El Día de la Patria evaluado desde la afrenta política, el estilo de gobierno y la imposición cultural excluyente
Los editoriales de este domingo de Página Siete, Los Tiempos y El Deber analizanlos discursos, la gestión y la simbología.
Escucha la noticia
Página Siete – Una afrenta a la Patria
Sin rodeos, el editorial de este domingo de Página Siete sostiene que “el discurso del presidente Luis Arce estuvo cargado de odio y resentimiento”. De manera detallada retrata el bochorno provocado por Arce y protagonizado por parlamentarios oficialistas y opositores, nada menos que en la sesión de honor de la Asamblea Legislativa por los 196 años de independencia de Bolivia. “En vez de centrarse en sus logros y proyectos, el mandatario prefirió enfocarse en el ataque al gobierno transitorio de Jeanine Añez y, en consecuencia, a la oposición representada por sus parlamentarios”, critica.
El editorial de Página Siete pone el acento en una suerte de condena anticipada del Presidente a quienes se acusa de un inventado “golpe de Estado”. “No descansaremos, desde el ámbito de nuestras competencias, de exigir el procesamiento y sanción de los autores del golpe de Estado, quienes deben responder ante la justicia por los actos ilegales, ilegítimos y violentos que perpetraron contra el pueblo, la democracia y la Constitución”, es la frase del discurso de Arce rescatada por el diario paceño para mostrar el grado de abuso de poder de su administración.
El editorial no deja escapar lo maquiavélico del discurso presidencial que destacó como el punto clave para el supuesto rescate de la democracia una huelga dispuesta por la COB y el bloqueo de caminos que se aplicó en agosto del año pasado, cuando más bien fue para obstaculizar de manera criminal el paso de oxígeno para los enfermos críticos de coronavirus. “La patria, que estuvo de cumpleaños, no merecía que sus hijos pelearan en la celebración, merecía que se reconciliaran, que se dieran la mano, que decidieran trabajar juntos por el bien de todos. La patria llora por semejante afrenta en su día”, finaliza el texto de opinión de Página Siete.
Los Tiempos – Síntesis fiel de la gestión
“El contenido de los discursos de los primeros mandatarios, el alboroto incontrolable de los asambleístas confrontados y el clamor del vicepresidente del Estado por moderar el estridente frenesí dan una idea cabal de cómo estamos siendo gobernados desde el 8 de noviembre de 2020”, afirma el editorial de Los Tiempos marcando el nivel de confrontación política que vive el país desde hace nueve meses y que se agudizó con el “embuste” del golpe pronunciado por el presidente Luis Arce cada 81 segundos en su alocución del 6 de agosto.
Para Los Tiempos, la confrontación proferida por el Presidente en el Día de la Patria no es necesariamente contra la oposición o la “derecha”, como repiten Arce y los masistas, sino “contra todos los bolivianos que no creen en el golpe” y, por tanto, es mantener el molde de beligerancia política de su predecesor en la Presidencia, lo que significa que “las referencias al pasado son más importantes que las proyecciones para el futuro”. Y es precisamente sobre el tiempo venidero que el periódico de Cochabamba hace importantes puntualizaciones.
Reclama que el Presidente “nada dijo acerca de cómo el Gobierno pretende encarar la crisis económica cuyas perspectivas son sombrías si se considera el agotamiento de las reservas de gas, las obligaciones que debe pagar el Estado en un año por los bonos soberanos emitidos en la gestión de Morales, y otros aspectos”. Los Tiempos insiste que en lugar de mostrarnos el camino hacia el futuro, “parece evidente que la estrategia del corto plazo y de la confrontación seguirá vigente” y que la reconciliación y la complementariedad entre bolivianos para forjar un destino diferente quedará en el discurso del Vicepresidente.
El Deber – Un símbolo aymara en la Asamblea
En cambio, el editorial de domingo de El Deber decidió ocuparse del gigantesco símbolo aymara que luce la Asamblea Legislativa en el opulento y recién inaugurado edificio parlamentario. “La imagen, un bajorrelieve de aproximadamente nueve metros de base por ocho de altura, es una representación de Viracocha, el dios creador de la cultura Tiwanakota, conocido porque se lo encuentra en el monolito de la Puerta del Sol de las ruinas de Tiahuanaco, en la población del mismo nombre, ubicada a 70 kilómetros de La Paz y a 15 del Lago Titicaca”, precisa.
Para El Deber, “la elección de ese símbolo andino nada menos que como figura central del hemiciclo principal del Poder Legislativo se inscribe también en esa estrategia por desconocer la diversidad cultural y regional de Bolivia, para imponer una lógica andinocentrista y altiplánica” que además busca dejar atrás las etapas del colonialismo y la República para consolidar el Estado Plurinacional. “¿Se habrán preguntado los creadores de esa idea si las culturas del oriente, del sur y amazónicas del país se sienten representadas por el dios Viracocha?”, es la lógica pregunta del diario cruceño.
Luego de recordar el ataque a la estatua de Cristóbal Colón en La Paz como una muestra de la imposición cultural excluyente, El Deber finaliza su editorial con la siguiente reflexión: “Viracochas y violencia contra una estatua como la de Colón son las señales de violencia y totalitarismo muy propias del fascismo, que intentan refundarlo todo ignorando el pasado, son las señales que el país menos necesita en este tiempo en que la polarización y la confrontación son la marca del país, impulsada tristemente por quienes gobiernan Bolivia”.