandeo oficial con el tema de la invasión rusa a Ucrania muestra algo que todos sabemos: la desprofesionalización de nuestro Servicio Exterior, incluidas sus cabezas, sin formación ni criterios idóneos, y la sumisión a compromisos y a diktats ajenos al gobierno —señalo a Morales principalmente— son causa de un cada vez mayor aislamiento del país y su visible alineamiento con los gobiernos más repudiados y criticados”.
Edición y entrevista: Emilio Martínez