Gritos, caos, cámaras apagadas y descompensación de Jeanine Áñez en el inicio del juicio ordinario
Página Siete y El Deber reportan lo que sucede en la audiencia virtual.
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El intento de inicio de juicio de la expresidenta Jeanine Áñez por el caso Golpe de Estado 2 se ve afectado por interrupciones, gritos y problemas técnicos. Existe un tenso ambiente dentro del proceso virtual que comenzó a desarrollarse minutos después de las 09:00, informaron los diarios Página Siete de La Paz y El Deber de Santa Cruz.
Tras media hora en medio del caos, el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción comenzó a restringir el acceso a la audiencia que debería tener carácter público, en medio de reiteradas exigencias de “orden”.
En las imágenes se pudo apreciar cómo Añez mostraba molestias y era atendida por el personal de salud del penal de Miraflores. Mientras los galenos hacían su trabajo, la abogada defensora Norka Cuéllar pedía, sin éxito, el uso de la palabra. Finalmente, Añez fue sacada de la sala desde donde presenciaba el juicio.
Las intervenciones del abogado Jorge Valda y de la representación de la Procuraduría fueron las más duras. El primero exigía que todos los participantes enciendan sus cámaras, como manda el Tribunal Supremo de Justicia; luego los ánimos se caldearon mucho más, en medio de exigencias de sanciones.
La exmandataria es acusada por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes por los hechos registrados antes de que asumiera la jefatura del Estado, en noviembre de 2019. La Fiscalía exige una pena de 10 años de cárcel contra Áñez, que cumple más de un año detenida preventivamente en el penal de Miraflores de La Paz.
Durante la caótica audiencia judicial, se dieron muestras de protesta, siendo una de las más evidentes la de Norka Cuéllar, quien en un principio no se mostró ante la cámara, pero dejó la imagen de una polera con el rostro de Añez y la frase “Libertad para los presos políticos”. Otro asistente, que no pudo ser identificado, alteró de forma digital su imagen para que aparezca la cara de la expresidenta.
Las dificultades con el audio también fueron un inconveniente. Además de las reiteradas declaraciones superpuestas por parte de más de una persona, el juez que lleva el caso presentaba dificultades con el micrófono, algo que fue denunciado en reiteradas ocasiones por los presentes en la sala virtual.
Transcurrida menos de media hora, los periodistas de Página Siete y otros medios fueron extraídos de la sesión. Tiempo después ocurrió lo mismo con personas como Carolina Ribera, hija de Añez, que denunció el hecho en sus redes sociales.
“Dieron inicio al juicio más vergonzoso, nefasto e ilegal de la historia de Bolivia. Un juicio sin delito, en un tribunal sin competencia, con jueces designados a dedo. Lo peor de todo, con una sentencia ya dictada por el poder político, que lo único que quiere es cobrar venganza y tapar el fraude por el que algún día tendrán que rendir cuentas al país”, publicó.
Poco antes de las 10:00, cuando desde el tribunal sacó a los participantes de la audiencia virtual, se conoció que la exmandataria sufrió una nueva descompensación médica y que tuvieron que intervenir galenos para atenderla al interior del recinto penitenciario.
Luis Guillén, otro abogado de la expresidenta, detalló que la audiencia comenzó con 40 minutos de retraso porque había un grupo de personas que protestaba en inmediaciones del penal y que fue dicha situación la que generó la descomposición de la exmandataria.
