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Ese el título del sociólogo francés Jean-François Revel, escrito por allá por el año 1976. Ese libro habla del comunismo como el peligro para la democracia pero, uso el título para marcar lo que está ocurriendo en el país, donde no se va a buscar el comunismo porque los que gobiernan saben que en este país eso no va a ser aceptado y también porque necesitan empresarios y cuentapropistas que paguen impuestos o se auto-sostengan para que ellos puedan vivir mejor; cuando me refiero a ellos, es a los del gobierno, incapaces de imaginar algo que no sea vivir del Estado.
Desde que se hizo fuerte el debate por la famosa ley “Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas, Financiamiento al Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva o no Convencionales”, sugerí públicamente que se haga un estudio comparado del proyecto gubernamental con lo que de verdad busca el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI); esa era una salida coherente y que iba a mostrar las verdaderas intenciones del gobierno pero, no pasó nada y, no porque no me vean y escuchen, porque lo hacen y lo graban, sino porque en el poder tienen otras intenciones que pasan por la dominación por la vía del miedo y la presión. Ese es un hecho.
El viernes de esta semana que terminó, el abogado Ramiro Orías A., escribió en el diario Los Tiempos de Cochabamba un artículo titulado “Los estándares del GAFI contra la legitimación de ganancias ilícitas” en él deja claro que en ningún caso se pretende que el Estado termine con los derechos de los ciudadanos, que se acabe la tutela de derechos reconocidos por el Estado y que genere una especie de elemento “disuasorio” de presión política para que políticos, empresarios, gremialistas, periodistas, transportistas (y otros “istas”) no se atrevan a mirar siquiera de frente al Poder que se convierte en una “Gorgona” que petrifica a quien intente hacerlo (la Gorgona era un despiadado monstruo femenino a la vez que una deidad protectora Su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado).
No se si en el gobierno se creen dioses, pero, es claro que no leyeron lo que pretende el GAFI, a quien no le llevaron el apunte por años, (no olvidemos que tenían compromiso de encaminar proyectos el 2009), pero claro, para entonces el Estado tenía billetera gruesa y los “llamados de atención de los imperialistas y capitalistas” los tenían sin cuidado; ahora que necesitan plata (FMI, BM no prestan nada sin el aval del GAFI) y encontraron un camino para endurecer su poder, creen que la cosa “puede ir por ahí”.
El GAFI dice que, para llevar adelante el proyecto de referencia, el estado debe tener “instituciones estables y con responsabilidad, integridad y transparencia; un fuerte imperio de la ley, y un sistema judicial competente, independiente y eficiente” y, no hay que ir muy atrás en el tiempo como para no recordar que: el plan de Lima Magne, otrora reputado y ahora auto-descalificado jurista, devenido en mal político y peor ministro, al sentarse en el ministerio fue el de terminar con el mal sistema judicial por incompetente, por sometido al poder de turno y por ineficiente, es decir, lo que es ahora, de manera que, este país no está listo para que un Consejo (CONAL) de ministros y un Fiscal General de dudosa conducta y transparencia, manejen la UIF a su antojo, convirtiéndola en punta de lanza del objetivo de presionar al que estorbe (colectivos o particulares) para consolidar un poder ajeno a la democracia. Por más que le moleste al gobierno, la rebelión de esta semana no estuvo en los cívicos o los políticos que, supieron acompañar a los movimientos sociales que entienden que están en peligro con la ley que deriva de otra ley, la N° 1386 ya promulgada por Arce Catacora , con el nombre de “Ley de estrategia nacional de lucha contra la legitimación de ganancias ilícitas y el financiamiento del terrorismo”, que es la punta de lanza para diseminar su tentación totalitaria en un “Anexo” que no deja “títere con bonete” (lo de títere no es alusión a nadie en particular).
El GAFI dice que hay otros factores sine qua non, para la implementación de estos mecanismos legales para un fin correcto. Me refiero a “la madurez y la sofisticación del régimen de regulación y supervisión en el país y el impacto de las medidas en la lucha contra la corrupción” y, considerando que el Poder político poco o, más bien nada se ha hecho para combatir la corrupción de manera efectiva. Por ejemplo, se acaba de dejar sin efecto el Análisis de Integridad Electoral de la OEA, que probó el fraude y se dejó sin efecto tal situación, como si los mexicanos que coordinaron esa acción no hubieran venido nunca a Bolivia y no hubieran coordinado con ministros y algún personal del propio TSE; por otra parte, el asalto político al FONDO INDÍGENA no se ha terminado de sentenciar, los sobreprecios de la planta de Urea, de la planta separadora de líquidos, el sobreprecio de San Buenaventura y su caprichosa instalación en ese lugar y otros delitos cometidos desde el Estado no tienen resultados o investigación, de manera que, esa es otra razón por la cual no se podía aplicar la exigencia del GAFI, entre muchas tantas otras. (el robo al país no tiene ninguna “sofisticación, es simplemente prepotencia y poder, las huellas dejadas, lo demuestran)
Como dice Ramiro Orías, ¿Cómo darle más poderes a una institucionalidad que no garantiza el derecho a la privacidad de los ciudadanos? ¿Por qué darle facultades exorbitantes a un sistema que no resguarda escrupulosamente los límites del Estado de derecho? . Hay un dicho en la calle que dice: probando se tiñe; el gobierno probó y las manchas de su teñido son muy visibles, de manera que decidieron retirar su proyecto aunque es claro que seguirán intentando poner en marcha “algo de ello”; son varias leyes y normas que están manchadas en ese objetivo; cuidado que nos llenen de “decretos” y que se dediquen a “gobernar de facto”; esa es una posibilidad que nos tienen que tener atentos.
Para terminar: consiguieron un fallo del TCP, inmediatamente retirado el proyecto buscando desviar su fracaso: el mismo está referido a noviembre 2019 para “seguir el relato” del golpe de Estado, otra vez vamos a lo de GAFI y aquí sumamos al GIEI, la justicia en Bolivia no es independiente; ese fallo lo muestra, pese a que ese mismo TCP, el 15 de enero del 2020, reconoció y extendió el mandato constitucional de Añez.
Otra vez, de nuevo: carajo que estamos, mal, don Waldo!!!
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo