Javier Román Roig: “Santa Cruz se ha convertido en el hub multicultural de las startups”
Javier Román Roig, cofundador y CFO de tuGerente, analizó el estudio “Ecosistema en la práctica: El caso de las startups en Bolivia”, donde se levanta información que ayuda a entender el estado, la creación y situación actual de las startups en el país.
Escucha la noticia
Román Roig es uno de los coautores del estudio, junto a Omaira Saucedo y Corina Marion. La iniciativa contó con el apoyo de la Agencia Santa Cruz Innova de Cainco, la Fundación IES y el BID.
“El estudio ha dado muchas luces para el ecosistema de startups. Puede ser un puntal para generar muy buenos cambios y para entender qué es lo que está sucediendo hasta ahora, cómo se están interrelacionando los actores, qué está pasando en temas de género o en distribución geográfica”, señaló.
El experto dijo que, dentro de los principales hallazgos, se estableció que “el perfil promedio de los fundadores de startups es de 34 años, la presencia de la mujer en los equipos fundadores es muy baja y ni una de las startups que han levantado más de un millón de dólares tiene una mujer en el equipo fundador. Hay mucho que hacer en eso, pero vemos que existe un cambio y poco a poco está acortándose esa brecha en liderazgo femenino”.
“Hay buenas noticias, con más startups que están levantando capital. El levantamiento más grande se ha realizado este último año. Santa Cruz se ha ido convirtiendo en el hub multicultural de las startups. El 61% de las startups en Bolivia tiene su base de operaciones en Santa Cruz. De todas las que hay en Santa Cruz, el 50% (de los fundadores) no son personas nacidas aquí sino en el resto de Bolivia o en el extranjero. Cada vez se hace más cosmopolita. El 64% de los fundadores de Cochabamba tiene su startup en Santa Cruz, un 37% de los fundadores de La Paz han puesto o movido su startup a Santa Cruz. Es el 50% para el resto de Bolivia”, detalló.
Sobre el impacto en la cultura del emprendimiento, dijo que, si bien “el número de startups comparado con el de emprendimientos en general es pequeño, si hablamos de cambio sistémico y de comportamiento las startups son algunas de las empresas claves. Uber ha cambiado nuestra forma de transportarnos, ahora ha entrado Yango a Bolivia, lo mismo sucede con Airbnb. Lo mejor es que haya startups que vayan creciendo desde acá, no sólo para exportar servicios, sino para tener su base de operaciones en Bolivia y así hablar de un hub fuerte y sólido, que va a tecnificar a nuestra población, nos va a hacer mucho más competitivos”.
“En esta investigación, por primera vez se le dio una voz a las startups muertas que cerraron sus operaciones, queríamos entender por qué cerraron. En el 44% de los casos, la principal razón fue la falta de financiamiento, la falta de capital disponible. Hay liquidez pero existe poca sofisticación de los inversores para levantar capital y en ese momento mucho menos. Hace 3 o 4 años atrás el escenario era totalmente distinto, ahora se están normalizando las prácticas en las startups, que son menos de 200 en todo el país. El objetivo no es tener 2.000 o 4.000 startups, el objetivo es que de estas 200 aparezcan unas 30 que sean enormes y cambien el comportamiento”, remarcó.
Román Roig indicó que se hicieron dos casos de estudio “con sus notas de enseñanza, para que sean incorporados en la academia y estudiados en las universidades. Estudiamos a Koban como un caso de levantamiento de capital y a Quantum Motors como un caso de innovación e impacto de inclusión financiera. Ambas son startups locales, para poder aprender con casos de nuestra propia idiosincracia y región”.
“Es una industria distinta y dentro existen muchas subindustrias. Es una forma de hacer empresa distinta. Sucede en ambos lados de la mesa: los financiadores y los fundadores, ambos equipos se tienen que especializar y sofisticar, en cómo es el lenguaje, las prácticas de financiamiento, la entrada en el mercado, la creación del producto mínimo viable. Los inversores deben identificar las señales o red flags que uno tiene que evitar entre los fundadores. La confianza se traduce en mayores inversiones. Los primeros levantamientos son cada vez más fuertes, son los cimientos para que tengamos una industria de capital de riesgo enfocada en startups que sea sólida”, señaló.
El experto consideró que las startups “están creciendo y generando resultados. Muchos están levantando capital afuera porque les cuesta levantarlo en Bolivia, cuando esa debería ser la primera fase, para poder escalar. Hay startups que se han expandido a Perú, Paraguay y México, armando sus propias conexiones, no porque tengamos convenios de libre comercio con estos países, que facilitarían mucho más esa internacionalización. Una vez se está en otro país, se levanta el capital local de allí, que probablemente tenga una industria de capital de riesgo más consolidada que en Bolivia. Existen condiciones para crear startups mundiales con una base de operaciones en Bolivia, que puede convertirse en un lugar atractivo para que vengan startups de otros países, gente interesada en trabajar o que trabajan de forma remota para startups bolivianas”.
Sobre los talentos que se requieren para desarrollar esta industria, dijo que “se necesitan personas en el lado tecnológico, pero principalmente es una cuestión de mentalidad, de apertura para trabajar en un ambiente distinto y estar comprometido con la visión. Necesitamos tener más personas enfocadas en programación, pero lo mismo vale para marketing, el área comercial, atención al cliente, gestión del producto, áreas de operaciones, finanzas y el área legal, donde sepan adaptarse a cómo funciona una startup, sabiendo que al comienzo va a ser un caos y tendrán que salir de su zona de confort”.
Añadió que el estudio disponible está disponible on line en plataformas de Cainco y la Fundación IES, y que pueden solicitarse las teaching notes al correo info@fundacionies.org.
