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Crisis narrativa
Un buen relato necesita ante todo de coherencia, una articulación entre las partes que crea el espacio para la verosimilitud. Aspecto que parece haber entrado en crisis en la narrativa del “golpe de Estado” que maneja el gobierno boliviano, después de las inconsistencias y contradicciones entre las versiones brindadas por las diversas figuras del oficialismo que en noviembre de 2019 se encontraban en la línea de sucesión constitucional, que fallan en lo cronológico, lo anecdótico y lo causal.
El relato también ha entrado en implosión luego de que ex altos mandos militares revelasen –a inicios de la semana que pasó– los aprestos realizados en aquella coyuntura por Evo Morales, para movilizar a miles de seguidores hacia la ciudad de La Paz en medio de graves amenazas de violencia. Habrá que estar atentos para ver cómo se sigue desarrollando esta crisis narrativa, que promete confirmar el proverbio sobre las “patas cortas” de la mentira.
Commodities y batalla por la tierra
En la semana también se puso al rojo vivo la batalla por la tierra, enfocada en la colonización por “interculturales” de predios productivos e indígenas en el departamento de Santa Cruz.
En el trasfondo está el hecho de que el nuevo ciclo de altos precios internacionales de las commodities sólo podrá ser plenamente aprovechado en Bolivia por el sector agropecuario, como explicó en “De Frente” el ex ministro Luis Carlos Jemio. De ahí que se desplieguen territorialmente las corporaciones sindicales, para asegurarle a la clientela del poder político central una gruesa tajada de la torta.
Lo peor sería que el despliegue vaya acompañado del mismo repertorio incendiario de hace dos años, riesgo que sube después de que la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) revirtiera una resolución que prohibía las quemas, ampliando permisos en el peor tiempo de sequía.
Defensa en libertad
Van más de cuatro meses desde que la ex presidenta Jeanine Añez y dos de sus ex ministros fueron enviados a prisión, en franca violación de fueros constitucionales y de mecanismos procedimentales básicos de la administración de justicia.
Tanto es así que, comentando el tema, al propio ex ministro de defensa de Evo Morales, Javier Zavaleta, no le quedó más que reconocer que “no debería ser el conducto regular que primero te metan a la cárcel y luego te investiguen”, en un aplaudible lapsus de honestidad.
De autocracias a estados fallidos
En lo internacional, la semana se conmovió por el asesinato del mandatario de Haití, Jovenel Moise, acribillado a balas en su domicilio. Lo sucedido bien puede ser calificado como tiranicidio, teniendo en cuenta que Moise había disuelto el Congreso, gobernaba por decreto y sus arbitrariedades han sido comparadas por varios analistas con las del nicaragüense Daniel Ortega.
El hecho es que, dado el previo desmontaje del sistema institucional, Haití no tiene ahora una línea sucesoria constitucional. Podríamos decir, con amarga ironía, que la política de vacío de poder de Moise fue exitosa, y la república caribeña se encuentra al borde de pasar de una autocracia a un estado fallido.
No muy lejos está la Venezuela de Maduro, incapaz de garantizar el control territorial, no sólo ante la incursión del ELN en zonas rurales sino incluso en pleno centro de Caracas, donde las bandas criminales toman estaciones de la Guardia Nacional a vista y paciencia del régimen.
El “golpe” entra en la campaña argentina
La semana concluyó con las denuncias del canciller Rogelio Mayta, sobre una supuesta participación del ex presidente Mauricio Macri en el “golpe” boliviano. Rápidamente desmentida por ex ministros de Argentina, la denuncia incluye elementos contradictorios, como calificar de “armamento militar letal” a pertrechos químicos antimotines, imprecisiones en las que nunca habrían incurrido las presuntas fuentes castrenses del documento.
En el fondo, se trata de una operación para desviar atenciones de la mencionada crisis narrativa en la teoría del “golpe”, mientras que del lado argentino hay un aprovechamiento desde el kirchnerismo para tender una cortina de humo sobre la polémica de los vacunatorios VIP, en momentos en que el vecino país ingresa de lleno en la campaña para las elecciones legislativas de noviembre.