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Mirada Sur: Trump muestra el palo y la zanahoria

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Sheinbaum logra tregua por 30 días

Claudia Sheinbaum. Foto: Creative Commons

La semana comenzó con lo que parecía el inicio de una guerra comercial total entre Estados Unidos y México. Trump anunciaba la imposición de aranceles de hasta 25% a ese país y a Canadá, generando una tormenta política y económica. Sin embargo, tras una llamada telefónica con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, cuyos detalles no fueron bien aclarados, la medida se suspendió por 30 días, con la condición de que México blindara su frontera norte, para evitar el paso de drogas e inmigrantes ilegales, además de un compromiso de una lucha explícita contra la inflitración del narco en el gobierno. Los medios mexicanos festejaron el acuerdo como si fuera un gol en un mundial, y no es para menos.

“Lo que logró hoy la presidenta es algo totalmente insólito. Ayer esto era imposible. Entonces yo sí la felicito, presidenta, es un orgullo”, dijo el secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard. Y todos los medios internacionales con inclinación a la izquierda, elogiaron el carácter y solvencia de Sheinbaum. Pero luego, al ver que Canadá logró un acuerdo muy similar, la sensación que quedó flotando fue que Trump hizo una jugada muy de su estilo: anuncia algo totalmente grandilocuente, empuja el eje de la discusión a un extremo, y luego acuerda algo a mitad de camino que deja a todos contentos. “The art of the deal”, en su máxima expresión.

La voz local. Para entender el impacto de esta crisis, consultamos a Ana Lilia Moreno, coordinadora del centro de estudios México Evalúa, que nos decía lo sigiente: “Considerando la situación, Claudia Sheinbaum logró tiempo para poder tener un margen de maniobra para actuar este mes. Ahora bien, la amenaza está ahí. Y el condicionamiento de los aranceles a la solución expedita a la migración y al trasiego de narcóticos es un desafío difícil de cumplir en un mes”.

Según Ana Lilia, “las soluciones en el corto plazo tendrán que ser muy pragmáticas y de preferencia mediáticas para conectar con el lenguaje comunicacional del presidente Trump y de la opinión pública. En lo comercial pienso que mientras las autoridades de seguridad y migración hacen lo suyo, las autoridades del sector económico requieren hacer equipo con el sector privado, el sector social, los think tanks, las universidades, las autoridades locales de México, Estados Unidos y si es posible de Canadá para hacer un frente de atención a los empresarios y sectores más afectados por la imposición de los aranceles”.

“Ahora bien, de aquí a un mes, la presidenta tendrá que entregar la cabeza de varios políticos involucrados en el narco, incluyendo la acusación sobre una asociación intolerable del crimen organizado y el gobierno debe encuadrarse en la narrativa oficial en una justa dimensión. Si se omite, si se ignora, entonces el poder del imperio irá hasta el lugar más alto de la jerarquía política y administrativa de México. Es que ninguna estadística de detenciones, kilos de fentanilo o deportaciones será equivalente a la cabeza de un político de alto nivel coludido. Ya veremos qué decisiones toma la presidenta”.

“Reality Show” de Petro culmina en crisis

Un consejo de ministros para el recuerdo. Foto: Twitter

Es muy difícil acertar con el tono de esta nota. Por un lado, este se trata de un boletín de política regional, y Colombia es un país de primer orden en América Latina, por lo cual lo que allí sucede, tiene impacto en buena parte del continente. Y el Consejo de Ministros que el presidente Petro decidió transmitir en vivo por la TV de su país, como si fuera un “reality show”, mostró un gobierno dividido, sin rumbo, y con un presidente que por momentos deja dudas sobre su equilibrio mental. Por otro, todo lo que allí sucedió se ha prestado para una catarata de chistes, memes y “stickers”, que han alimentado internet por días.

El eje de las polémicas fue la incorporación como ministros de Laura Sarabia como canciller, y Armando Bendetti como jefe de Gabinete. Para quienes no siguen la política colombiana, se trata de dos figuras muy polémicas. Ella, acusada de abusos de poder, y con alguna denuncia más turbia, como cuando sometió a una niñera a un test de verdad para determinar si había robado un dinero. Nada menos que la vicepresidente Francia Márquez, la acusó frente a todo el país de todo tipo de agravios. Benedetti, por su parte, es alguien que ha pasado por todos los partidos políticos, ha estado acusado de todo tipo de cosas, como explicó llorando la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.

También hubo tiempo para cosas delirantes, como escuchar a Petro sostener que “dentro del reggaeton también hay arte”, su análisis sobre el trasfondo histórico del Moulin Rouge, o que “la cocaína no es más mala que el whisky”. Sólo le faltó decir que ambas pueden combinarse de manera muy fluida. Aunque pocas cosas superan el nivel de “cringe” de la declaración de amor del director de “Prosperidad Social”, Gustavo Bolívar.

Uno de los primeros efectos de la peculiar reunión llegó cuando se conoció que el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Jorge Rojaspresentó su renuncia, citando el caótico encuentro. A su renuncia se sumó el ministro de Cultura, Juan David Correa. Por su parte el ministro del Interior Juan Fernando Cristo, aseguró que ante lo ocurrido en el Consejo de Ministros el equipo de Gobierno es “insostenible” y propuso la renuncia de todo el gabinete.

¿Cómo está la popularidad de Petro en este momento? Fue la pregunta que nos hicimos, y le trasladamos a la buena amiga Salomé López, que se declaraba todavía en shock por el espectáculo del Consejo de Ministros. Pero tuvo a bien reenviarnos la última encuesta de la empresa Invamer, que en diciembre mostraba una desaprobación del 60%, contra una aprobación de 34%. Datos que, con este tipo de show, sólo pueden ser mucho peores en las próximas mediciones.

Ecuador cierra fronteras antes de elección

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa. Foto: Twitter

El Presidente ecuatoriano Daniel Noboa anunció que cerrará las fronteras con Perú y Colombia entre elsábado y el lunes 10, “ante los intentos de desestabilización de grupos armados”, de las elecciones presidenciales.

Desde su asunción, en octubre de 2023, Noboa se trabó en dura batalla con las bandas narco que han desatado una ola de violencia sin precedentes en el país, donde la cifra de muertes violentas se sitúa en 38 por cada 100 mil habitantes. De hecho el 2024 fue el segundo año más violento en la historia de Ecuador, con un asesinato registrado cada 75 minutos. En 2023 la tasa fue de 46,2.

En medio de un clima caliente, condimentado con múltiples hechos violentos, secuestros y la declaratoria de la organización venezolana Tren de Aragua como grupo terrorista , 16 candidatos buscan llegar al sillón de Carondelet. Pero según las encuestas, sólo dos de ellos tienen chances reales de concretar sus esperanzas: el propio Noboa y Luisa González, del riñón del ex mandatario Rafael Correa.

Encuestas. De acuerdo a las últimas encuestas, el próximo presidente no se conocerá este domingo y habrá que esperar a la segunda vuelta, a celebrarse el 13 de abril. Lo que sí se sabe es que la disputa entre estos dos candidatos será muy reñida. No obstante, Noboa asegura que ganará el domingo sin más trámite. El actual mandatario de 37 años, se muestra en público con chaleco antibalas y a la cabeza de operativos militares de corte cinematográfico, lo que le ha granjeado el apoyo de quienes aspiran que, a través de una política de mano dura, Ecuador pueda volver al camino de la paz.

Luisa González, por su parte, se ubica en el otro extremo del espectro, posicionándose como una defensora a ultranza de los derechos humanos. Gran parte de su fuerza política la obtiene del padrinazgo que le brinda Correa, fugado a Bélgica y sobre quien pesa una orden de captura internacional.

La voz local. Como siempre en Mirada Sur le acercamos la palabra de expertos locales que nos ofrecen una visión desde adentro de la realidad que nos toca tratar. Desde Ecuador, Gabriela Calderón de Burgos, editora e investigadora del Cato Institute, nos dijo lo siguiente respecto a lo que pueda pasar el domingo:

“El panorama electoral se pinta bien concentrado entre dos opciones, Daniel Noboa, el presidente en funciones, y Luisa González, la candidata correísta. Parece que lleva la delantera el presidente. El correísmo está desgastado, no sólo por ser percibido como la vieja política, sino también por ser asociado con las organizaciones del crimen organizado. Múltiples casos de la justicia han develado la llamada “narco política” y estos casos apuntan a varias figuras del correísmo.”

En cuanto a los demás postulantes, Gabriela señaló que “Vale la pena destacar que por primera vez hay tres candidatos con propuestas que se acercan al liberalismo: en orden serían Luis Felipe Tilleria, Henry Cucalón y Andrea González. Es decir, de los candidatos outsiders, es la primera vez que veo tres hablando de reducir gasto, privatizar empresas, abrir el sector financiero a la competencia internacional. También hay otros outsiders de la izquierda más radical, como Leónidas Iza y Pedro Granja. De los candidatos de esa izquierda, el que podría sorprender con un porcentaje que no vemos en las encuestas todavía, es Leónidas, aunque por las protestas de 2019 y 2022 tiene un rechazo alto entre la clase media. Pero dada la concentración de preferencia en los dos primeros candidatos mencionados difícilmente habrá sorpresas el domingo.”

-¿Qué se puede esperar de los dos candidatos favoritos en caso que ganen?

-Con Daniel no es que esperemos algún cambio importante. Él se considera de centro izquierda, no ha propuesto reformas estructurales y su ídolo político es Lula da Silva. Al menos Ecuador seguiría aliado a Estados Unidos y eso nos conviene. Además seguramente sí respetaría una transición dentro de 4 años. Con Luisa, en cambio, se profundizaría el modelo estatista, nos pelearíamos con EE.UU. y quién sabe cuando se irían del poder.

Bukele ofrece su megacárcel a EE.UU.

La cárcel para pandilleros de El Salvador. Foto: Presidencia de El Salvador.

Envíelos para aquí, a “nuestra mega prisión”. Esa fue la oferta que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, le hizo al gobierno de los Estados Unidos, refiriéndose a los presos peligrosos detenidos en aquel país. La propuesta es contundente y plantea una opción polémica para tratar el problema padece el gigante del norte con su sistema carcelario. En concreto, Bukele propone aceptar en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) a criminales de cualquier nacionalidad que estén cumpliendo pena en EUA, a cambio de la paga de una tarifa “relativamente baja”, según apuntó. También albergaría a inmigrantes indocumentados, cualquiera sea su origen, que hayan sido condenados por delitos.

Es “La oportunidad de subcontratar parte de su sistema penitenciario”, le dijo el mandatario a Marco Rubio, secretario del Departamento de Estado de Donald Trump, en una visita que hizo al país centroamericano unos días atrás.“Ningún país nos ha hecho una oferta de amistad como esta” confesó Rubio. “Una oferta muy generosa”, agregó. Por su parte, a Trump también le cayó en gracia la idea. “Si tuviéramos el derecho legal de hacerlo, lo haría en un santiamén”, dijo.

Si bien los expertos aseguraron que se trata de una figura seguramente ilegal, en principio sirvió para que Trump muestre su disposición a buscar medidas radicales para enfrentar la delincuencia. A la vez, también dejó en claro la voluntad de Bukele por posicionarse como un aliado confiable del presidente.

Al mismo tiempo, esta semana, la Casa Blanca anunció los primeros vuelos con migrantes ilegales a la Bahía de Guantánamo. El primer paso en el plan del presidente Trump de trasladar a decenas de miles de deportados a la base, luego de ordenar la ampliación de las instalaciones para este fin. Hasta ahora el gobierno estadounidense sólo retenía en Guantánamo a los migrantes que interceptaba en el mar, en su mayoría balseros cubanos. La promesa de campaña de combatir la inmigración tuvo gran peso en su campaña.

Cecot. El Centro de Confinamiento del Terrorismo es la gigantesca cárcel que Nayib Bukele mandó construir en 2022 para encerrar a los delincuentes que habían hecho de El Salvador uno de los países más inseguros del mundo. Es el penal más grande América, con capacidad para 40.000 internos. Se levantó en apenas 7 meses y se ha convertido en un símbolo de la gestión de Bukele. Los internos son en su mayoría pandilleros que integraron las temidas maras salvadoreñas. Llegan al Cecot con condenas para varias vidas, muchas veces resultantes de juicios abreviados, y se encuentran con un régimen de rigor que ha sido cuestionado por todas las instituciones dedicadas a los Derechos Humanos.

Las celdas son 32, tiene una superficie de unos 100 metros cuadrados y albergan más de 100 convictos cada una. En ese espacio reducido, con 2 piletas con agua corriente y 2 inodoros, miembros de diferentes pandillas tienen que convivir con los que hasta hace poco eran enemigos mortales. No tienen colchones y deben dormir sobre literas de hierro. No hay patios, áreas de recreación ni espacios conyugales. “Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas sin poder hacerle más daño a la población”, afirmó Bukele cuando la cárcel recibió el primer contingente de presos.

EE.UU. quiere que buques militares no paguen

Cuenta oficial de Twitter del presidente José Raúl Mulino

Esta semana arrancamos y terminamos con Trump. Es que el regreso del magnate inmobiliario a la Casa Blanca ha generado un terremoto político en la región, del que es muy difícil escapar. El pasado domingo, el secretario de Estado Marco Rubio visitó Panamá, y si bien mostró un talante de diálogo, dejó en claro que su país se encuentra muy preocupado por la influencia china en en el canal, y que si no hay cambios, Estados Unidos tomará medidas para cambiar el “statu quo”.

La respuesta del gobierno de José Raúl Mulino fue rápida. Gracias a los materiales que nos envía al minuto nuestro contacto local Surse Pierpoint, pudimos comprobar que apenas finalizada la visita, se anunciaron dos medidas clave: la no renovación de un programa comercial y de infraestructura con China y la creación de un centro migratorio en Darién. La falta de detalles sobre esta iniciativa genera preocupación sobre su impacto en la soberanía panameña.

Tal vez lo más polémico sea el tema de los acuerdo con China, que habían sido renovados apenas en 2022, y que no está claro qué impacto tendría para Panamá su cancelación. En un comunicado de la embajada de Estados Unidos en Panamá, se informó que Rubio le comunicó al presidente José Raúl Mulino y al canciller Javier Martínez-Acha, que el presidente Donald Trump “ha hecho una determinación preliminar de que la posición actual de influencia y control del Partido Comunista Chino sobre el área del Canal de Panamá es una amenaza para el Canal y representa una violación del Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y Operación del Canal de Panamá”.

Según informó la agencia Bloomberg, Panamá está sopesando la posibilidad de cancelar su contrato con la empresa con sede en Hong Kong que opera puertos cerca del Canal de Panamá, según personas con conocimiento de la situación, una posible concesión para desactivar las amenazas del presidente Donald Trump de contrarrestar la influencia de China en torno a la vía fluvial.

Cuando las cosas parecían más o menos encaminarse, el Departamento de Estado publicó una nota afirmando que en la reunión entre Rubio y el presidente Mulino se habría acordado que los buques militares estadounidenses no pagarían “peaje”, a su paso por el canal. Algo que fue negado ayer jueves por el presidente Mulino. Explicó que le había dicho lo contrario al secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, explicándole que no se puede eximir a nadie de las tarifas por transitar por el Canal. “Es una limitación constitucional”, afirmó. “Rechazo completamente esa declaración de ayer”, dijo Mulino, y anunció que pidió al embajador de Panamá en Washington que refutara la declaración del Departamento de Estado.

¿Qué sucederá ahora? Lo veremos en las próximas ediciones de Mirada Sur.

Nota publicada originalmente en Mirada Sur

Martín Aguirre, Director El País, Uruguay, y Advisory Council member, Center for Latin America
Rodrigo Caballero, editor

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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