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José Rafael Vilar: “Castillo se convertía en dictador al gobernar por decretos-ley”

José Rafael Vilar analizó las causas que provocaron la salida del ex presidente del Perú, Pedro Castillo, el autogolpe de Estado y las perspectivas del gobierno de sucesión constitucional.

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Vilar es analista, columnista, consultor comunicacional y estratega electoral.

“El mismo entorno de Castillo no sabe por qué se tomó la decisión. La primera ministra, que llevaba dos días en el cargo, convoca a los ministros y Castillo lee el comunicado donde disolvía el Congreso, declaraba Estado de excepción, gobierno por decretos-ley y una nueva Constituyente. Fue un calco de lo que leyó Fujimori en el ´92 para disolver el Congreso. La diferencia fundamental es que Fujimori tenía un 80% de aprobación y el apoyo del ejército y policía, era además la época de Sendero Luminoso y el MRTA. Castillo no tenía ese apoyo, ni sus mismos ministros sabían lo que había pasado y la mayoría empiezan a renunciar en bloque. Legalmente es un autogolpe, se convertía en dictador al gobernar por decretos-ley”, explicó.

Vilar recordó que “por la mañana, antes de su declaración se estaba acercando (en el Congreso) la cantidad de votos necesarios para vacarlo. Pero al final se pasó abrumadoramente esa cantidad. Sólo 6 votaron en contra y 10 se abstuvieron o no se presentaron, entre 130 congresistas”.

“La Constitución del ´93, que es la que está vigente con algunas reformas, instaura un sistema semipresidencialista, con muchas salvaguardas del lado presidencial y congresal para que puedan controlarse, pero el peso fundamental está del lado del Congreso. Después de Fujimori, ningún presidente logró mayoría en el Congreso y han tenido que hacer continuos compromisos. Sólo dos no han tenido cuestionamientos legales, los dos presidentes transitorios, Valentín Paniagua y Francisco Sagasti. Todos los demás han tenido algún problema: Toledo está en Estados Unidos con pedido de expulsión, Alan García se suicidó cuando lo iban a detener, Kuczynski tuvo que renunciar y tiene procesos, aunque no se le ha hecho acusación formal; Viscarra tiene acusación y Ollanta estuvo preso. No es sólo por una gran política corrupta, sino también por el diseño del sistema, que hace que el gobierno dependa mucho del Congreso, que hace lo posible por reafirmar su poder”, precisó.

El analista opinó que parte del problema estaría en la debilidad del sistema de partidos políticos, ya que “los congresistas y los presidentes representan sólo a minorías. Eso le quita confianza al ciudadano. Castillo triunfa porque era un antisistema, que fue absorbido por un partido regional de extrema izquierda”.

“Dina Boluarte (la nueva presidenta) también estaba acusada de temas de corrupción con su familia, con un proceso dentro del Congreso para inhabilitarla. Días antes de toda la situación se archivó el proceso de Boluarte. Ya se pensaba en bajar a Castillo, con la sucesión natural a la primera vicepresidenta. Boluarte se reunió con una gran cantidad de partidos, menos con la izquierda y la ultraizquierda. Su gabinete va del centro a la derecha. Primero habló de completar el periodo y estar hasta el 2025, lo que era un error. Ahora plantea estar hasta abril del 2024, para hacer una reforma constitucional y evitar que el Congreso y el Ejecutivo se estén tensionando mutuamente. Pero eso llevaría un tiempo mayor. Antes de estos sucesos había un 82% de desaprobación del Congreso y Castillo tenía un 67% de desaprobación. Hay que ver hasta dónde se logran contener las protestas y el arco político le da un respaldo a esta transición”, señaló.

Vilar dijo que “paradójicamente, Perú ha logrado conservar una macroeconomía estable. El año pasado creció más del 13%, recuperó la caída que había tenido en la pandemia y la sobrepasó. Sus indicadores son positivos”.

Sobre las reacciones internacionales, el experto remarcó que “descartando a Cuba, Nicaragua y Venezuela, los dos únicos presidentes que han apostado por Castillo han sido Andrés Manuel López Obrador y Luis Arce, que hablaron de un golpe de la oligarquía contra Castillo. México incluso mantiene la condición de asilado para Castillo, a pesar de que está detenido”.


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