La Guardia Revolucionaria de Irán desembarca en Crimea para asesorar ataques con drones kamikazes
Ucrania pide a Occidente que provea sistemas antimisiles.
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Irán está cada vez más comprometido en la invasión rusa a Ucrania. En los últimos días envió a decenas de oficiales de la Guardia Revolucionaria Islámica para asesorar a los militares rusos en el uso de los drones kamikazes que Teherán vendió a Moscú.
Los instructores iraníes operan desde una base militar rusa en Crimea, donde se encuentran la mayoría de los aviones no tripulados desde que fueron entregados por Irán y que utilizaron esta semana los rusos para aterrorizar a la población civil ucraniana y destruir centrales eléctricas que dejaron sin suministro a millones de personas, informó el diario digital argentino Infobae.
El organismo de derechos humanos de las Naciones Unidas considera que los ataques deliberados contra objetivos civiles “podrían constituir crímenes de guerra” y cualquiera que participe de éstos serán juzgados. La Unión Europea cree que la venta de material bélico de Irán a Rusia viola las sanciones impuestas a nivel global por el incumplimiento del plan nuclear de Teherán y anunció más restricciones comerciales con los dos países.
“El envío de aviones no tripulados y de instructores a Ucrania ha involucrado a Irán profundamente en la guerra del lado ruso y ha implicado a Teherán directamente en operaciones que han matado y herido a civiles”, dijo Mick Mulroy, un ex alto funcionario del Pentágono en una entrevista con el New York Times. “Incluso si sólo son entrenadores y asesores tácticos en Ucrania, creo que eso es sustancial”.
En un principio, Rusia había enviado a su personal a Irán para que recibiera formación para el manejo de los drones. Pero como los problemas del funcionamiento se agravaron, Irán optó por enviar a sus instructores a Crimea. No está claro si los iraníes maniobran las aeronaves desde las bases de la península ocupada y realizan ellos directamente los ataques.
De acuerdo a la información de diversas centrales de inteligencia citadas por el Instituto para el Estudio de la Guerra, el lunes se detectó la llegada a la península de Crimea de al menos 18 oficiales iraníes.
Irán entregó el primer lote de drones en agosto. Entre ellos, los Shaheds, que son aviones no tripulados de un solo uso destinados a explotar y destruir objetivos, pero que tienen un alcance de más de 1.600 kilómetros. El Shahed-136 es capaz de transportar una cabeza con más de 80 kilos de explosivos.
Irán también vendió el avión no tripulado Mohajer-6, más grande, que se utiliza para la vigilancia y puede llevar hasta cuatro misiles. Y esta semana, la agencia Reuters informó de que Irán podría suministrar a Rusia misiles tierra-tierra.
Nasser Kanani, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, negó la acusación, diciendo que Irán “siempre se ha opuesto a la continuación de la guerra (de Ucrania).” Pero las fotos satelitales expuestas en los últimos días muestran claramente el accionar de los drones iraníes en Ucrania.
Desde que comenzaron a operar los drones iraníes, Ucrania viene pidiendo a Occidente que les provea de sistemas antimisiles para detectarlos y neutralizar antes de que exploten. En Washington están evaluando la posibilidad de entregar algún tipo de baterías como las Patriot o las Cúpula de Hierro que tiene Israel. Pero su mayor preocupación ahora es la presencia de militares iraníes en una misión bélica en el corazón de Europa Oriental.