Renzo Abruzzese: “Hay que repensar los partidos con nuevos paradigmas”
Renzo Abruzzese habló sobre el aporte a la democracia del MIR, la corta vida de los proyectos políticos en la historia reciente y los principales desafíos que enfrentan las organizaciones políticas en la actualidad.
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Abruzzese es sociólogo y participó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Es un destacado investigador y profesor universitario.
“El MIR marcó una diferencia en el desarrollo de la democracia boliviana. No sólo porque nace en la dictadura y tiene una vida política teñida de sangre, con 18 años de resistencia, sino porque instala la posibilidad de una democracia real, no sólo formal. Marcó a una generación entera”, señaló.
Sobre la posterior desaparición de esa fuerza política, de cuya fundación se cumplen 50 años, recordó que “se dividió en tres frentes: el MIR-Masas, el de Jaime Paz Zamora y una fracción más. Empieza un proceso de descomposición de las formas ideológicas producto de la estabilidad económica después de la hiperinflación. La fragmentación del MIR fue decisiva para su cierre, que fue imprevisto, parte de una iniciativa del mismo Jaime Paz Zamora. Reflejaba lo que estaba pasando en el país, con una democracia liberal que no cumplió las expectativas, a diferencia de los países del norte. Con Sánchez de Lozada las brechas se ampliaron muchísimo. Después vino una sociedad polarizada, con un vacío que sería llenado por visiones étnicas”.
“Convergen grandes factores, la crisis de los paradigmas del siglo XX, donde la izquierda de corte marxista y la derecha liberal se desmoronan, y los sistemas de representación pagan la factura porque los partidos no logran representar a los grupos sociales. La democracia pactada termina siendo una estructura por encima de las demandas reales. Otro factor es la tradición caudillista de América Latina, herencia del proceso de generación que dio vida a las repúblicas, con una primera fase de caudillos militares. Montes y Paz Estenssoro son las figuras que eclipsan la política boliviana en el siglo XX. Sin Paz Estenssoro el MNR no es MNR. Ni qué decir del Partido Socialista 1, que era Marcelo Quiroga Santa Cruz. O Falange Socialista Boliviana con Únzaga de la Vega. Los partidos también entran en crisis porque ya no hay ideologías vivas que puedan estructurarlos. Colapsado el socialismo y desilusionados por el capitalismo, el vacío se fue cubriendo por movimientos étnicos”, detalló.
El sociólogo opinó que los partidos “están en crisis en todas partes por la distancia que toma la sociedad civil. Si se caen los referentes teóricos se caen las estructuras políticas. Pero debe haber una búsqueda de nuevos paradigmas que puedan expresarse en nuevos partidos. Los movimientos sociales son identitarios, con una base más antropológica y cultural que una base ideológica y política. Hay que repensar los partidos y reestructurar las formas de representación”.
“Lo que en verdad hace a un partido es la naturaleza de su lectura, la interpretación de los hechos sociales en el curso de la historia. El del MNR fue el único proyecto político desde el punto de vista de la lectura histórica correcta, al plantear la alianza de clases en vez del proletariado de la ortodoxia marxista”, subrayó.
Abruzzese dijo que, de todas formas, “la política pasa por los partidos políticos, que son la expresión de las demandas de los sectores sociales. Hay que reconstruirlos en otro escenario, otro siglo. Los partidos del siglo XX tenían referentes concretos. Ahora los referentes son millones de páginas web y miles de contactos anónimos en las redes. Hay una nueva transversal de los jóvenes, opuestos a las doctrinas ideológicas y orientados a la calidad de vida. Los partidos que quieran tener futuro tienen que olvidarse de los dogmas y alimentarse de las pulsiones de la sociedad”.
Respecto a la actualidad de los partidos bolivianos, consideró que “el MAS no es un partido sino un movimiento, y además corporativizado. Los partidos actuales son producto de las coyunturas y no están arraigados de momento en la sociedad. Están en busca de una lectura que les permita arraigarse. Todas las estructuras políticas son muy débiles, en un tiempo de transición enormemente complejo. No hay partidos que tengan proyección histórica”.