Política

Secretaría de Fortalecimiento de la OEA ratifica los hallazgos fraudulentos en las elecciones bolivianas de 2019

“Nunca se va a poder tener confianza en esta elección, por la manipulación, la cantidad de irregularidades, y por la destrucción de evidencia informática y material", dice la instancia de la OEA.

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Dos semanas después de que el Gobierno cerrara el caso fraude y pusiera en entredicho los hallazgos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones generales de 2019, la entidad expresó su respaldo al informe entregado más de un año atrás. A través de un comunicado, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la Secretaría General de la OEA aseguró que “no es, ni será posible, garantizar la integridad de los datos y dar certeza sobre los resultados de esa elección”, informó Página Siete Digital.

“La Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha tomado conocimiento de un estudio encargado por la Fiscalía General de Bolivia. (…) Habiendo analizado el documento, la Secretaría se ve en la obligación de señalar los errores y las omisiones más evidentes del mismo, así como de reiterar los hallazgos del Análisis de Integridad Electoral realizado por la Organización en 2019, y concluye que no es, ni será posible, garantizar la integridad de los datos y dar certeza sobre los resultados de esa elección”, publicaron en su página web.

El comunicado se produce en respuesta a la “Pericia en el Área de Seguridad Informática y Administración de Redes”, realizada por el grupo de investigación Deep Tech Lab de Bisite, de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, y presentada el 27 de julio por el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa.

El trabajo fue realizado con base en el análisis de “evidencias” proporcionadas por el Ministerio Público y entre sus conclusiones se encuentran que hubo “usuarios no identificados” que tuvieron acceso al sistema informático del conteo de votos, los cuales pudieron modificar datos y borrar evidencias, y que hubo “negligencia” por parte de la empresa encargada de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), pero que no hubo “manipulación de datos”, que pudiera haber alterado los resultados.

“El estudio pericial, pagado por la fiscalía, se refiere única y exclusivamente a temas informáticos con base en información desconocida y proporcionada por el ente estatal, y no abarca otros asuntos de suma importancia para comprender de manera integral los hechos de 2019. Asimismo, este ejercicio se llevó a cabo mucho tiempo después de la elección, fue realizado a distancia, por un equipo sin experiencia en materia electoral y contratado por la propia fiscalía”, recuerda el comunicado de la OEA.

“Sin sustento técnico desde el punto de vista electoral y con base únicamente en la comparación de algunos campos de las bases de datos, el informe parcial presentado por académicos afirma que ‘se ha demostrado que esta gestión inadecuada de los sistemas informáticos no supuso una manipulación de los datos’ . Llama la atención que llegan a esta conclusión sin haber logrado identificar las imágenes de actas del TREP que se utilizaron también en el cómputo, desconociendo el grado de alteración que poseen, ignorando que no existe registro de los cambios o de quiénes los hicieron y que era posible eliminar evidencias, tal como ocurrió”, señalan.

El organismo destacó que existen similitudes entre su informe y la pericia española, aunque también se muestran “significativas omisiones”. Además critican que en diferentes partes del documento “los académicos contradicen su propia conclusión sobre la integridad de los resultados”.

“El informe del análisis pericial reconoce que el trabajo realizado fue acotado, que fueron posibles las alteraciones manuales de los sistemas y bases de datos, que personas no identificadas podían efectuar cambios y no dejar rastros, que no existió supervisión, y que no se puede garantizar la integridad y autenticidad de la evidencia. A pesar de ello y con base únicamente en una simple comparación de las bases de datos, en el informe se afirma que no existió manipulación. Esta conclusión carece de sustento técnico científico y compromete el grado de profesionalismo de su dictamen pericial”, insistieron.

Las elecciones generales de 2019 fueron anuladas semanas después por las denuncias de fraude para beneficiar al expresidente Evo Morales, quien ante las protestas en todo el país renunció a su cargo. En noviembre de ese año, la OEA entregó un informe sobre el proceso electoral, en el que advirtió que hubo “manipulación dolosa” del resultado electoral. Conclusión que ratificó en este nuevo comunicado.

“Nunca se va a poder tener confianza en esta elección, por la manipulación, la cantidad de irregularidades, y por la destrucción de evidencia informática y material. Este, y los otros estudios a pedido, marcan el fracaso de aquellos que intentan de cualquier manera validar lo imposible. De las elecciones observadas por la OEA en la última década, la de octubre de 2019 en Bolivia es probablemente la peor de todas. Constituye una vergüenza hemisférica por el cúmulo de irregularidades y por la manipulación flagrante del proceso electoral. Intentar validar este conjunto de irregularidades y manipulaciones, a través de estudios extemporáneos, constituye una grave afrenta a la democracia en el hemisferio”, concluyen.


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