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Otro tiroteo escolar en Estados Unidos

Victoria Doyle

Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara

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El pasado 24 de octubre Estados Unidos despertó con la triste noticia de otro tiroteo escolar. A las 9am Orlando Harris entro a Central Visual and Performing Arts High School en St. Louis, Missouri, hiriendo a nueve personas y matando a Alexandria Bell, una alumna de 15 años y a Jean Kuczka, una maestra de 61. Orlando era un exalumno de la escuela sin ningún tipo de récord criminal, tras un enfrentamiento con la policía, el atacante fue capturado y posteriormente murió en custodia policial.

Lastimosamente, este no es un incidente aislado. Desde el 2018 han habido 132 tiroteos escolares en Estados Unidos, 67 únicamente en lo que va del año. Un ambiente que debería de ser seguro y de desarrollo se ha convertido en unos de los principales objetivos de violencia. Esta es una cifra y situación inconcebible en cualquier otro país. En el 2019 se produjeron dos tiroteos en Mezquitas en Nueva Zelanda, dos días después hubo reformas a las leyes en armas. De manera contraria, Estados Unidos ha respondido con oraciones y buenos deseos a las familias afectadas, siendo esta una historia recurrente en los periódicos.

Tras tantas tragedias, es difícil de entender como el gobierno estadunidense no ha actuado de manera más tajante en un intento de proteger a su población, en este caso, a sus jóvenes estudiantes. A pesar de los múltiples acontecimientos de violencia por armas de fuego, sigue habiendo un fuerte apoyo a favor de estas tanto a nivel institucional y social.

A nivel institucional, el NRA (National Rifle Association) de manera continua hace lobbying entre políticos de todos los niveles a favor de la segunda enmienda y leyes más laxas en cuestión de portar armas. A nivel social, un estudio llevado a cabo por el Pew Research Center encontró que el 30% de adultos estadunidenses afirman contar con un arma personal. Esta cifra se eleva entre republicanos y demócratas; 44% de los republicanos tienen un arma, 20% demócratas tienen un arma.  En este mismo estudio se encontró que el 48% de la población estadunidenses considera violencia de armas es un gran problema actualmente, y el 53% afirman que las leyes en cuestión a armas deberían de ser más estrictas.

Al ser un país federalista, aquellos estados con mayor población demócrata tal como California han podido regular la portación de armas, a diferencia de Texas, un estado históricamente republicano, en el cual comprar un rifle es igual de fácil que comprar unas flores. La población pro-armas continua con un discurso de su derecho constitucional a defenderse y portar armas, pero ignoran el hecho que ese mismo derecho causa violencia a innumerables personas. Este no es un debate de izquierda contra derecha, republicanos contra demócratas; es una cuestión de qué medidas se deben de tomar para evitar otro suceso como el de St. Louis y proteger a sus ciudadanos. Un debido control de las armas que existen en un país y quienes las poseen no es un ataque a la democracia y la libertad, pero una garantía de seguridad y tranquilidad dentro del territorio.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Victoria Doyle

Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara

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