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Los últimos conflictos en los que se enfrentaron el gobierno y diversos sectores sociales pusieron en evidencia los límites del poder. La acumulación de recursos institucionales, económicos, políticos y coercitivos con los que cuenta el ejecutivo no fueron suficientes para asegurar que sus decisiones tuvieran un carácter vinculante.
La pérdida de capacidad vinculante de las decisiones gubernamentales muestra una nueva faceta del proceso de cambio tras asumir la presidencia Luis Arce. El ajuste de cuentas con la gestión de la ex presidente Añez y la persecución de quienes estuvieron involucrados en el supuesto “golpe de Estado”, dieron alas al gobierno, en principio, para acelerar el proceso de transición hacia un Estado socialista.
En ese afán de acumular más y más poder en manos del gobierno central y de alcanzar el control total de la sociedad, el gobierno de Arce impulsó el control de la administración de la Asociación de Productores de Hoja de Coca de La Paz (ADEPCOCA), la aprobación de la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y del Decreto Supremo 4641, orientado a implementar el carnet de vacunación contra la COVID.
Estos tres conflictos no fueron favorables al gobierno de turno puesto que sus definiciones iniciales tuvieron que retroceder frente a la movilización social. Este hecho muestra que el control de las principales instituciones políticas y económicas se ha tornado insuficiente para gobernar.
El límite al poder del Estado, por tanto, no deviene de la institucionalidad formal, controlada de manera absoluta desde el órgano legislativo, ejecutivo, judicial y electoral, sino de la movilización social. Es la sociedad organizada que se ha convertido en un freno a los designios del poder, de ahí que, la nueva frontera del poder se localiza en las organizaciones sociales.
Empero, no todas las organizaciones sociales tienen la capacidad de doblar el brazo al gobierno. Con excepción de los productores de hoja de coca de los Yungas, que desde el año 2017 confrontaron al gobierno por el control del mercado de la coca, las otras organizaciones sociales como: pequeños comerciantes, transportistas, maestros, cooperativistas mineros, juntas vecinales y comunidades indígenas fueron y son parte del proceso de cambio.
Son organizaciones que administran como sus principales recursos su relevancia demográfica, económica y “capacidad de movilización y bloqueo”, los cuales les han permitido horizontalizar su relación con el gobierno. Estos recursos eran administrados anteriormente por el gobierno de Evo Morales de manera vertical y discrecional; empero, hoy en día, esa relación de poder se ha desplazado hacia un nuevo escenario, en el que las organizaciones sociales buscan ser participes de los procesos de toma de decisiones.
Los eventos del año 2019 que desembocaron en la salida de Evo Morales del poder, junto a sus cercanos allegados, y aquellos que propiciaron el retorno al poder del MAS en 2020, son parte de esta nueva historia de autonomización e independencia de las organizaciones sociales y de cambio en las relaciones de poder al interior del MAS.
Las consecuencias de esta transformación en las relaciones de poder al interior del instrumento político son profundas, ya que desmontan la imagen de un liderazgo único e intransferible y posibilitan un cambio en las “disposiciones cognitivas” de este sujeto popular – plebeyo, que ha tomado conciencia de su fuerza y potencia frente a cualquier gobierno y formas autoritarias de ejercicio del poder.
Más aún, este proceso de “emancipación mental” del sujeto popular-plebeyo revela el alejamiento de los diferentes sectores sociales de un proyecto socialista y colectivista a ultranza. La afectación de sus intereses individuales y colectivos les obligó a enfrentar las políticas gubernamentales y ha revelado, al mismo tiempo, el talón de Aquiles de este último: el MAS depende de las organizaciones sociales y no a la inversa.
*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo
