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Mafias peruano-bolivianas operan en el lago Titicaca con muelles ilegales y el paso sumergido de mercadería y droga

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El lago Titicaca está camino a convertirse en zona roja del contrabando y narcotráfico. Es la conclusión del periodista Iván Paredes del diario El Deber que este lunes publicó dos notas informativas producto de una investigación sobre las actividades ilícitas que se realizan cotidianamente en sus aguas.

Las mafias despliegan métodos novedosos y a la vista de todos para pasar mercadería y droga desde Perú a Bolivia. Crean muelles ilegales para que las lanchas lleguen a buen puerto y se puede descargar los productos. Momentos antes, esa mercadería cruza el imponente espejo de agua como si fuera un submarino. Estos bultos son amarrados perfectamente y viajan por debajo del bote como si fueran anclas.

El Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando detectó un muelle ilegal y rústico en las cercanías del municipio de Desaguadero, una localidad golpeada por el paso ilegal de mercadería desde Perú y también desde nuestro país hacia la nación vecina. En un informe militar se detalla que esta modalidad existe en varios puntos del lago Titicaca.

“Los muelles son rústicos e ilegales. Son construidos por las organizaciones que pasan contrabando desde el vecino país de Perú. Estos muelles son promontorios de tierra en plena orilla del lago Titicaca. La mayoría está cerca del municipio de Desaguadero. En estos muelles también se pudo verificar instalaciones de madera para descargar la mercadería”, dice un informe militar sobre estos muelles.

A uno de estos muelles le pusieron nombre. Se llama La Carroñera y está en pleno río Desaguadero, compartido entre Bolivia y Perú. Este embarcadero tiene 100 metros de largo y pueden ingresar vehículos hasta el punto de llegada de los botes. Al fondo existe plantas como la totora, como para tratar de camuflar la llegada de las embarcaciones.

“Hemos verificado el estado de funcionamiento de este muelle conocido como La Carroñera y que cada día crece más e incrementa el flujo de mercancías de contrabando a nuestro territorio. Por este lugar entran camiones de alto tonelaje, es el punto de ingreso de productos agrícolas y otro tipo de mercaderías que vienen desde Perú”, detalló el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas.

Según las autoridades ediles de Desaguadero, no tienen competencia para destruir o inhabilitar el muelle clandestino, aunque no descartaron hacer gestiones para su inhabilitación ante el Gobierno central. Sobre ese punto, el viceministro Vargas explicó que las Fuerzas Armadas deben recibir una autorización para derribar el muelle, pero no descartó que la Armada Boliviana tenga la potestad de acción, siendo que se trata de una instalación clandestina utilizada para el contrabando.

Según información de militares, el muelle La Carroñera opera en las noches, por lo general, pero existen también operaciones diurnas. En este punto se deja especialmente mercadería agrícola, en su mayoría papa y cebolla que se produce en Perú.

Al atracadero pueden ingresar camiones de alto tonelaje, debido a que existe una base de tierra en plena orilla del Titicaca. Incluso, según los pobladores, en algunas ocasiones llegaron embarcaciones grandes para dejar mercadería directamente a los camiones. Existen muchas personas que operan para descargar los productos. Luego, los bultos pasan por vías ilegales hasta La Paz.

El informe militar añade que se investiga si este muelle se utiliza también para que saquen productos desde Bolivia a Perú, principalmente gasolina, diésel y garrafas de gas licuado.

Este documento también explica cómo avanza la innovación de los contrabandistas para introducir mercadería ilegal y también droga por el lago Titicaca. Ahora estas organizaciones utilizan sus bultos ilícitos como anclas. Llevan los productos por debajo la embarcación, mientras la lancha avanza casi vacía arriba.

“Esta modalidad se la utiliza más para el transporte de drogas, que llega de Perú a nuestro país. Amarran bien los bultos y los dejan caer al agua. Están bien envueltos para que no ingrese agua. Así cruzan el lago Titicaca y se hacen ver como si no estuvieran llevando nada arriba. O sea, eso lo hacen para evitar los controles. Sin embargo, ya se encontraron varias embarcaciones que hacía ese tipo de modalidad de transporte”, declaró a este medo un efectivo militar que trabaja en operaciones en el lago Titicaca.

Desaguadero se convirtió en la puerta de ingreso al territorio nacional de la droga y contrabando de productos agrícolas, según el informe del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). Los contrabandistas internan la mercadería mediante el “raleo” a través de botes y vías alternas para evadir los controles militares.

En los operativos realizados por el Senasag y el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando en el puesto fronterizo del Desaguadero pudieron evidenciar que los productos de contrabando ya no entran en camiones de alto tonelaje, sino a través de las conocidas “hormiguitas” (señoras de pollera y vestido), que son las encargadas de recibir, introducir y comercializar los productos.

Antes la mercadería ilegal de Perú llegaba hasta el territorio nacional en camiones. Ahora, estas organizaciones dejan sus productos a las “hormiguitas”, quienes se asociaron con los trasportistas interprovincial para introducir al país de una caja tras otra. Esta es una información militar.

En Desaguadero las “hormiguitas” usan triciclos y botes para introducir los productos a territorio nacional. En este punto fronterizo las mafias se organizaron con los pobladores para que ayuden a alertar la presencia de uniformados u otro tipo de controles. Estas mafias son peruano-bolivianas.

La segunda nota informativa del periodista Iván Paredes señala que de Copani a Copacabana solo hay 30 minutos de viaje. Son 7,5 kilómetros que separan estas dos poblaciones. La primera en el lado peruano y la segunda, en el boliviano. A la primera llega la droga desde la selva peruana. Atraviesa el lago Titicaca en lanchas que llevan la cocaína sumergida bajo las embarcaciones.

Descargan en muelles ilegales y la llevan a Copacabana. De ahí, la sustancia controlada pasa a la ciudad de El Alto para luego ser distribuida por todo el país. Esta es una de las muchas rutas que existen de la droga que llega de Perú por el Titicaca.

El pueblo de Copani está en la provincia Yunguyo de Perú. Ahí se construyó un muelle para descargar la droga que llega de la selva peruana. El año pasado, siete personas desaparecieron y seis fueron encontradas ahogadas en el lago Titicaca. Estas personas partieron de ese embarcadero la noche del 3 de octubre de 2021 abordo de una lancha de madera con motor.

Según la Policía de Perú y la Marina de Guerra de Perú esta ruta normalmente es usada por narcotraficantes que transportan droga por el lago entre ambos países. A Copani se la conoce por sus actividades vinculadas al narcotráfico. Incluso en 2017 un alcalde de esa población estaba vinculado con las mafias dedicadas al transporte de drogas.

La Policía peruana tiene información de que las balsas que transportan droga operan por las noches. No siempre llegan a Copani, sino hay otras localidades donde descargan la cocaína.

De esos puntos la droga va a diferentes puntos de Bolivia. Uno de ellos es Copacabana, uno de los municipios de La Paz con más turismo por estar a orillas del lago Titicaca. Luego, la sustancia controlada pasa a El Alto por rutas con control escaso.

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) detectó que los traficantes en Desaguadero optan por pasar la droga en barcazas que circulan con normalidad bajo el puente donde estaba instalado el control de migración binacional.

Según la Felcn, existen más de 20 rutas que utilizan las mafias para pasar la droga de Perú por poblaciones del lago Titicaca. Estas organizaciones también utilizan “mulas” para pasar la droga. Son en su mayoría jóvenes que aceptan las ofertas por ser de escasos recursos. Les dan mochilas con “ladrillos” de cocaína y deben pasar por las poblaciones bolivianas.

Desde la localidad de Sandia, en el departamento de Puno, que es la puerta a los valles peruanos, se despacha la droga a las seis principales narcorrutas. Los destinos son Puerto Acosta, Copacabana y Desaguadero. Según un informe de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de Perú, de esta nómina las que se utiliza vía lacustre son las que llegan a Copacabana y Puerto Acosta. Ahora, también la droga llega hasta el puerto de Guaqui, zona con control militar.

Tanto Dirandro como la Felcn observaron que son los mismos comunarios de diferentes localidades peruanas y bolivianas que cooperan a las mafias con el paso de sustancias controladas, ya que estos pobladores reciben un pago para despejar vías y alertar sobre operativos policiales.


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