Las denuncias de Rosario Baptista, la toma del Órgano Electoral y el padrón inflado a pedido de Morales bajo la lupa
Aquí un resumen del editorial de Página Siete y los artículos de opinión de Juan del Granado y Humberto Vacaflor.
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Página Siete – La lenta pero segura toma del OEP
El tema en sí mismo es preocupante, sobre todo tras las denuncias de Rosario Baptista, vocal renunciante del Tribunal Supremo Electoral. Primero que el Órgano Electoral se encuentra secuestrado por el masismo, como ocurrió con el resto de los poderes del Estado. Segundo que los verdaderos resultados de la votación de 2020, esos que dieron la victoria al actual presidente Luis Arce, fueron ignorados por el TSE. “Las denuncias son alarmantes porque bien podrían calzar en la descripción del Tribunal Electoral que administró las elecciones de 2019”, afirma el editorial de Página Siete de este domingo.
El diario de La Paz muestra su extrañeza por el “sospechoso silencio respecto a las arremetidas del partido oficialista en contra del Órgano Electoral” y encuentra la explicación en la correlación de fuerzas que habría en esa entidad clave para la democracia del país: tres vocales masistas versus tres institucionalistas que podrían quedar en minoría cuando la Asamblea Legislativa, de mayoría masista, logre los anhelados dos tercios con parlamentarios tránsfugas de las oposiciones y elija en la séptima vocalía del Tribunal Supremo Electoral a alguien que responda políticamente al masismo.
Página Siete afirma que la salida de Baptista y el desempate en la Sala Plena del TSE es parte de un plan político del masismo que incluye el cambio ilegal que realizó Luis Arce de seis vocales departamentales elegidos por la Presidencia transitoria y la suspensión judicial de los vocales del Beni para que el TSE asuma el control del tribunal departamental. “Seguramente las denuncias de Baptista serán enterradas y lo más probable es que ella sea perseguida (…), pero lo que está en curso es más grave que eso: la lenta pero segura toma del árbitro electoral y, en eso, nadie puede negar que Baptista tiene la razón”, concluye el diario paceño.
Juan Del Granado – Rosario Baptista: un llamado al rescate del OEP
El destacado jurista y articulista de los diarios más importantes del país aporta un elemento importante relacionado con la “gravísima” denuncia de Rosario Baptista contra el gobierno del MAS y el propio Tribunal Supremo Electoral “ahora puesto en el banquillo”. En su último texto de opinión anuncia que “la gravedad de lo afirmado por Baptista seguramente será respaldado, en los próximos días y semanas, por datos, evidencias o al menos indicios que tenga en su poder la exvocal que fue parte integrante del TSE durante dos años”.
Juan Del Granado afirma que no se debería esperar los nuevos datos de Baptista para tomar iniciativas que, por ejemplo, apunten a “la formulación de un nuevo padrón electoral, lo que debería obligar al menos a promover de inmediato una auditoría externa e internacional del padrón, para constatar su integridad, corregir sus deficiencias o realizar un nuevo empadronamiento electoral sobre el cual no exista duda”, recogiendo la propuesta de Comunidad Ciudadana y calificando de adecuado el planteamiento del vocal Francisco Vargas de una actualización de la plataforma del registro biométrico boliviano.
“Si la base biométrica del registro electoral de la población votante está en duda, lo que está en tela de juicio es la soberanía popular”, sentencia Del Granado y propone la investigación de las denuncias de Baptista a través de una comisión congresal prevista en el artículo 158, inciso 19, de la Constitución, que incluyen que el Órgano Electoral se encuentra secuestrado por el masismo, lo que en criterio del jurista, deberá “concentrar la atención ciudadana y popular en el rescate (de ese órgano de Estado) porque, ya en su momento, un conocido autócrata afirmó que quien define una elección no es el que vota, sino el que contabiliza los sufragios”.
Humberto Vacaflor – El padrón que tenemos
Empecemos por el final del artículo de opinión del periodista y articulista de diarios tradicionales y digitales. Humberto Vacaflor rescata la afirmación de Fernando Bazúa, experto del Centro de Estudios sobre Problemas Públicos de México, en 2009, tras una “revisión muy minuciosa” al crecimiento del padrón boliviano en 2007. “De los 2.616.846 empadronados del 9 de septiembre, se pasó a los 5.088.924 del 22 de octubre: 2.472.078 empadronados más. Un crecimiento del 94% ¡en tan sólo 6 semanas!”.
Vacaflor explica, siempre sobre la base del estudio de Bazúa, que a “velocidad ultrasónica”, entre el 9 y 20 de septiembre de 2009 el total de empadronados pasó de 2.616.846 a 3.568.906 personas. “En sólo 11 días, el padrón creció en 1.043.378 registros”. A la misma velocidad, en tres semanas, al 12 de octubre de 2009, el total de empadronados pasó de 3.568.906 a 4.561.300 personas. El padrón creció en 992.394 nuevos registros.
Aún hay más. El estudio del experto mexicano, rescatado por Vacaflor, establece que en solo tres días, entre el 12 y 15 de octubre de 2009, el padrón creció en otros 268.638 registros, totalizando a esa fecha 4.829.938 empadronados. El pedido del expresidente Evo Morales del 7 de septiembre de 2009 de que el padrón electoral boliviano supere los cinco millones había sido cumplido por el Tribunal Supremo Electoral de ese entonces porque al 22 de octubre de ese año los registros llegaron a 5.088.924, un crecimiento del 94% en apenas seis semanas.
