Argentinos sin entrada para la final exigen el “derecho” a la suya (a precio oficial)

En Argentina es usual cargar las tintas contra las personas de bajos recursos que caen en el círculo vicioso de los planes sociales, los subsidios y la “ayuda” gubernamental. Como es lógico, muchas estas personas terminan dependiendo de los políticos populistas y se niegan a un cambio estructural que termine con el modelo de asistencialismo. Más temprano que tarde, se crea la idea que tienen “derecho” a los planes y a vivir sin trabajar. Pero cuando uno mira en detalle a toda la sociedad argentina, se da cuenta que esta problemática afecta a todas las personas, de todo nivel de ingreso. La clase media quiere mantener el «derecho» a las tarifas subsidiadas y los empresarios nacionales la «garantía» que le limiten la competencia internacional. Ahora, en Catar, aparecieron los piqueteros mundialistas, que consideran que tienen derecho a su entrada para la final. A “precio oficial”, claro.

Claro que es comprensible la situación de angustia ante un escenario semejante. Estar en Catar, a horas de la final de la copa del mundo y sin entrada para acceder al estadio. La cuestión es que si hablamos de “haber entradas para la final”…lo cierto es que hay. De reventa, claro. El valor de las mismas pueden llegar hasta cuadruplicar el precio “oficial” de las que puso en venta la FIFA. Lógicamente, muchos argentinos en Doha no quieren correr ningún riesgo y ya desembolsaron los billetes necesarios para poder llegar a ver a Messi ganar con la seleción argentina si se alinean los planetas. Pero otros, los piqueteros más insólitos que se pueden encontrar en este momento, están protestando contra la AFA y la FIFA para que les den una entrada. La quieren pagar a “precio oficial”.

Ante las cámaras de televisión, los argentinos congregados en la puerta de las oficinas de la AFA, anoche amenazaban con pernoctar allí y pedían por la presencia del “Chiqui” Tapia, titular de la entidad. Entre los argumentos que esgrimían era el del costo de los tickets de reventa, que podían llegar hasta los 3000 dólares por unidad. Como si algo tuviera que ver, muchos de los indignados mencionaron que la gente del fútbol marroquí les daba gratis las entradas a sus ciudadanos, solamente con mostrar el pasaporte. Esta situación determinada hacía que los argentinos resalten como virtud el hecho que ellos no las querían gratis, pero sí al precio oficial de la FIFA.

Aunque la AFA consiguió 10000 tickets extras, que serían puestos a la venta mediante los canales oficiales en las próximas horas, los argentinos no estaban satisfechos con esto. Aseguraban que existía una posibilidad de no poder adquirirlas por ese modo, por lo que sugerían que alguien se haga presente allí y les venda las entradas al precio que ellos deseaban. Una locura total.

Lógicamente, el tema estuvo presente en los medios de comunicación de Buenos Aires, donde se consultó al analista Carlos Maslatón, que se encuentra siguiendo los partidos del mundial en Catar. Para el especialista en mercados financieros, la única solución es dejar que los precios libres, la oferta y la demanda, asignen los recursos en un contexto de libre mercado. Desde la pantalla de TN, Maslatón cuestionó los «prejuicios comunistas» que dejan esta idea fuera del debate.