Cuoteo interno, dilema presidencial, deterioro democrático: lo que está detrás del casi seguro cambio de ministros de Luis Arce
Resumen del editorial de Los Tiempos y artículos de Andrés Gómez y Gonzalo Rojas.
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El cuoteo del gabinete de ministros – Los Tiempos
El cambio de ministros del gabinete de Luis Arce, a propósito del Día del Estado Plurinacional, el sábado 22 de enero, será uno de los temas de la agenda política de esta semana en el país. El editorial de Los Tiempos de este domingo muestra cómo se pasó del cuoteo partidario en los tiempos de la democracia pactada al cuoteo interno de masismo. Comienza su texto de opinión con el siguiente desafío: en una semana Arce no tendrá los mismos ministros de hoy, salvo que ignore las “sugerencias” de Evo Morales y las corrientes dentro de su partido.
Luego recuerda que antes de la llegada del MAS al poder, en el 2006, los cambios de ministros de los gobiernos de la democracia pactada, “que garantizó la estabilidad política democrática inédita en la historia boliviana”, se realizaban en función de los partidos que componían las coaliciones gubernamentales. “Así, durante 20 años la gobernabilidad dependía de que los partidos socios de gobierno satisficieran sus pretensiones de poder y enriquecimiento”, agrega el editorial del diario cochabambino.
Explica que esa manera de manejar el Ejecutivo cambió con la llegada del MAS al gobierno y sus dos tercios en el Congreso boliviano. Pero, anota que ese panorama ya no es el mismo con el gobierno de Luis Arce, quien pese a que obtuvo el 55% de los votos, debe “negociar su gabinete con su partido” y pone al descubierto las razones de fondo del cuoteo interno del gabinete. Afirma que “las motivaciones no son diferentes de aquellas que existieron en los 20 años de democracia pactada: pretensiones de poder y de enriquecimiento”.
El dilema de Luis – Andrés Gómez
En su último artículo de opinión, el periodista muestra que pese a que el presidente Luis Arce gobernó los primeros 14 meses para su jefe político y para su partido, Evo Morales no parece estar satisfecho y “¡quiere más sangre!” en términos de persecución de opositores al masismo. Por eso, puso como prioridades de la administración de Arce la persecución con el caso del supuesto “golpe de Estado”, la reactivación económica y la lucha contra la pandemia del coronavirus, en ese orden.
“… ¿a quién favorece el tema persecución? Al jefe del MAS porque cambia su imagen de tirano por la de víctima. ¿A quién desfavorece? A Luis Arce porque lo presenta ante la percepción pública como un presidente títere”, afirma el periodista y abogado, quien agrega que ocurre exactamente lo contrario con los temas de economía y salud, aspectos que pueden potenciar la imagen del Presidente. “El jefe del MAS no quiere que le vaya bien al presidente Luis Arce porque si le va bien a éste, a él le irá mal”, añade.
Entonces, Gómez grafica el dilema del presidente que en el corto plazo puede enfrentar problemas de gobernabilidad, pero en el largo plazo puede generarse un mejor futuro. “Si obedece al jefe del MAS en el tema de su gabinete, ratificará su imagen de muñeco títere de ventrílocuo. Si lo ignora, puede ganarse el resentimiento y enemistad eternos del hoy titiritero. Quizá busque un acercamiento entre arcistas, evistas y choquehuanquistas, pero al poderoso no le gusta conciliar, sino imponer”, afirma el periodista.
Los ministros – Gonzalo Rojas Ortuste
El politólogo y docente universitario señala en su reciente artículo de opinión para publico.bo y otros medios digitales y tradicionales marca con pertinencia que ahora existe “un jefe de partido y un jefe de Estado que no es la misma persona, como ocurrió en el largo periodo del masismo, e incluso antes en los periodos completos de las presidencias de la ‘democracia pactada’”. Por tanto, señala, se hacen visibles al menos tres corrientes, una más “vistosa” que las otras, la del caudillo masista, la que impulsa tímidamente el presidente Arce y la choquehuanquista que no aparece como articulada ni activa.
Gonzalo Rojas advierte que si el evismo se impone “seguramente se acelerará el deterioro de la democracia en el país, ya muy dañada por esta comprensión miope de la política como venganza y anulación del otro”, aunque la corriente luchista ha demostrado que no es mejor, incluso en el terreno económico, y la choquehuanquista a la que la hace falta “concreción y continuidad”. Para el politólogo, “en lo que fueron aplicados” fue en intentar instalar la versión del golpe y la consiguiente represión, aunque la mantenida polarización política en el país “no favorece una gobernabilidad exitosa”.
Rojas acude a una revisión de las reacciones en redes sociales sobre el contagio de coronavirus del vicepresidente David Choquehuanca y seis ministros para explicar que ni uno ni otros se eximieron del repudio generalizado de la gente, aunque deja claro estar consciente del sesgo con el que se mueven las redes sociales. Afirma, por tanto, que este 2022 “no será aburrido para nada”, y espera que se produzca una “reorientación democrática a pesar de las cúpulas”.