Bolivia incumple estándares internacionales de libertad de expresión, según el experto Joan Barata
Aquí la entrevista de Cabildeo Digital sobre regulación a los medios.
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Por Zulema Alanes de Cabildeo Digital.
La formación y financiamiento estatal de los denominados “guerreros digitales”, la activación de procesos judiciales contra periodistas con la intención de obligarlos a revelar sus fuentes, la detención de reporteros en medio de la conflictividad social y la pretensión de impulsar leyes “contra la mentira”, entre otras acciones, constituyen evidencias del incumplimiento de los estándares internacionales sobre libertad de expresión, según el experto internacional en materia de libertad de expresión y regulación de medios, Joan Barata.
En entrevista con Cabildeo Digital Barata aseguró que esos hechos que se pusieron en evidencia desde la gestión del expresidente Evo Morales y que persisten hasta la actualidad podrían ser denunciados ante instancias internacionales como la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque constituyen una vulneración del papel que el Estado debe cumplir en materia de protección y promoción del derecho a la libertad de opinión y de expresión.
Explicó que las instancias internacionales podrían activar visitas al país, elaborar informes y prestar asesoría técnica para reparar los daños provocados.
El experto internacional disertó sobre “Desinformación, Democracia y Libertad de Expresión” en el marco del Programa Internacional Avanzado de Capacitación en Autorregulación de Medios en un Marco Democrático que tuvo lugar en Estocolmo, Suecia.
En declaraciones a Cabildeo Digital dijo que Bolivia no escapa a la realidad regional y aseguró que el Estado incumple los estándares internacionales en materia de libertad de expresión y acceso a la información.
Por todo lo dicho en su disertación sobre “Desinformación, Democracia y Libertad de Expresión” ¿se vive un mal momento para la libertad de expresión a nivel global?
Se vive una crisis generalizada de respeto hacia los estándares internacionales y de las decisiones que toman las instancias internacionales. Esto tiene que ver con una corriente política alineada en el discurso populista que está empeñada en aparentar resistencia frente a lo que viene de afuera y eso preocupa porque se muestra un irrespeto hacia el sistema internacional de protección de los derechos humanos. El desconocimiento de cómo tiene que funcionar el sistema interamericano se reproduce en países autoritarios.
¿Esto es contradictorio con el afán de algunos gobiernos de promover nuevas regulaciones especialmente del Internet?
Hay tres cuestiones, en primer lugar, internet no es un medio de comunicación, es simplemente una plataforma tecnológica, es un espacio virtual en el que pasan cosas, y en el que se prestan servicios, entonces la radio por internet sigue siendo radio, la TV por internet no es otra cosa que TV, del mismo modo que ocurría antes, asimismo, la prensa escrita también es prensa escrita, está escrita en un papel o en una pantalla.
El principio de neutralidad tecnológica nos diría que hay que regular el servicio independientemente de la plataforma, por tanto, la radio, la TV o la prensa escrita por internet tendría que estar sujetas a las previsiones que siempre han existido, este es el modelo que están aplicando muchos países. Veo algunos gobiernos que pretenden hacer una ley sobre publicaciones on line, pues ya la tienen no necesitan nada más.
Cuando intentan introducir reformas, es porque pretenden utilizar excusa para introducir restricciones, les da mucho miedo y por eso intentan hacer reformas para introducir restricciones. Hay que asumir que en internet es más fácil hacer actividades que antes solo se podían realizar sobre la base de inversiones muy importantes, hoy en día hay periodistas que lo hacen en base a una página web o una cuenta de una red social pero no por eso deja de ser periodismo con todos sus derechos y obligaciones, pero también hay una cierta tendencia a la discriminación “esos que hacen cosas por internet no son nada”.
¿Su propuesta es “cero regulación”?
Hay que rendirse a la realidad, primero porque desde el punto de vista de los derechos humanos el derecho a la libertad de información, que es el periodismo, no puede someterse a límites, condicionantes, licencias, títulos académicos, ni nada que se le parece, cualquier restricción en ese sentido es contraria e incompatible con el derecho internacional de los derechos humanos, lo cual quiere decir que tendremos que aceptar nuevos tipos de medios de comunicación, nuevas formas de periodismo y tendremos que aprender a hacer las estrategias no para alejarlos sino para atraerlos al mundo de las normas éticas y profesionales de los medios tradicionales.
La solución no es decir estos no son periodistas y por tanto los ignoramos, la solución es decir son periodistas, luego, tenemos que atraerlos al mundo de una serie de principios y conceptos éticos. Es lo que nos pide el derecho internacional de derechos humanos.
¿Cómo encajan en su análisis los “guerreros digitales” organizados durante el gobierno de Evo Morales?
Es contrario al papel o a la idea del papel del Estado en el terreno de la comunicación que tiene que ser positivo, facilitador, no un papel de intervención para fomentar un determinado posicionamiento ideológico o para fomentar la critica a determinadas opciones opositoras.
El Estado tiene que crear el marco más amplio posible para que los ciudadanos se formen libremente su opinión, cualquier intervención del Estado orientada a influir, forzar, cambiar el modo como las discusiones y el intercambio de opiniones tienen lugar en el espacio público es una intervención excesiva y es una intervención injustificada desde el punto de vista del derecho internacional de los derechos humanos.
¿Es pasible de sanciones?
Esta es una violación del Convenio y por lo tanto es una cuestión que se podría enviar o poner en conocimiento del Relator Especial en materia de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e incluso recurrir esta materia ante un tribunal de tal manera que se genere un caso que pueda ser llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) o un pedido de medidas cautelares ante la CIDH.
Hay diversas vías para recurrir y habría que hacer un estudio jurídico específico del tipo de decisión y de la forma cómo se ha formalizado para ver cuál es el mejor camino, pero, sin duda, el sistema interamericano tiene formas de denuncia y de resolución a nivel regional de vulneraciones de derechos humanos.
¿Cómo demostrar estas actividades que se planifican y ejecutan bajo la sombra?
Como demostrarlo es importante, pero creo que un organismo internacional puede aceptar pruebas basadas en la acumulación de indicios, declaraciones públicas, etcétera. Hubo muchos casos en los que, desgraciadamente, no existen pruebas de la vulneración de derechos humanos de parte del Estado porque estas cosas no se ponen por escrito o no se manifiestan de forma clara y aun así se han aceptado evidencias indiciarias que claramente apuntaban a la responsabilidad del Estado, por tanto, aunque no conozco particularidades del caso, creo que habría posibilidades de encontrar evidentemente la forma de acreditar frente a un organismo internacional la existencia de una decisión estatal detrás de este tipo de actos.
Es una táctica que desde Rusia se ha venido utilizando con fondos estatales, aunque siempre se ha ido negando, pero es un problema desde el punto de vista de la vulneración del papel que el Estado debe cumplir en materia de comunicación.
¿Nuevos bloques de poder a nivel internacional?
Lo cierto es que estamos ante una suerte de populismo que nos lleva a una suerte de nacionalismo en la que los Estados manifiestan orgullo por ignorar aquello que viene desde fuera, olvidando que el Estado asumió compromisos a nivel internacional no es algo impuesto, es algo que ya ha sido incorporado como obligación de los Estados, por tanto aquí hay un problema de la clases política región, y creo que es importante que los medios de comunicación y los ciudadanos puedan entender y explicar bien que los Estados tiene obligaciones a nivel internacional, no es algo que viene impuesto desde fuera por poderes ajenos y con agenda propia, sobre todo desde Europa o Estados Unidos sino es un compromiso del propio Estado, forma parte de las obligaciones que se han adquirido al firmar un tratado internacional, por tanto es fundamental hacer pedagogía y seguramente también reforzar políticamente los organismos internacionales porque en un momento quizá por el miedo a perder fondos que transfieren los Estados, por el miedo a las amenazar con abandonar la organización a veces tienden a contemporizar, a negociar y aceptar cosas que no tendrían que hacerlo.
Yo creo que hay una crisis en ese sentido, hay un retorno a la nación, una crisis de la idea global de los derechos humanos y una cierta renacionalización de la cosa pública que supone debilitamiento de las organizaciones internacionales y de su capacidad para a influir y para indicar a los estados cuál es el camino a seguir, e insisto, es preocupante.
Mas que nunca, insisto en estos momentos hay que reforzar esa idea de la vinculación de los tratados internacionales y de los derechos humanos como algo que es de todos, y fortalecer a las organizaciones internacionales, porque a veces escogen a líderes que a veces no tienen esa capacidad y esa autoridad para en un momento dado decirle a un Estado que está vulnerando sus obligaciones.
Los Estados tienen la obligación de cumplir los estándares y tratados internacionales que han ratificado o a los que se han adherido y, en ese caso, reconocer que los órganos regionales o internacionales correspondientes son los intérpretes autorizados de dichos tratados.
Pero no lo hacen, al contrario, acosan y detienen a los periodistas, activan mecanismos como la asfixia económica, etcétera.
Es cierto, cometen actos de intimidación inaceptables. Cuando se intenta detener a un periodista no solo se está atacando a un periodista en concreto, se está mandando un mensaje a un conjunto de medios y periodistas. Son actos que tienen la finalidad intimidatoria del conjunto de los medios de comunicación y periodistas y eso lo hace especialmente rechazable.
La violencia contra periodistas tiene un triple efecto: vulnera el derecho a expresar y difundir ideas, opiniones e información, viola los derechos de todas las personas y las sociedades a buscar y recibir información y genera un efecto amedrentador, de silenciamiento y autocensura de periodistas.
Frente a ello, el internet tiene un enorme potencial para expandir la libertad de expresión en su doble dimensión: como derecho de todas las personas a difundir e intercambiar ideas y como derecho a buscar y recibir información de todo tipo. La creciente expansión de la red a nivel mundial, hace de ésta un instrumento indispensable para el ejercicio pleno de los derechos humanos. Por ello, las políticas y prácticas en esta materia tienen que estar basadas en el respeto y garantía de los derechos humanos, especialmente del derecho a la libertad de expresión, el cual habilita y hace posible el ejercicio de otros derechos en Internet.