Mirada Sur: Cumbre en Argentina, tránsito infernal, tropas rusas, Chapo Jr. y gordos
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2. Tropas rusas desfilan en México
Gran polémica se generó en México cuando un grupo de militares rusos participó, con uniformes de gala, en el tradicional desfile del día de la Independencia en México. Cuando en suelo de Ucrania siguen muriendo miles de personas por la invasión rusa, y en las propias Naciones Unidas el mandatario ucraniano Volodymyr Zelensky es recibido por una lluvia de aplausos, la actitud de AMLO ha sido criticada con dureza. Xóchitl Gálvez, candidata del opositor Frente Amplio a la presidencia, dijo que su presidente: “No invitó a los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, pero sí a militares de gobiernos autoritarios. Ya dejó claro que sus amigos son los dictadores, no los demócratas”.Nunca ha quedado realmente clara la cercanía de AMLO con Putin, todo ha quedado en la especulación y el propio presidente siempre se ha burlado de la idea. Sobre la participación del contingente militar ruso en el desfile, es lamentable, pero no es la primera vez que sucede”. La respuesta del mandatario mexicano fue un tanto simple: “Hicieron un escándalo. Me llamó la atención porque también desfilaron de China y no hubo tanto escándalo, todo fue Rusia. Se invitó a todos los Gobiernos con los que México tiene relaciones, siempre se hace”, indicó AMLO. De alguna forma omitiendo que Rusia es hoy un país que agrede a un vecino sin motivos. Pero para entender un poco mejor qué pasa en México con este tema, y cómo es la forma de pararse del presidente López Obrador ante el panorama mundial, le escribimos a José Torra, del centro de estudios Caminos de Libertad. José nos comentaba que “ Para José, “AMLO es el caso extremo de esa postura de complicidad disfrazada de no intervención. En el conflicto de Ucrania y Rusia, López Obrador se ha imaginado a sí mismo como un mediador, y en más de una ocasión ha propuesto sentarse con Zelensky y Putin para hacerla él de mediador por la paz. Su postura ante el conflicto ya sido ambigua, condena la invasión, pero dice querer amistad con ambos bandos. Su postura es la misma que los presidentes del pasado cuando le han tendido la mano a tiranos, escudarse en la autodeterminación de los pueblos, para AMLO él representa al pueblo mexicano, su amigo Diaz Canel al cubano, y probablemente Putin represente al pueblo soviético y por eso la confusión de invasión por autodeterminación”.
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4. Hijo del Chapo extraditado a EE.UU.
Ovidio Guzmán Lopez, hijo del célebre narcotraficante “el Chapo”, fue extraditado a los Estados Unidos el pasado 15 de setiembre y este lunes, solo tres días más tarde, compareció ante una corte federal de Chicago. Esposado y vestido con el mameluco naranja de los reclusos, se declaró inocente de todos los cargos de narcotráfico y lavado de dinero que pesan en su contra. Documentos judiciales norteamericanos sostienen que Ovidio y sus hermanos dirigían enormes operaciones para enviar a los Estados Unidos cocaína, metanfetamina y el letal fentanilo, un opiáceo considerado 50 veces más fuerte que la heroína. Además se lo acusa de posesión de armas de uso exclusivo del Ejército e intento de homicidio.
Según los fiscales: son seis cargos en total, dos de los cuales están penados con cadena perpetua obligatoria. También aseguraron que la pena de muerte figuraba entre las posibilidades pero fue descartada como parte de la negociaciones de extradición. El heredero. Desde que el Chapo Guzmán, histórico líder del Cartel de Sinaloa, fue detenido y condenado a cadena perpetua en EE.UU., su hijo Ovidio tomó la posta y pasó a liderar una de las organizaciones delictivas más poderosas del mundo. Washington le puso el ojo y lo acusó de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a su territorio. Y comenzó la cacería. En octubre de 2019 Guzmán Lopez fue detenido por primera vez en su búnker de Culiacán, Estado de Sinaloa. La captura desató de inmediato una sangrienta balacera. El presidente mexicano, Andrés Manuel Lopez Obrador, en una decisión que generó gran polémica, dio la orden de liberarlo para “proteger la vida de las personas”. La fallida operación se conoció como el Culiacanazo y se dice que el gobierno fue superado en fuerza por el cartel. Hacía más de 6 meses que las autoridades mexicanas lo venían persiguiendo. Finalmente Ovidio Guzmán López, alias Ratón, fue capturado en enero de este año en la misma ciudad de Culiacán, luego de intensos tiroteos en los que murieron 10 soldados y 19 secuaces del narco. La represalia del cartel fue rápida y violenta. Grupos armados incendiaron camiones y autobuses y bloquearon las principales vías de salida de la ciudad. Hubo tiros y explosiones, saqueos y robos de autos. Las escuelas, edificios gubernamentales y hasta el aeropuerto, fueron cerrados. Desde su captura hasta el martes pasado, que fue enviado a Chicago, Guzmán había estado preso en una cárcel de máxima seguridad.5. Muere pintor que rompió los moldes
En Mirada Sur no acostumbramos hablar de arte. Pero la muerte de Fernando Botero, tal vez el más importante pintor colombiano de todos los tiempos, y uno de los más destacados de toda América Latina, amerita hacer una excepción. También, porque su arte tenía características fuera de lo normal. Por ejemplo, ¿sabía usted que Botero pintó dos cuadros (brutales) sobre el narcotráficante Pablo Escobar? ¿Y, una de sus obras apareció incluso en una de las películas de la saga “Rápido y Furioso? Pero, incluso más allá de eso, su apuesta estética a pintar figuras “voluminosas”, como él gustaba decir en vez de “gordas”, tal vez hoy le hubiera generado un disgusto, ante la necedad y autoritarismo de ciertas corrientes muy en boga, y con gran facilidad para “cancelar” lo que no entienden. Fernando Botero murió el pasado 15 de setiembre en Mónaco, a los 91 años. Curiosamente su segunda esposa, la artista griega Sophia Vari, había muerto cinco meses antes. Había nacido en Medellín en 1932, y a los 12 años ingresó en una escuela para ser torero, una actividad que marcó su obra, lo mismo que la religión. Tras estudiar arte en Bogotá y ganar un premio en el salón nacional de artistas, usó el dinero del mismo para viajar a España, primero a Barcelona y luego a Madrid, donde se inscribió en la Real Academia de Arte de San Fernando y para garantizar su economía, hacía dibujos y pinturas a las afueras del Museo del Prado. Poco después se mudó a Florencia, donde recibió un fuerte influjo del arte del renacimiento italiano. No fue hasta los años 70 en que la obra de Botero, que no sintonizaba mucho con las modas de la época, comenzó a tener éxito. Botero es uno de los pocos artistas que se han dado el lujo de exponer en las avenidas y plazas más famosas del mundo, como los Campos Elíseos en París, la Gran Avenida de Nueva York, la Rambla del Raval de Barcelona, la plaza del Comercio de Lisboa, la plaza de la Señoría en Florencia, frente al palacio de Bellas Artes en Ciudad de México y hasta ante las Pirámides de Giza. Pero, tal vez el rasgo más llamativo de sus obras, en especial para lo que no son expertos en arte, es la voluminosidad de sus protagonistas. Al punto que mucha gente habla de “los gordos de Botero”. El artista contaba que, al pintar una mandolina a finales de la década de 1950, descubrió “una nueva dimensión que era como más volumétrica, más monumental, más extravagante, más extrema”. “Si pinto una mujer, un hombre, un perro o un caballo, lo hago con volumen. No es que yo tenga una obsesión con las mujeres gordas”, aseguró en una entrevista en 2014. Su seña de identidad le obligó a tener que aclarar lo mismo en repetidas ocasiones durante su carrera: él no pintaba personas gordas, sino voluminosas. Quería explorar la monumentalidad de las formas y el volumen exaltado. “Decir que Botero pinta gordos es una afirmación un tanto simplista”, dijo su hijo Juan Carlos Botero en una conferencia en 2019. En tiempos en que simplemente mencionar algo relativo al cuerpo de otra persona empieza a ser riesgoso, en el que hay movimientos que reivindican la gordura casi como un acto político, y a la primera de cambio le espetan a uno el calificativo “gordofóbico”, habría que ver si alguien como Botero podría desarrollar su arte libremente, y sin tener que soportar a una turba enaredecida intentando censurarlo. Algo que, lamentablemente, hoy es tan habitual que ni llama la atención.
6. Precios en Argentina subieron 12,4%
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Nota publicada originalmente en Mirada Sur
Martín Aguirre, Director El País, Uruguay, y Advisory Council member, Center for Latin America
Rodrigo Caballero, editor