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La polarización significa básicamente distanciamiento. La polarización política implica el dominio de la identidad partidaria/ideológica sobre otras formas de identificación y acción política (Iyengar et al, 2012). De hecho, de acuerdo con el cuestionario Delphi de la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES-Bolivia) en mayo del 2021, la principal causa de polarización política en el país es el enfrentamiento político-ideológico (58,04%). Al revisar y comparar los resultados electorales de las elecciones generales del 2020 y subnacionales del 2021, se constata que la identificación política partidaria con dos agrupaciones ideológicamente distantes (Creemos y MAS) en el departamento de Santa Cruz, en comparación con los otros departamentos, es permanente.
La cumbre por la democracia y la libertad desarrollada en el Comité pro Santa Cruz el 4 de octubre pasado contra los proyectos de Ley incentivados por el gobierno nacional (MAS), tuvo la participación de actores políticos, sociales y cívicos representantes de diversas partes del país, donde se acordaron movilizaciones y un paro cívico a nivel nacional. Una muestra del poder de convocatoria de una institución cívica afín a una organización partidaria predominante en Santa Cruz (Creemos) que es la antípoda ideológica del MAS.
La polarización política tiene varios sentidos, de acuerdo a la literatura académica son nueve. Aquí emplearemos dos de ellos: cobertura, cuando la diversidad de opiniones está disminuida, y dispersión, cuando las formas de representación que adopta la población son dos tipos de creencias situadas en los extremos (Bordonaba, 2019). Al revisar los resultados electorales referidos en Santa Cruz, son dominantes las identidades ideológicas/partidarias de Creemos y el MAS, tanto por lo que representan coyunturalmente sus liderazgos principales (Luis Fernando Camacho y Evo Morales), como por su posición en el espectro ideológico (Derecha e Izquierda). Por tanto, opiniones y reflexiones que no les hagan juego a las corrientes de pensamiento predominantes, quedan excluidas.
En las elecciones nacionales de 2020, Creemos obtuvo: 717.742 votos (45,07%), el MAS: 576.567 votos (36,21%); en las subnacionales de 2021, Creemos: 860,023 votos (55,64%), el MAS: 589.978 votos (38,17%). A partir de los datos, se puede inferir que las creencias ideológicas-partidarias en Santa Cruz actualmente están polarizadas, es decir, los espacios de opinión publica están mayormente condicionados por la identificación ideológica que representan ambos partidos políticos, lo que se manifiesta en la disputa por los símbolos: bandera de la flor de patujú versus wiphala; los discursos: golpe versus fraude; y las movilizaciones: legitimación versus deslegitimación de la marcha indígena de pueblos de tierras bajas.
La creencia es un estado de disposición adquirido por las personas en relación a determinados objetos y situaciones, que orienta los comportamientos y respuestas de aquellas ante el mundo. Bajo este marco conceptual, las ideas, símbolos, discursos, colectivos indígenas, y valores que representan Creemos y el MAS disponen a que, entre militantes y simpatizantes de ambas fuerzas políticas, predomine la lógica nosotros contra ellos, y la irradien en la sociedad mediante las redes sociales, en algunos medios de comunicación, y la calle.
En conclusión, en el contexto socio-político del departamento de Santa Cruz, dos fuerzas partidarias han sabido cómo condicionar las creencias colectivas y, consecuentemente, motivar impulsos centrífugos. Así, es un epicentro de polarización política donde puede suceder lo inimaginable.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo
