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Cuando el Estado nacional pierde neutralidad, es porque el poder obedece a intereses facciosos y pretende una sociedad tribal. El grupo dominante y los obsecuentes segundones se apoderaran de las diferentes instituciones y reparticiones estatales con el único fin de que estas los favorezcan. Para adornar este asalto, se parapetan detrás de un relato/discurso identitario: racial, regional, clasista, partidario, de élite, nacionalista, independentista, sindicalista —léase intercultural–, indigenista, originario o comunitario. El carácter populista —de izquierda o derecha— lo confiere el cacique y el clan de turno.
Están ejecutando la Tribalización del Estado. Descuartizan todos los órganos administrativos y depredan el tejido social. Empoderan a los denominados “movimientos sociales”, para convertirlos en bandas que arrasen a la sociedad. Los colocan por encima de la ley y del Estado, son los nuevos corsarios, con licencia oficial para delinquir: contrabandear, cultivar coca excedentaria, fabricar droga, proteger a delincuentes, asaltar propiedades, depredar los parques naturales y lo que se les antoje. Capturan la administración y recursos de las entidades subnacionales —alcaldías y gobernaciones— con el beneplácito presidencial. Asaltan —por cuoteo— las reparticiones oficiales para: chantajear, extorsionar y coimear a los ciudadanos que acudan a utilizar sus escabrosos servicios. Gozan de impunidad y protección, por ser los instrumentos sumisos del oficialismo.
Cotidianamente presenciamos atónitos y con un cierto grado de inhibición, como el MAS-IPSP destruye las instituciones y poderes públicos del país. Pero van mas allá, fragmentan a la sociedad en diferentes grupos, estamentos y sectores, con la finalidad de atomizarla. No quieren que existan núcleos de presión sólidos, porque estos constituyen una amenaza a su verdadero interés: la eternización en el poder y la arbitrariedad para ejecutar los negocios y contratos del Estado.
Como quieren gobernar y durar, no les importa que la noción de autoridad se desvanezca. Tampoco les importa que el desorden se instale en todos los niveles de la administración. En medio de este caos esconden muy bien sus nefastos planes. Utilizan la prebenda gubernamental para mantener contentos a todos los grupos corporativos. De acuerdo a su importancia le asignan una candidatura, ministerio, repartición burocrática o empresa pública. Las “pegas” son para los militantes de base y las cuotas administrativas para operadores intermedios. Aplican muy bien el proverbio que: con unos se gana elecciones y con otros se gobierna. Conocen perfectamente que el poder debe concentrarse, pero hay que dejar caer migajas para satisfacer a los obedientes.
Las verdaderas mieles y la gran torta pertenecen a los elegidos. En los catorce años del cacique cocalero, varios se enriquecieron. Ahora como dice la canción “otros ocupan mi lugar; Choquehuanca en su discurso nítidamente señaló: hay que “vencer al egocentrismo…, nadie debe sentirse dueño de nada ni de nadie” en una clara alusión al Evismo. Si suponen que el Estado Plurinacional es de su propiedad, se equivocan. Si creen que tienen a un Exministro en comisión, vuelven a equivocarse. ¡El mandato del Presidente no es pasajero!
Mientras el Evismo presume de poder amenazando que sublevará a las bases si no les dan lo que pretenden; los familiares del presidente son los principales operadores de los negocios estratégicos, ellos colocaron a los que manejan las empresas e industrias de los hidrocarburos, y definirán que empresa extranjera tendrá la cereza de la torta: el litio.
No les importa el Estado Plurinacional, la entelequia más preciada de la intelectualidad independentista española. Si les interesa descuartizar el tejido social, arrinconando sus valores y normas de conducta. Están afanados en la deconstrucción de nuestro Ser nacional. Saben al dedillo que “la vergüenza pasa, pero la plata queda”. ¡No permitamos que lo consigan!
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo