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Rojas es licenciado en ciencias políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tiene una maestría en ciencias políticas por la Universidad de Pittsburgh y un doctorado en ciencias del desarrollo por el CIDES-UMSA. Autor de varias publicaciones, actualmente es docente y coordinador del doctorado multidisciplinario en política, sociedad y cultura de la UMSA.
Desde los resultados de las elecciones subnacionales hay una arremetida, que empezó con la captura de la ex presidente Añez y que no ha parado, continuando con miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía, y con intimidaciones físicas a periodistas. El MAS no ha renunciado a una voluntad de escarmiento. Quieren imponer la versión del golpe. El victimismo es la postura favorita del masismo: agreden, generan reacciones y aparecen como víctimas”, señaló.
El politólogo dijo que en Arce no se ha visto un discurso de reconciliación y que en Choquehuanca ese discurso “no lo acompaña en la práctica. Lo de la wiphala más que una travesura fue una provocación”. “Están optando por el modelo del Caribe, de regímenes autoritarios que prácticamente hacen desaparecer a la oposición, como en Nicaragua. Se da un trato de enemigos a los opositores y la forma-sindicato se ha vuelto profundamente prebendal, utilizada para el acoso”, remarcó.
“El discurso de Arce en Expocruz fue muy agresivo. Con relación a Santa Cruz no quieren mayores acuerdos. Es la estrategia miope de creer en la fuerza numérica de movilización, sin tener razones y argumentos. El equipo gubernamental es muy débil. Más que ganar una siguiente elección por buena gestión, se intenta imponer por cualquier método una permanencia en el poder. La voz del caudillo azuza esta polarización”, indicó.
Rojas opinó que Arce “está siendo funcional a la inocultable ambición del caudillo y es importante que cerremos filas en el campo democrático. El horizonte desde el oficialismo es un régimen autoritario. La ley de ganancias ilícitas recuerda al Gran Hermano de Orwell, omnipresente en las finanzas personales, sin derecho a la privacidad”.
“Debemos darnos cuenta de la gravedad del asunto. Hay una agenda represiva intentando hacer legal lo inconstitucional. Es un buen momento todavía para parar esta arremetida. Quiero pensar que hay figuras lúcidas dentro del MAS que entienden que un derrotero como el de Nicaragua no es lo deseable para Bolivia”, subrayó.
En relación a la baja confianza en el presidente, evidenciada por una reciente encuesta, dijo que “la legitimidad de Arce empieza a estar en entredicho. El cuestionamiento que hace al proceso de transición pone en duda su propia legitimidad. Ha ido creciendo la tesis del golpe, que no es ni será mayoritaria porque lo hemos vivido al 2019, algo tan profundamente ciudadano y con una gran extensión territorial”.
“Es posible revertir la orientación hacia un régimen autoritario, pero eso no va a ocurrir de la nada. Hay que despojarse de egos y no necesitamos un abanderado, sino un bloque que conduzca la resistencia ante las imposiciones inconstitucionales alentadas por segmentos grupales y oligárquicos”, enfatizó.