Guerra en Ucrania: las partes buscan fortalecerse para negociar un posible y cercano final del conflicto
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Por George Chaya
Transcurridos más de cuatro meses de combates en Ucrania, la Unión Europea (UE) ha profundizado en la última semana conversaciones con Washington sobre la base del impacto que generaría al final del verano la reducción -prácticamente a cero- de provisión de gas y otros recursos esenciales para sus estados miembros.
Son varios los aspectos que preocupan a Bruselas, en primer lugar la continuidad de la estrategia del Kremlin en la profundización de sus acciones militares y la insistencia del presidente Vladimir Putin en ratificar y ordenar nuevas operaciones bélicas a cualquier costo, incluso ante las graves pérdidas de hombres y equipos que ha padecido Moscú.
En esa dirección, un informe de la Comisión de Seguridad de la UE expresó el pasado martes que el presidente ruso continúa equivocando su estrategia al imponer a Ucrania una guerra que se ha extendido por demasiado tiempo y ha causado mucho daño a la estabilidad y la vida de los ucranianos, pero también a toda Europa desde la invasión del 24 de febrero en que Putin creyó -erróneamente- que podría imponerse militarmente en no más de quince días.
La revista alemana Der Spiegel ha publicado esta semana partes del informe de la Comisión de Seguridad europea donde las críticas de los funcionarios de la UE apuntan a los errores del líder ruso, quien pensó que sus fuerzas podrían tomar Kiev y toda Ucrania en pocos días, derrocar al gobierno del presidente Volodimir Zelensky, enviar al exilio al primer mandatario y colocar un gobierno adicto que responda incondicionalmente a Moscú para hacer de Ucrania un estado satélite del Kremlin. Sin embargo, como señala el medio de prensa desde Hamburgo, la estrategia militar y el plan inicial del presidente ruso no dio resultado. En consecuencia, tuvo que acudir a un plan alternativo de partición del territorio ucraniano ampliando las zonas bajo control ruso, especialmente en las áreas de Donetsk y Luhansk, lo que hizo que las fuerzas de la Federación Rusa enfoquen su ofensiva en tomar los puertos estratégicos y las ciudades costeras del sur de Ucrania para bloquear sus importaciones y exportaciones como forma de asfixiar la economía del país.
Los funcionarios de la UE han declarado que Putin no cambió su objetivo primario -la toma total de Ucrania-, Bruselas explicó que lo que el líder ruso está haciendo es modificar la manera de lograr ese objetivo. Con esa nueva estrategia busca generar un escenario y las condiciones en las que si debe negociar, disponga de mayores ventajas sobre Zelensky. Por el lado ucraniano, a principios de Julio, su presidente mantuvo una comunicación telefónica con el liderazgo europeo occidental a quien expresó no tener objeciones en dialogar para poner fin a la guerra lanzada por Moscú sobre su país antes de la llegada del próximo invierno. Sin embargo, Zelensky dejó en claro que para que ello suceda necesita respaldo de la comunidad internacional para enfrentar las negociaciones desde una posición de fortaleza frente a Putin.
En la misma dirección el presidente ucraniano hizo declaraciones a la agencia Reuters a finales de Junio efectuando un pedido de apoyo a los países amigos de Ucrania para llevar adelante una negociación desde la equivalencia de fuerzas con Putin. El presidente refirió a los sacrificios de sus ciudadanos ante la agresión militar rusa a la que calificó de ilegal y denunció la destrucción de ciudades, pueblos e infraestructura civil de su país. También insistió en que Moscú intenta justificar como objetivos militares legítimos a blancos civiles, lo que derivó en crímenes de guerra gravísimos sobre la población civil ucraniana. Sin embargo, Zelensky expresó claramente a Reuters su voluntad de evitar más sufrimientos y daños adicionales que traerá el próximo invierno a la población civil.
Esas declaraciones contrastaron mucho con anteriores entrevistas o discursos del líder ucraniano en las que solicitaba más sistemas de armas modernas y apoyo más amplio a los países amigos de Ucrania. No obstante, es claro que los aspectos que inciden en la prolongación de la guerra no están bajo control de Zelensky, a pesar de sus declaraciones expresando disposición a poner fin al conflicto a través de conversaciones directas auspiciadas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Las fuerzas militares ucranianas combatieron y defendieron intensamente sus posiciones frente a los fuertes ataques de artillería y misiles rusos e hicieron retroceder a las fuerzas de Putin de muchas zonas que habían sido tomadas en los primeros días de los combates, pero en las últimas semanas perdieron varios lugares estratégicos importantes. En ese marco, el mapa de las acciones militares de hoy es muy distinto al de mediados de Marzo. La contraofensiva de Moscú está alcanzando su nivel más alto complicando la resistencia de los defensores ucranianos. Extraoficialmente se especula que miles de soldados ucranianos perdieron su vida enfrentando la primera oleada de la invasión rusa, otros varios miles continúan combatiendo arduamente para obligar a Putin a aceptar negociaciones con Zelensky. Tampoco se debe soslayar otro elemento relevante del curso actual de la guerra, la OTAN, Estados Unidos y otros actores conforman el mayor apoyo militar y logístico de Ucrania, sin esa ayuda es muy probable que Ucrania ya hubiera sucumbido ante el poder militar ruso. No obstante y aunque las promesas de esos aliados se cumplieron, no fueron en consonancia con el nivel de necesidades que permitiera a las fuerzas de Zelensky puedan combatir al máximo de sus capacidades. Así, la lucha llevada adelante por los ucranianos nunca dejó de ser defensiva y necesitó del soporte constante de armamento y equipo.
Los aliados han brindado mucho apoyo a Ucrania, más de lo que Putin había calculado. Pero ese apoyo, según Zelensky, no contó con vías ininterrumpidas. Esos problemas llevaron al presidente ucraniano a buscar otros enfoques ante la crisis, incluyendo sus declaraciones públicas proponiendo el dialogo para culminar el conflicto antes del próximo invierno europeo.
Sin bien es cierto que el material proporcionado a Ucrania por sus socios fue vital para sostenerse y continuar combatiendo e incluso obligar a Moscú a replantear operaciones que en algun momento colocaron a sus militares al limite de sus capacidades, las fuerzas de Zelensky no dispusieron de las armas y los equipos necesarios para ejecutar una contraofensiva poderosa en el sur como sí pudieron hacerlo exitosamente entre Marzo y Abril en los alrededores de Kiev.
En esa dirección, algunos oficiales de la OTAN sostienen en privado que los defensores ucranianos ya no pueden contener el avance de Putin ni forzar el retroceso de sus fuerzas a las posiciones anteriores de finales de Abril. Tal vez es algo pronto para esa conclusión; pero es cierto que la guerra no tendrá otro final que una salida negociada. El aspecto relevante gira en torno a cuál de las partes involucradas llegará con ventaja y mejor posicionada cuando comiencen las negociaciones.
*Este artículo fue publicado originalmente en eldiarioexterior.com el 27 de julio de 2022