Centros de Progreso, Parte 35: Agra (arquitectura)
Chelsea Follett destaca la arquitectura indo-mogal de Agra como uno de los grandes avances de la humanidad en las artes.
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Por Chelsea Follett1
Hoy presentamos la trigésima quinta entrega de la serie de artículos publicados por HumanProgress.org llamada Centros de Progreso. ¿Dónde ocurre el progreso? La historia de la civilización es, en muchos sentidos, la historia de la ciudad. Es la ciudad la que ha ayudado a crear y definir el mundo moderno. Esta serie de artículos brindará una breve introducción a los centros urbanos que fueron sitios de grandes avances en la cultura, economía, política, tecnología, etc.
El trigésimo quinto Centro de Progreso es Agra durante la edad de oro de la ciudad en la época del Imperio Mogol (1526–1857). En Agra, diferentes culturas convergieron para crear lo que muchos creen que es el mayor logro arquitectónico de la humanidad: el Taj Mahal (construido entre 1631 y 1653).
Situada en una amplia llanura a orillas del río Yamuna en el estado indio de Uttar Pradesh, Agra alberga a aproximadamente 1,6 millones de personas. La ciudad es conocida por sus artículos de cuero, alfombras tejidas a mano, artesanías de piedra y arenisca roja distintiva. También es conocida por su cocina Mughlai, que ha evolucionado considerablemente desde los días en que los emperadores mogoles cenaban comida salpicada de plata. Como un importante cruce de carreteras y ferrocarriles, así como una parte del circuito turístico del “Triángulo Dorado” de la India, Agra es un centro de transporte. El turismo es un factor importante en la economía de Agra, y la ciudad contiene dos sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el Fuerte de Agra y el Taj Mahal.
El área donde ahora se encuentra Agra ha llamado la atención desde la antigüedad. Se hace referencia a Agra en el antiguo poema épico en sánscrito Mahabharata, que menciona “el bosque de Agravana”. Pero fue el famoso erudito griego Claudio Ptolomeo, que vivía en Alejandría a casi cuatro mil millas de distancia, quien proporcionó el primer uso registrado en la historia del nombre “Agra”. “[E]s fácil reconocer el Yamuna, el río que después de pasar por Delhi, Mathura, Agra y otros lugares, se une al Ganges”, señaló Ptolomeo en su obra Geographia (La Geografía), publicada en el año 150 d.C.
A pesar de estas antiguas raíces, según la tradición, Agra fue fundada en el año 1504, cuando el sultán Sikandar Lodi la convirtió en la capital desde la que él y más tarde su hijo, el sultán Ibrahim Lodi, gobernaron el Sultanato de Delhi.
Pero Agra realmente saltó a la fama bajo el Imperio Mughal, fundado por el cacique Babur nacido en Uzbekistán (1483–1530) en 1526, quien conquistó Agra y tomó el trono del joven Lodi. Hizo construir el Ram Bagh, o el Jardín de la Relajación, a orillas del río Yamuna, donde permanece como el jardín mogol más antiguo que existe. La nuera de Babur, la emperatriz Bega Begum, inició la tradición de la dinastía de tumbas palaciegas en el subcontinente indio en 1558 cuando encargó un elaborado lugar de descanso final para su esposo, el hijo de Babur, el segundo emperador mogol Humayun. Creada por arquitectos de Persia y siendo la primera tumba-jardín en India, esta impresionante estructura en Delhi pronto sería eclipsada por las tumbas de Agra.
El imperio se expandió enormemente bajo el hijo de Humayun, el tercer emperador mogol, Akbar el Grande (1542–1605). Akbar se centró tanto en la expansión territorial como comercial, conquistando tierras y fortaleciendo los lazos comerciales con los recintos vecinos. La población de Agra aumentó bajo Akbar, alcanzando hasta 800.000 personas.
Akbar rediseñó y levantó las imponentes murallas del Fuerte de Agra y encargó el Buland Darwaza, o “Puerta de la Victoria”, de 15 pisos de altura, en las afueras de Agra, que sigue siendo la entrada más alta del mundo. Akbar era, para su época, inusualmente tolerante con otras religiones. Revocó el impuesto habitual sobre los no musulmanes (el jizyah) y puso fin a la pena de muerte por la conversión del islam al hinduismo. Creó una institución religiosa conocida como Ibādat Khāna (“Casa de Culto”), que fomentaba los debates filosóficos y teológicos inter-religiosos.
Akbar también participó personalmente en un experimento radical de sincretismo religioso, promulgando lo que algunos historiadores describen como un programa de entrenamiento espiritual y otros llaman una nueva religión. El movimiento, llamado Din-i Ilahi, intentó reconciliar y fusionar el islam, el hinduismo y el zoroastrismo e incorporó elementos del cristianismo, el jainismo y el budismo. Akbar buscó promover lo que él vio como los mejores aspectos de estas diferentes religiones –como el fomento del vegetarianismo por parte del hinduismo y el principio central del islam de Tawhid, o monoteísmo. Muchos de sus contemporáneos musulmanes consideraban al emperador un hereje (al igual que muchos musulmanes en la actualidad), pero las opiniones inusuales de Akbar ayudaron a aumentar su popularidad entre sus muchos súbditos hindúes.
Akbar tomó varias costumbres nativas, participó en Diwali y otros festivales locales y mostró entusiasmo por la literatura sánscrita, que él había traducido. Su hijo Jahangir y su nieto Shah Jahan tampoco comían carne de res por deferencia a las creencias hindúes. El multiculturalismo continuó definiendo el Imperio mogol durante siglos después de la muerte de Akbar e influyó en la arquitectura de Agra.
La tumba de Akbar se encuentra en Sikandra, en las afueras de Agra. Construida con piedra arenisca local de color rojo oscuro y decorada con hermosas caligrafías y patrones geométricos, la tumba combina estilos de arte musulmán e indio nativo. La tumba se destaca por sus cuatro minaretes con techo de chhatri (pabellón en forma de cúpula) de mármol blanco, que pueden haber inspirado características similares en el Taj Mahal. El cuerpo de la esposa favorita de Akbar, Mariam, descansa en otra tumba elaborada, también en Sikandra.
Pero la tuba más destacada de Agra, además del Taj Mahal, es la Tumba de I’timad-ud-Daulah. Apodado el “Baby Taj”, es la precursora directa del Taj Mahal. I’timad-ud-Daulah fue un funcionario mogol de origen persa que se desempeñó como primer ministro bajo el hijo de Akbar y Mariam, el emperador Jahangir (1569–1627), y cuya hija se casó con Jahangir. Construida entre 1622 y 1628, la tumba representa una evolución desde la primera fase de la arquitectura mogol monumental –construida principalmente con arenisca roja, como en las tumbas de Humayun y Akbar– a una nueva fase, con quizás una mezcla aún más pronunciada de diferentes tradiciones arquitectónicas. La elección del mármol blanco puede haber estado influenciada por las prácticas hindúes “establecidas en el Vishnudharmottara Purana [un texto sagrado en sánscrito], que recomendaba la piedra blanca para los edificios de los brahmanes”.
La síntesis intercultural fue una característica clave de la arquitectura mogol de Agra, que mezcla los estilos indio, persa y turco, entre otros. El Islam tiene una tradición más amplia de sincretizar diferentes estilos arquitectónicos, como en la Mezquita-Catedral de Córdoba y el Real Alcázar de Sevilla. Si bien los arquitectos musulmanes probablemente se inspiraron en su fe –un hadiz famoso dice: “Dios es hermosos y ama la belleza”– también se vieron limitados por ella: una interpretación prominente del Islam prohíbe representar personas o animales. Como resultado, los artistas musulmanes a menudo evitaban esculpir o pintar personas y animales (con notables excepciones, como la tradición pictórica de las “miniaturas persas”), y en su lugar desarrollaban experiencia en caligrafía, poesía y arte basado en patrones geométricos abstractos. Estos diseños anicónicos se encuentran entre las características más distintivas del arte islámico y decoran objetos de todo tipo, desde alfombras hasta objetos de barro. Junto a las inscripciones caligráficas, también adornan de forma destacada las superficies de la arquitectura islámica monumental. Sin embargo, incluso estos patrones distintivos son, en última instancia, el resultado de la mezcla cultural. Según el Museo Metropolitano de Arte:
“Si bien la ornamentación geométrica puede haber alcanzado un pináculo en el mundo islámico, las fuentes tanto de las formas como de los patrones intrincados ya existían en la antigüedad tardía entre los griegos, romanos y sasánidas en Irán. Los artistas islámicos se apropiaron de elementos clave de la tradición clásica, luego los complicaron y elaboraron para inventar una nueva forma de decoración que enfatizaba la importancia de la unidad y el orden”.
Continuando con el ciclo virtuoso de préstamos interculturales artísticos, muchos diseños geométricos islámicos notables –como los arabescos o patrones de zarcillos entrelazados, y Girih, o patrones angulares en forma de nudo– inspiraron a artistas cristianos en Italia y en otros lugares. “Arabesque” es, de hecho, una palabra francesa derivada del término italiano arabesco, que significa “al estilo árabe”. La inspiración artística fluyó en ambas direcciones, con artistas y arquitectos musulmanes y cristianos continuamente tomando prestadas ideas unos de otros. Por ejemplo, la elegante técnica de incrustación de joyas de pietra dura o parchin kari, desarrollada principalmente en la época del Renacimiento en Florencia con el generoso patrocinio de la familia Medici, se utilizó de manera destacada en las obras de arte de Mughal. El “Baby Taj” de Agra hizo un amplio uso de esa técnica de incrustaciones, pero se considera que el uso más elegante de pietra dura en la historia de la arquitectura se encuentra en el propio Taj Mahal.
El Taj Mahal fue encargado por el hijo de Jahangir, el afligido emperador Shah Jahan (1592-1666), para su esposa favorita, Mumtaz Mahal (1593-1631), que significa “Joya del palacio”. “Taj Mahal” se deriva de su nombre. Si bien Shah Jahan tuvo otras dos esposas, fueron consecuencia de matrimonios políticos y las ignoró en gran medida. Se sabe que el emperador era inseparable de Mumtaz Mahal, quien lo acompañó en sus viajes imperiales e incluso en sus campañas militares.
Trágicamente, incluso la familia de un emperador no estaba a salvo de las tasas horriblemente altas de mortalidad infantil y mortalidad materna en ese momento. Mumtaz Mahal murió a los 38 años por complicaciones relacionadas con el parto. Solo la mitad de sus 14 hijos sobrevivieron hasta la edad adulta, 4 murieron en la infancia, 1 murió a la edad de año y medio, 1 murió de viruela a los 3 años y otro murió de viruela a los 7 años.
Según la leyenda, mientras Mumtaz Mahal agonizaba, hizo que su esposo le prometiera construirle el mausoleo más hermoso conocido por el hombre.
El Taj Mahal fue construido en 22 años por más de 20.000 artesanos, algunos convocados desde lugares tan lejanos como Italia y Persia. Se cree que los adornos caligráficos prominentes son obra de Amanat Ali Khan Shirazi, el hermano persa del primer ministro de Shah Jahan. Se cree que Ran Mahal, de Cachemira, la región más septentrional del subcontinente indio, diseñó los magníficos jardines del complejo. Una teoría controvertida afirma que un joyero veneciano que vivía en Agra, Geronimo Veroneo, participó en el diseño del Taj Mahal. El arquitecto principal probablemente fue Ustad Ahmad Lahouri, un persa que puede haber venido del actual Paquistán o Afganistán. A Ustad Isa de Shiraz en el Imperio Safavid (actual Irán), que también puede haber sido en parte turco, se le atribuye el plan del sitio. El propio Shah Jahan desempeñó un papel activo en el diseño del Taj Mahal, haciendo “las modificaciones apropiadas a lo que los hábiles arquitectos habían diseñado después de pensarlo mucho y les hacía preguntas competentes a los arquitectos”.
Los materiales de construcción del Taj Mahal también vinieron de cerca y de lejos, con su famoso mármol blanco traído de la provincia vecina de Rajasthan, el jaspe de Punjab y los adornos de jade y cristal de China. El lapislázuli, la cornalina, la madreperla, el ágata y la esmeralda también se encontraban entre las gemas y piedras preciosas utilizadas en el diseño del Taj Mahal. Se cree que el edificio costó alrededor de 1.000 millones de dólares estadounidenses de 2020. Peter Mundy, un inglés que vivía en Agra en ese momento, describió la construcción de esta manera (con la ortografía modernizada para facilitar la lectura):
“Este Rey ahora está construyendo un sepulcro para su difunta Reina Taj [Mumtaz] Mahal … Tiene la intención de que supere a todos los demás … La construcción se inicia y continúa con un trabajo y costo excesivos, procesada con extraordinaria diligencia, oro y plata … y mármol”.
Existe un consenso internacional generalizado de que el Taj Mahal representa un pináculo de belleza arquitectónica. Escriba “edificio más hermoso” en un motor de búsqueda de Internet y es probable que aparezca el Taj Mahal. El sitio web de Google Arts & Culture en el Taj Mahal dice: “Se considera el edificio más hermoso jamás construido”. La Enciclopedia Británica dice: “Una de las composiciones estructurales más bellas del mundo, el Taj Mahal es también uno de los monumentos más emblemáticos del mundo”. National Geographic señala de manera similar: “El Taj Mahal es ampliamente considerado como uno de los edificios más hermosos jamás creados”. El Museo Metropolitano de Arte está de acuerdo y cuenta al Taj Mahal “entre los edificios más hermosos del mundo”.
La famosa tumba del Taj Mahal forma la pieza central de un complejo de 42 acres, que también incluye una mezquita y una casa de huéspedes. Estas maravillas arquitectónicas se encuentran en un extenso jardín rodeado por tres lados por paredes de arenisca roja adornadas con cúpulas y almenas. La cúpula principal de la tumba tiene casi 115 pies de altura. La estructura similar a un palacio es famosa por su proporcionalidad, suntuosa atención al detalle y simetría. Se ve igual desde todos los lados, excepto el que mira hacia el río Yamuna, que era la entrada del rey de luto –que cruzaría el río en una barcaza para presentar sus respetos a su difunta esposa. La acústica del interior del Taj Mahal es notable, teniendo, según la web oficial del gobierno del monumento, “un tiempo de reverberación (el tiempo que transcurre desde que se hace un ruido hasta que se apagan todos sus ecos) de 28 segundos proporcionando una atmósfera donde las palabras de los Hafiz, mientras oraban por el alma de Mumtaz, permanecerían en el aire” (Un Hafiz es alguien que ha memorizado el Corán).
Shah Jahan afirmó que la belleza del Taj Mahal hizo que “el sol y la luna derramaran lágrimas”. Se dice que intentó hacer de la tumba una réplica terrenal del palacio que creía que habitaría Mumtaz en el paraíso. El premio Nobel indio Rabindranath Tagore describió el Taj Mahal como una “lágrima en la mejilla de la eternidad”. El poeta persa Kalim Kashani escribió: “Es un [pedazo de] cielo del color de la cara brillante del amanecer, porque de arriba abajo y de adentro hacia afuera es de mármol … El ojo puede confundirlo con una nube”. El Taj Mahal también ha sido llamado “un poema en piedra”. También es una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.
El último de los gobernantes mogoles en encargar una arquitectura notable fue el hijo de Shah Jahan y Mumtaz Mahal, Aurangzeb (1618-1707), que no estaba especialmente interesado en la arquitectura pero mandó a construir dos mezquitas impresionantes, así como la Bibi Ka Maqbara (“Tumba de la Dama”) para su esposa –que se parece mucho al Taj Mahal. En lugar de construir una tumba separada para su padre, Aurangzeb hizo enterrar a Shah Jahan junto a Mumtaz Mahal (Mumtaz Mahal se encuentra en el centro del Taj Mahal, y la ubicación asimétrica de Shah Jahan a su lado sugiere que la tumba originalmente estaba destinada a contener solo a Mumtaz Mahal). Las maravillas arquitectónicas de Agra continúan atrayendo a miles de visitantes de todo el mundo cada año.
Si bien los gustos difieren, y algunos pueden favorecer diferentes estilos arquitectónicos, tal vez prefiriendo los arcos góticos de la Abadía de Westminster en Londres o las obras maestras del Art Nouveau de Antoni Gaudí en Barcelona, no hay duda de que Agra alberga algunos de los más impresionantes y visualmente agradables complejos arquitectónicos jamás construidos. Al igual que las pinturas renacentistas de Florencia o las sinfonías clásicas de Viena, la arquitectura indo-mogol de Agra representa un punto culminante del logro humano en las artes. Agra demuestra el potencial artístico de los préstamos e intercambios interculturales. Es por estas razones que el Agra del siglo XVII tiene su lugar como nuestro trigésimo quinto Centro de Progreso.
1es editora de HumanProgress.org, un proyecto del Instituto Cato que busca educar el público acerca del progreso humano a nivel mundial.
*Este artículo fue publicado originalmente en elcato.org el 01 de julio de 2022
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo