Max Mendoza, a quien le decían abuelo, tiene los días contados como militante del MAS
Cuanta que le criticó que represente a los jóvenes siendo tan mayor.
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El vicepresidente del MAS, Gerardo García, anunció la expulsión del dirigente universitario Max Mendoza y recordó que participaba en reuniones del Pacto de Unidad, cuando Evo Morales era presidente. Contó que le criticaban por liderar a los jóvenes estudiantes y le llamaban “abuelo”.
“Si, desde luego que sí, eso lo vamos analizar. Como digo, si está como militante, nosotros podemos ver hasta de repente expulsarlo de la sigla del MAS, porque no podemos tener compañeros, compañeras que tengan este tipo de comportamiento. Si está militando, nosotros podemos expulsarlo”, dijo García a la Agencia de Noticias Fides.
Max Mendoza, de 52 años, figura como militante del MAS en registros oficiales del Tribunal Supremo Electoral. Fue participante activo de la sigla cuando en la larga gestión de Morales. En 2017 viajó a Argentina junto con el exdiputado Ademar Valda, para sostener reuniones con estudiantes de La Cámpora, a nombre del partido azul.
El vicepresidente del MAS confirmó que Mendoza participó en reuniones del Pacto de Unidad y aseguró que no lo conocía, pero le criticó por ser representante de jóvenes universitarios con la edad que tenía.
“Yo había hecho la crítica dura aquellos años, estoy hablando de 2012, 2013, creo en esas reuniones que teníamos como Pacto de Unidad con el Presidente. Le critiqué que personas tan mayores de edad o casi abuelos estén representando a la juventud, a los universitarios, eso le había dicho aquella vez”, agregó el dirigente.
García aseguró que Mendoza no fue parte de la dirección nacional del MAS y lamentó la muerte de las cuatro estudiantes de la Universidad Autónoma Tomás Frías en Potosí.
“Yo mismo le he cuestionado (a Mendoza), en el tema que era mayor de edad y yo le decía si no le daba pena, vergüenza que los universitarios jóvenes tengan un representante así, incluso abuelo, porque debe ser padre y abuelo, es bastante mayor”, agregó.
El segundo hombre al mando del partido en función de Gobierno dijo que su percepción es que Mendoza se aferra al cargo porque percibe una remuneración de 21.000 bolivianos y tiene intereses de poder. “Al parecer, la pelea son intereses económicos que están ahí pugnando”, resaltó.