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Desde el estallido de los ataques a Ucrania, por parte de Rusia, se ha evidenciado el actuar poco esperado del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. La determinación de medidas como quedarse en Ucrania para dirigir a sus tropas, el dotar de armamento a la población civil o el simple hecho de señalar a los actores de la comunidad internacional como los culpables de la situación en su país son muestras de un actuar alejado de la lógica diplomática y sobre todo de la lógica política, a pesar de ser jefe de gobierno. Actitudes como las demostradas por Zelensky son propias de personajes políticos denominados outsiders.
Para comprender mejor la connotación de la intención de este artículo es preciso definir qué es un outsider en política. En términos sencillos un outsider es una persona que surge como líder político sin contar con experiencia política real y que puede surgir ya sea de sectores poco relacionados con la política o simplemente no pertenecen a ningún sector de la esfera política de cada sociedad. Generalmente estos personajes surgen en momentos electorales, en Bolivia un ejemplo claro es Chi Hyun Chung, pastor protestante que logra un 8% en las fallidas elecciones de 2019. En 2016 Rodríguez Andrés, en la Revista interdisciplinaria de Ciencias de la Comunicación y Humanidades, explica que la construcción de estos liderazgos se da principalmente por dos factores: primero la comunicación política o más bien dicho la profesionalización de la comunicación política y, segundo, por el creciente desapego del electorado con los candidatos altamente políticos. En otras palabras, al reducirse el nivel de conexión del electorado con las fórmulas clásicas de candidatos altamente políticos ha requerido se encuentren nuevos personajes que representen de mejor manera al nuevo electorado.
Pero y ¿cuál es la relación de esto con el presidente ucraniano?
Volodymyr Zelensky es un abogado, comediante y actor ucraniano quien después de varias series exitosas en su país ingresa en el negocio de espectáculo y posteriormente pasa a formar parte en la política, para convertirse en presidente de Ucrania en 2019. Ganó las elecciones con el 72% de los votos válidos con una campaña que duró apenas 4 meses, estos datos son altamente relevantes porque apoyan lo descrito por Rodríguez Andrés, Zelensky es una construcción de la comunicación política que supo utilizar adecuadamente la popularidad del actor para primero posicionarlo como un candidato viable, luego sostener la campaña y finalizar con la victoria presidencial. Pero las características técnicas son insuficientes para comprender su reacción ante la invasión rusa. Y es que el elemento central de todo esto es el origen alejado de la política de este liderazgo, es un ciudadano sin carrera política quien probablemente hablaba en los almuerzos de domingo sobre la situación de su país, como muchos solemos hacerlo, sin la intención de ser parte del ruedo del poder. Era un ciudadano que demuestra haber entrado en la política con el ideal de un país mejor, con la convicción de consolidar la democracia en su país buscando lo que considera mejor para Ucrania.
Hoy, tras más de una decena de días de combate, ha demostrado al mundo entero que su compromiso con Ucrania era más que electoral, permanece en su país liderando a su ejército, levantando la moral de su población, demostrando la lealtad a ese 72% que le ha confiado su voto. Desde su ingreso a la presidencia fue denunciando reiteradas veces la gran posibilidad de una invasión rusa y los riesgos que ello implicaba para Ucrania y para la democracia en el este europeo. Las medidas asumidas por Zelenskyy demuestran una vez más que este presidente es más ciudadano de a pie que político de carrera, pues demuestra que su intención es defender a su país y no así mantener el poder presidencial en el exilio que para muchos aunque sea un poder virtual sigue siendo poder.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo
