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No es la tierra; es mucho más que eso

Carlos Valverde

Analista político y periodista

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Sería ingenuo pensar que lo ocurrido en Las Londras y otros lugares de la Chiquitania es simplemente un asunto de “necesidad de tierra”.

“Tierras Fiscales” gritan como “autodefensa de su delito” los asaltantes pero invaden y pretenden adueñarse de tierras con títulos o en trámite y proceso de saneamiento, casi siempre de ciudadanos particulares, ganaderos, agricultores (en los sitios aptos para ello), en lugares muy bien geo-referenciadas por gente del INRA a 2000 km de distancia, entiéndase, la ciudad de La Paz.

Es tan impune el accionar de estos avasalladores que, en Santa Cruz, viéndose “medio acorralado”, el director local del INRA (Rojas) reconoció que los asaltantes tienen datos de muchas tierras que están en proceso que se supone esperan resoluciones y legalizaciones y tras de ellas vienen.

Puede ser cierto que entre los que vienen haya mucha gente necesitada de tierra; me niego a llamarlos interculturales, porque esa es una construcción política interesada; todos los bolivianos somos plurinacionales e interculturales porque sólo los nazis, en el siglo pasado pudieron haber creído en eso de la “limpieza e incontaminación” de sus “sangres y culturas”, de manera que usaré términos como “ex campesinos” o marginados urbanos, que es lo que son, quienes están con o sin trabajo en los centros urbanos altiplánicos (pocos de los valles), esperando la oportunidad de “hacerse de un pedazo de tierra” en el oriente, previo pago de $us 500, para los trámites (que se hacen en Pailón) con la seguridad de que ese dinero será multiplicado si acaso venden lo conseguido (eso es más rápido) o, lo trabajan, con lo que el retorno será más largo pero, la tierra producirá y sus hijos tendrán futuro.

Esto de los datos entregados “por alguien del INRA” (directriz política de alto nivel) no es nuevo; lo armó Nemesia Achacollo, la otrora poderosa mujer fuerte de Evo Morales, cuyos hermanos y gente de confianza fotocopiaban expedientes en trámite y “salían a negociar” con los propietarios o detentadores de las propiedades como si fueran un INRA paralelo (como los bautizamos en SIN LETRA CHICA) y extorsionaban por plata o por parte de terrenos. Achacollo fue presa por el Fondo Indígena y por sus relaciones y tratos, “hasta amigos”, hizo entre algunos agropecuarios y hasta ha sido, “dizque socia de más de uno”, pero eso es otra historia que algún día deberá ser contada como corresponde; acá, como en todo el mundo, hay quienes se inclinan por plata, por interés, a los planes de los delincuentes.

Ahora el modo de operar cambió: la nueva política “masista” es más atropelladora y violenta. El Presidente Arce Catacora pretende ser popular a costa de  permitir acciones como las que vemos; quiere o pretende la derrota de quienes considera sus enemigos e indignos de tener tierras en el territorio de “su supuesto poder” y que se lo recuerde como el hombre que doblegó a la burguesía y empresariado cruceño. Arce no entiende o entiende muy bien el modelo cruceño y por eso lo combate.

El masismo radical o los “filo-masistas”, que están en la raya de la ilegalidad, saben muy bien cuál es el potencial político y económico de la zona y avanzan y actúan en busca de sus objetivos que no son necesariamente los del gobierno nacional, que no sabe cómo evitar lo que pueda venir, si acaso lo ve venir.

Estamos en un tiempo de “violencia de baja intensidad”, aunque la misma está en marcha e in crescendo; los grupos armados (hago énfasis en el plural “los”) no son sólo ese que se descubrió en Las Londras, donde todo se salió de control y el anonimato, porque los asaltantes paramilitares o grupos irregulares fueron filmados y fotografiados por periodistas, sino que cada uno de los grupos interculturales puede estar resguardado de la misma manera; probablemente serán enviados al frente sin disimulo; ya no hay formas que guardar. El objetivo son las tierras para diversos fines: para venderlas, para establecer comunidades campesinas donde trasladarán a su gente que nunca ha visto la zona y establecerse; estos serán los menos. Eso se puede hacer para tener espacios desde dónde rodear los centros poblados de Santa Cruz , también, por supuesto, sitios desde dónde atacar, “enclaves” que les permitan ser los “dueños del espacio y la tranquilidad de la gente”; cobrar protección, sea al contrabando, al narcotráfico o a los propietarios de “nuevos loteadores”.

Colombia (por dar un país concreto) comenzó así en los 80´s, las escisiones de la guerrilla de izquierda, las escisiones de “los contras” o fuerzas de autodefensa, (derechistas) terminaron creando organizaciones con otros intereses (narcotráfico, protección y secuestro) y dominando grandes espacios en sus países; en Bolivia hay “emisarios” (entiéndase Cárteles) que, teniendo la experiencia que tienen, saben dónde cómo y dónde generar otras fuentes de ingreso; estos están en contacto, cuando no dirigidos por los grupos paramilitares del Chapare masista que mantiene, como aseguro en Coca Territorio Poder y Cocaína, un pie en el gobierno y otro en la radicalidad y la ilegalidad.

Los grupos armados no van a actuar en occidente porque allá no hay qué pelear; allá pueden dar seguridad a los “jucus” o a los contrabandistas pero no tienen espacio que pelear, porque las características son diferentes; no van a actuar en Chapare porque ese es su “santuario”; en Chapare, que viene a ser una especie de Territorio Feudal, donde Evo Morales manda a todos; donde como él mismo lo reconoció, siempre hay alguien que le haga las cosas, como las pozas para sus “tambaquís”, la llenada, la sembrada de alevines y hasta la cosecha”, para enviar “cargamentos a Venezuela”, allá, donde alguien le va a pagar bien. Alguien cree que sea así? Quedará testimonio? Sabrá él… allá es fácil inventar noticias de primera plana. Morales es el primer señor feudal en esta parte del sur continente americano y vive en Chapare, por eso Chapare no se toca ni se actúa ahí; el interés es, desde Chapare a la extensa frontera con Brasil, principalmente. 

Hay toda una estructura política que se mueve al margen de un gobierno que no se atreve contra ellos y más bien les da espacio: INRA, la ABT, los Interculturales y la ÚNICA son el brazo operativo “que guarda las formas legales” y coadyuva a que logren sus fines; estamos ante una idea que se camufla en lo ideológico y social, pero el objetivo es, principalmente económico.

Desde mis programas en radio y tv vengo advirtiendo lo que pasa y seguramente alguien dirá que es exageración; es sólo cuestión de pensarlo un momento y se va a llegar a las mismas conclusiones; nada de esto es casual, nada de esto es porque si; el gobierno actúa permisivo por 2 razones: la primera, porque está de acuerdo por ahora y, esto es más grave, no sabe cómo frenarlos.

Avisamos estamos.

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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Carlos Valverde

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