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Santa Cruz, una ciudad Jichi. A veces yeta pero de ñeque.

Renata Saucedo Melgar

Especialista en Adquisición de Talento IT, Psicóloga Organizacional

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El orgullo camba y cruceño no es aquel que solo alardea con palabras típicas que es oriundo del oriente boliviano, sino que con acciones muestra su espíritu amiguero, hospitalario, querendón de su verde, orquídeas, tajibos, toborochis, así también puede ser muy terco con lo que se propone y fanfarrón cuando quiere.

A pocos días de celebrar un aniversario más de mi querida Santa Cruz, quiero contarles desde mi voz (transcrito acá) mi sentir como cruceña en la actualidad.

“Jichi” – tiene dos significados. El primero y el que encontrarán en Google es sobre una mitología de un ser muy grande que viven en lagunas profundas de las tierras bajas del país. El segundo, el que me inspiró en el título es: “persona diestra para ciertas actividades” o hábil para algo. Desde mi punto de vista, siento que Santa Cruz es una ciudad muy hábil para adaptarse a todo tipo de climas, negocios, y a la gente. No solo es la ciudad más habitada de Bolivia, sino la más grande territorialmente (un poquito similar a Beni, nuestro hermano departamento). Santa Cruz es “jichi” en el empresariado, la ciudad más metedora con el exterior y se gana el premio de la tolerancia. (aunque no lo crean)

¿racistas? ¿blancos? ¿terroristas? ¿oligarcas? ¿derecha? Y uf, un montón de adjetivos calificativos más de lado negativo, que la gente que no es cruceña usa para definirnos. Es aquí donde siento que Santa Cruz podrá ser yeta a veces, pero “de ñeque”: la mala suerte de ser tan grande y tan acogedora, tiene sus consecuencias:

¿racistas? No.  Creo que quienes nos señalan como “racistas” son los racistas porque ese fue mi sentir cuando viajé a La Paz y Cochabamba hace unos años. Si Santa Cruz fuera racista, hace mucho tiempo hubiera sacado a tanta gente del interior o “colla”; hubiera cierta discriminación con sus negocios o cultura (que la misma gente “camba” hoy es fanática). Entonces, si sacamos conclusiones, mi ciudad no es racista ni la gente tampoco. Tener un gobierno racista, que usa el efecto psicológico en su discurso para volcar la mirada, es otra cosa.

¿blancos?, ¡Ja! Yo soy morena y cruceña. He visto y conocido collas de piel blanca. Creo que el color de piel no define si eres de aquí o allá; la belleza física tiene que ver con los genes de ambos progenitores no solamente con el color, por lo que Santa Cruz (como cualquier otra ciudad) tiene cruceños blancos, morenos, medios blancos medios negros, en fin, hay para todo gusto.

¿terroristas? Somos inteligentes, pero tampoco es para tanto. El terrorismo es algo que el gobierno desde el 2005, empezó a predicar para todos sus discípulos del partido y la gente en general; el periodista Carlos Valverde Federico Bravo tiene mucho material verídico para consultar sobre este tema e informar desde la investigación y el periodismo.

¿Oligarcas?, No se necesita abrir los ojos para sentir y saber quién tiene el poder político/económico en el país. Los pobres siguen siendo pobres y los ricos están siendo más ricos a costa de impuestos, coima, corrupción, etc. etc. e incluso me duele escribir esta verdad. Santa Cruz más allá del tinte político azul o verde, igualingo estas figuras políticas roban y mienten, en este sentido siento decir que somos “yetas”.

Seremos yetas pero “de ñeque” porque nadie nos detiene. La flora y fauna de Santa Cruz ha sabido levantarse de cifras escalofriantes de incendios en los últimos 4 años; ha logrado expandirse hasta 9 anillos en la zona urbana; está incrementando el número de albergues para animales (sin ayuda estatal o política); cuenta con la feria internacional más grande a nivel Bolivia; supo aguantar 21 días en las calles, entre vecinos, hacer una olla común y mantener su derecho como ciudadano: protestar y exigir sus demandas justas (lo sigue haciendo a través de paros cívicos actualmente); es una de las ciudades más avanzadas a nivel tecnológico y empresarial pese a las trabas que se suman año a año, y aguanta las cifras más grandes de avasallamientos de tierras del país, sin embargo, podrán quitar legalmente tierras a los indígenas chiquitaños, josesanos, mojeños, y todos los originarios, pero nuestra cultura, costumbres y verde, no lo podrán eliminar.

Soy una joven que lamenta cómo la mala política afecta tu propio bienestar como ciudadana día a día: mala gestión de recursos económicos, contacto mata currículum, corrupción por todos lados, los policías se preocupan más por detener a perseguidos de dedo y se olvida que hay barrios donde los necesitan también, no se hace planes de prevención para los abusos contra la mujer, la salud está re-olvidada: hay plata para merienda diaria de 300 bolis para funcionarios públicos pero no hay plata para sueros, e insumos en un centro de salud; los bomberos e instituciones que sirven arto a la sociedad a diario no tienen el apoyo justo de las autoridades y se solventa como puede… la lista podría seguir pero también hay algo lindo que quiero expresar:

Que la vida me siga dando oportunidades de hablar de la tierra que me vió nacer, que hoy me acoge con su radiante sol, clima y música para todo gusto; su naturaleza que no tiene nada que enviar a otros lares del mundo, en fin, que si volviera a nacer volvería a elegir Santa Cruz.

Mi mente con muchas hojas de historias escritas, una blanca para las que se vienen…

Mi corazón verde, siempre brillará…

“Y yo te amaré, te amaré por siempre mi Santa Cruz de la Sierra”.


*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Renata Saucedo Melgar

Especialista en Adquisición de Talento IT, Psicóloga Organizacional

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