Disputa política hasta en los incendios forestales
Autoridades de la Gobernación y de Defensa Civil manejan cantidades distintas de hectáreas afectadas en el departamento de Santa Cruz.
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¿Cuántas hectáreas realmente arden en Santa Cruz debido a los incendios forestales? Autoridades de la Gobernación cruceña hablan de alrededor de 150.000, sobre todo en los municipios de San Matías y Roboré, mientras que el gobierno nacional estima que son un poco más de 120.000 hectáreas. Si bien el trabajo en el terreno es coordinado entre ambos niveles del Estado, a la hora de las evaluaciones públicas, cada quien expresa su propia interpretación.
El no ponerse de acuerdo ni siquiera en la cantidad de hectáreas que están siendo consumidas por el fuego en el departamento de Santa Cruz muestra el grado de polarización política que enfrenta el país. Miles de personas que habitan comunidades vulnerables a las llamas observan impotentes cómo se utiliza la tragedia para el ataque y la acusación entre políticos.
El sábado representantes de la Gobernación conducida por Luis Fernando Camacho informaron que de 110.000 hectáreas arrasadas por el fuego en el departamento cruceño pasaron a 147.254 hectáreas, además de 831 focos de calor detectados en agosto. Este lunes en la mañana, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que el área afectada por los incendios forestales en Santa Cruz llega a un total de 121.008 hectáreas.
Por su parte, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, anunció que sobrevolará las zonas donde las llamas están quemando pastizales y bosques, y lamentó que los periodistas no puedan acompañarle en el viaje de evaluación que realizará para determinar la cantidades de hectáreas que están ardiendo en Roboré, San Matías y otros municipios del departamento de Santa Cruz.
Y mientras eso ocurre a nivel de las autoridades, bomberos de la Policía, voluntarios de grupos de rescate, brigadistas de las Fuerzas Armadas y personal técnico del Gobierno Departamental, ajenos a la pelea entre políticos, realizan un trabajo coordinado las 24 horas del día, a fin de extinguir los incendios en al menos cinco puntos clave del territorio cruceño.
La administración de Arce está ante el ineludible desafío de evitar que se repita lo de 2019, cuando ardieron más de cinco millones de hectáreas en el oriente del país producto, como ocurrió también este año, de las autorizaciones de la Autoridad de Bosques y Tierras para quemas supuestamente controladas con el fin de desmontar terrenos y cambiar su vocación forestal y convertirlas en aptas para la actividad agropecuaria o para asentamientos humanos, principalmente de los denominados interculturales.
Lo lúcido sería que el Ministro de Defensa se reúna en las próximas horas con el Gobernador de Santa Cruz y todas las entidades estatales involucradas en el tema para aprobar primero y urgente un plan conjunto de trabajo para controlar y sofocar los incendios forestales, en lo inmediato, y para la rehabilitación de las tierras dañadas, después.
La defensa de la naturaleza debería estar al margen de cualquier disputa política coyuntural, pero en estos tiempos de abierta confrontación, parece que será otro frente de batalla entre el oficialismo y las expresiones opositoras cruceñas, un escenario en el que se busca que el enemigo salga lo más chamuscado posible.