Internacional

Mirada Sur XXIII: Bolsonaro, Castillo, maras, represión y Género X

La newsletter con todo lo que importa saber de lo que pasa entre el Río Grande y Tierra del Fuego en menos de 10 minutos.

Escucha la noticia

La pandemia de coronavirus que parece irse controlando en la región, los juegos olímpicos que hacen que en cada país nos volvamos expertos por 24 horas en remo, tiro con arco o lanzamiento de martillo, (según haya algún compatriota al que le esté yendo más o menos bien), y Pedro Castillo que finalmente asumió en Perú con un discurso donde dijo cosas como para dejar contentos o preocupados a todos. Pero esta semana arrancamos con un cambio radical de gabinete en Brasil, la imparable ola represiva en Nicaragua, el problema que enfrenta Bukele con las pandillas en El Salvador, y una decisión argentina que motivó polémica. Pero, antes de empezar, queremos agradecer a todos los que nos han enviado mensajes de apoyo, y de reclamo de más presencia de sus países en Mirada Sur. Y en especial al gran amigo Santiago Laserna, que nos escribió desde Bolivia diciendo que recomienda esta newsletter a todos sus conocidos. Haga como Santiago, y recomiende que cuanto más seamos, mejor. Pero mejor empecemos con las noticias.


1. Bolsonaro mira al centro

A veces en América Latina no se mira tanto lo que pasa en Brasil, lo cual es un error gravísimo. Los hechos políticos que ocurren en el gigante sudamericano, suelen tener influencia muy grande en lo que pasa en el resto del continente, y si no piense solo en el Caso Odebrecht. Y en lo que cada vez va pareciendo más el principio de una contienda electoral de gigantes para el año próximo entre Jair Bolsonaro y Lula da Silva, el actual mandatario pegó un golpe de timón importante: nombró como ministro de la Casa Civil (el más importante del gabinete) a Ciro Nogueira, senador del Partido Popular. ¿Por qué es importante esto? Porque es un gesto clave a lo que en Brasil se conoce como “centrao”, grupo de partidos con gran influencia en el Congreso, y que pueden ser el fiel de la balanza en una elección polarizada como la que se anticipa para el 2022.

Pero para entender mejor por qué hace esto Bolsonaro, o qué efectos puede tener esto a futuro, fuimos a buscar a Magno Karl, director del centro de estudios Livres, y un poco el corresponsal de Mirada Sur en Brasil.

Adaptabilidad. “Este es un paso significativo por dos razones principales: Nogueira es el presidente del Partido Progresista (el partido principal del “Centrão”); y el ministro de Casa Civil es el coordinador general del gobierno, responsable, entre otras cosas, del nombramiento de aliados políticos para posiciones valiosas. Es probable que el Partido Progresista (PP) sea el partido más conservador de Brasil, un país donde —es fácil de notar— los nombres de los partidos políticos tienen poca conexión con su ideología real. A pesar de todo eso, el PP ha tenido a Bolsonaro como uno de sus miembros  y ha apoyado a los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y Dilma Rousseff (2003-2015). Es el centro del “Centrão”, un bloque político formado mayoritariamente por partidos de derecha, conocido por su “adaptabilidad política”, es decir, su voluntad de servir a los gobiernos, cualquiera que sea su inclinación política, a cambio de acceso a influencia y dinero”.

¿Qué cambia con esto? “Es probable que este nombramiento le dé a Bolsonaro una mejor posición política en el Parlamento”, nos explica Magno. “Sin embargo, es sabido que el apoyo de Centrão no viene del corazón, sino del cerebro: si la economía del país no se recupera y la popularidad de Bolsonaro sigue cayendo, retirarán su apoyo. Una vez que Bolsonaro se convierta en un lastre, Centrão aprovechará otra oportunidad, como lo hizo con Dilma Rousseff y como lo ha estado haciendo desde la década de 1980”.

Pasando raya, es una apuesta arriesgada de Bolsonaro, que le da algo de estabilidad actual, pero puede ser una bomba de tiempo si la economía no se recupera fuerte antes del año próximo.

2. Otro candidato preso en Nicaragua

Daniel Ortega no quiere sorpresas. Por el contrario, busca que su perpetuidad en el poder no se vea amenazada y para ello está tomando todos los recaudos posibles. El sábado mandó detener a Noel Vidaurre, precandidato a la presidencia por Alianza Ciudadanos por la Libertad, agrupación opositora al gobierno. Es el séptimo potencial contendiente que encarcela en los últimos dos meses. Los cargos que le atribuyen son más o menos los mismos que a sus pares: traición a la patria. Según una ley aprobada en diciembre de 2020, ningún ciudadano considerado traidor a la patria podrá postularse a un cargo de elección popular. Una ley que parece tener como espíritu la búsqueda de proscribir a cualquier opositor que pretenda disputarle el poder a Ortega.

Además, en febrero, la Asamblea Nacional, controlada por el Frente Sandinista, modificó el Código Procesal Penal permitiendo la detención de una persona por entre 15 y 90 días mientras se la investiga por un presunto delito. Hasta entonces el plazo era de 48 horas.

Y tu esposa también. La persecución del gobierno se profundiza y ya no se conforma con los candidatos opositores. Ahora va por sus familias. El martes 27 la policía inició investigación a Berta Valle Otero y Victoria Cardenas, esposas de los candidatos detenidos Felix Maradriaga y Juan Sebastián Chamorro respectivamente. El argumento que da la Policía Nacional en un comunicado de prensa, se repite: las acusa de realizar actos de terrorismo y desestabilización, de lesionar los intereses supremos de la nación, y todos los cargos que se detallan en el artículo 1 de la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz.

Trasfondo. Hasta 2018 Daniel Ortega gozaba de un amplio apoyo ciudadano, sostenido por las medidas que era capaz de implementar con la plata que le daba el chavismo. Pero la realidad venezolana hoy apenas le permite subsistir, por lo que aquella generosidad con los gobiernos ideológicamente afines, se terminó. Además, Ortega se puso a gran parte de la ciudadanía en contra cuando ordenó disparar a miles de manifestantes que realizaban una protesta pacífica en Managua. Desde allí en adelante, su popularidad fue en picada y, al verse ante una inminente derrota electoral, lanzó una ola de represión.

Por qué es importante. Porque Nicaragua, junto con Cuba son dos históricas referencias de la izquierda latinoamericana que por estos meses tambalean ante la presión de sus pueblos, hartos de los abusos y de la falta de libertad. Los dos últimos bastiones de una forma de ver el mundo a punto de desmoronarse y con su caída enviar un mensaje contundente y definitivo.

3. Castillo asume sin ministros

En la edición anterior de Mirada Sur, nuestro contacto en Perú, José Ignacio Beteta, nos adelantaba que uno de los puntos fundamentales a tener en cuenta para proyectar el rumbo que ha de darle al país el nuevo gobierno, era el mensaje que el 28 de julio Pedro Castillo daría en su discurso de asunción. José Ignacio aseguraba que gran parte del partido se jugaría en ese discurso y que, si afirmaba su postura de Asamblea Constituyente, de revisión de los contratos con las empresas, o de buscar modificar las leyes de reelección, se enfrentaría duramente al Congreso.

El miércoles pasado finalmente se dio ese esperado discurso. Veamos que dejó.

Cambios moderados. Si bien Castillo había anunciado cambios radicales para su período de gobierno, su primer mensaje como Presidente de la República, fue de tono moderado. De entrada, descartó las estatizaciones que promovió en campaña y con las que tanto ruido había generado. También desestimó que vaya a desarrollar políticas de control de precios. Además, prometió respetar la propiedad privada, punto que preocupaba a muchos ya que el partido Perú Libre, que lo postuló a la presidencia, se define como marxista-leninista. En cambio aseguró querer una economía basada en el “orden y la predictibilidad, que son la base de la inversión”.

En cuanto al caballito de batalla que fue su propuesta de modificar la Constitución, el nuevo presidente se comprometió a respetar los canales constitucionales legales y a cumplir con presentar su proyecto de ley al Congreso. De esta manera, Castillo logra varias cosas. Por un lado, cumple con sus electores, pues presentará el proyecto tal como lo prometió pero luego será el Parlamento quien lo analice. Al mismo tiempo, abre distancia con el controvertido presidente de su partido, Vladimir Cerrón, quien entiende que al cambio se tiene que llegar “como sea”. En otro orden de cosas sostuvo que pretende declarar a la Educación en estado de emergencia. Sin embargo no especificó qué significa eso ni cómo lo va a encarar. También anunció que buscará implementar un sistema de salud universal y gratuito.

Anuncios polémicos. Dos anuncios promulgados ayer por el Presidente llamaron mucho la atención por su espíritu. El primero fue el de un servicio militar obligatorio para los jóvenes que no estudian ni trabajan. Y el otro fue el de la expulsión de los delincuentes extranjeros, a quienes les dio 72 horas para abandonar el país. Los que quedaron esperando unas palabras que nunca llegaron fueron las mujeres y las minorías LGTB. Castillo no mencionó a estos grupos sociales que en el Perú se encuentran muy rezagados.

Sin ministros. Otro de los aspectos más llamativos de esta asunción de Castillo es que lo hizo sin haber anunciado antes cómo se integrará su gabinete. Según explicaba el analista y director de Peru21 Augusto Alvarez Rodrich en una entrevista para el sitio chileno Ex-Ante, “esto refleja un problema de precariedad, una improvisación que ahonda la situación de debilidad del gobierno. El no tener gabinete lo pone en el plano de la inconstitucionalidad porque un Presidente de Perú no puede tomar ninguna decisión que sea refrendada por un ministro de Estado. O sea, es un Presidente paralizado”.

4. Bukele entre la espada y la pared

Las pandillas son uno de los grandes problemas de El Salvador, país que hasta no hace mucho, lideraba los rankings globales de crímenes violentos. Pero desde la llegada de Nayib Bukele al poder, estas cifras han caído en forma dramática. Se habla de un acuerdo entre gobierno y la dirigencia de las “maras”. Pero ahora se suma un nuevo ingrediente explosivo al asunto, ya que EE.UU. reclama la extradición de un cabecilla “marero”, lo cual podría generar una crisis explosiva en el país centroamericano.

El trasfondo. En un principio, cuando llegó el pedido de extradición del cabecilla de la Mara Salvatrucha (MS-13) Armando Eliú Melgar Díaz, más conocido como “Blue”, los trece magistrados de la Corte Suprema de El Salvador dieron su aval. Tras haberlo deportado en noviembre de 2016, la justicia de EE.UU. lo reclamaba para enfrentarlo a tres condenas a cadena perpetua por asesinato, financiamiento al terrorismo, narcoterrorismo y distribución drogas. El regreso de “Blue” a El Salvador favoreció su vínculo con la dirigencia de la MS-13 y acabó convirtiéndose en líder de la facción que opera en la Costa Este de los Estados Unidos. A fines de 2018 fue detenido por las autoridades locales y encarcelado a la espera de un juicio por integrar agrupaciones ilícitas. El FBI considera que desde la prisión ordenaba crímenes que se cometían en territorio estadounidense. Menos de un año más tarde, la Justicia salvadoreña lo absolvió de los cargos, lo cual habilitaría la extradición.

Sin embargo, durante la misma sesión del pleno de la Corta Suprema, los jueces  impuestos por el oficialismo solicitaron revocar la decisión de extraditarlo. El motivo, alegaron, es que “falta un análisis constitucional sobre la protección de los derechos de los pandilleros”. Esto ocurrió el 10 de junio. Desde entonces, la decisión está en suspenso.

Beneficios por paz. En setiembre del año pasado, el medio digital salvadoreño El Faro, informó que el presidente Nayib Bukele había negociado con la  Mara Salvatrucha 13 (MS-13) beneficios penitenciarios a cambio de paz en el país. Entre esos beneficios se mencionó la anulación de la decisión tomada por Bukele de juntar a miembros de pandillas contrarias en las mismas cárceles, incluso en las mismas celdas, cuando hasta entonces los tenían rigurosamente separados. También se habló de concesiones como flexibilizar el régimen de máxima seguridad, habilitar algún tipo de comercio intracarcelario o reemplazar a guardias particularmente agresivos.

El gobierno niega de forma contundente estas afirmaciones. Pero lo cierto es que los homicidios bajaron sensiblemente. Entre enero y mayo de 2019 se registraron 1.345 homicidios, cifra que en el mismo período de 2021 se redujo a 519. El Salvador es uno de los países más violentos del mundo, donde muere más gente asesinada que en accidentes de tránsito.

La investigación de El Faro aseguró también que, además de lo dicho, la pandilla se comprometió a darle su apoyo a Bukele en las próximas elecciones. Se estima que la MS-13 está compuesta por al menos 50 mil miembros activos.

La voz local. Para entender mejor el problema contactamos a la Lic. Pisc. Jeannette Aguiar, investigadora en violencia y seguridad.

“Los homicidios han bajado progresivamente desde 2018, pero a partir de la llegada del Gobierno en 2019, se produjo una reducción abruptamente atípica que parece responder a varios factores: un repliegue de las pandillas relacionado con un presunto pacto con el Gobierno actual, disminución significativa de enfrentamientos armados entre la policía y las pandillas, repliegue de otros actores criminales como grupos de exterminio, algunos de ellos conformados por policías, que hasta 2018 tuvieron una importante participación en asesinatos y amplia utilización de la práctica de desaparición de personas por parte de pandillas y otros grupos, para enmascarar los homicidios, mediante el enterramiento clandestino de los cuerpos.

La negativa de extraditar a Melgar Díaz se enmarca en la decisión del Gobierno de Bukele de no enfrentar a las pandillas, debido al acuerdo estratégico que mantienen con la MS, el Barrio 18 y sus facciones.

¿Cómo piensas que se va a resolver este asunto?

No se cómo se va a resolver finalmente, porque de ser enviados, la MS podría articular una contrarespuesta violenta y romper el acuerdo que se ha gestado principalmente con los líderes de la ranfla nacional. Entiendo que el Gobierno de Estados Unidos está ejerciendo presiones más fuertes que están poniendo al presidente Bukele contra la espada y la pared. Como quiera que sea, cualquier escenario posible va a tener repercusiones internas; el más problema es que ante una eventual ruptura del pacto, la violencia de las pandillas se desborde y recurran ahora más empoderadas por los espacios políticos que este Gobierno les han otorgado, a poner rodillas al país.

5. Alberto Fernández y el Género “X”

Argentina es un país con una lista de problemas interminable. Las últimas cifras dan cuenta de que un 45% de su población vive bajo la línea de pobreza, una de las cargas impositivas más altas del mundo, viene de tres años seguidos de recesión, y pese a haber tenido una de las cuarentenas forzosas más largas del mundo, ha tenido más de 100 mil muertos debido al coronavirus. A esto hay que sumarle un clima político y sindical tóxico, que ha hecho que muchas empresas y empresarios hayan dejado el país. Al punto que no pocos argentinos se preguntan sobre cual será el futuro del país, que hace un siglo estaba entre los 5 más ricos del mundo y hoy parece sumido en un espiral descendente.

En este contexto, esta semana el presidente Alberto Fernández organizó un gran evento público para anunciar la puesta en marcha del Documento Nacional de Identidad (DNI) para las personas no binarias, incorporando la nomenclatura “X” como opción a la hora de consignar el género. El objetivo de esta iniciativa sería garantizar el derecho a la identidad de género de las personas que no se autoperciben varones ni mujeres. El evento tuvo además un punto de humor, ya que una persona elegida para ser el primero/a en recibir este documento, subió al escenario con una camiseta de denuncia, reclamando que el hecho de que lo identificaran con una “X” era un insulto. Algo que no comprendió ni el Presidente ni el resto de los burócratas en la tarima, que aplaudían sin entender lo que sucedía.

La visión liberal. Más allá de estas anécdotas, y la intencionalidad de marketing que pudiera buscar esta medida, nos quedamos con una duda: ¿cuál sería el punto de vista liberal ante algo así? ¿Nos alegramos porque la gente pueda indentificarse como quiera? ¿Es una intromisión estatal innecesaria en la vida privada de la persona? Para responder estas preguntas, consultamos a José Benegas, abogado, ensayista, periodista, y amigo de la red Atlas.

“El estado tiene un interés discutible en identificar a las personas para cosas como ejercer el derecho a votar. Hasta ahora lo hacía, entre otras cosas, aludiendo al sexo, sin que se lo disputara en particular”, nos dice José. “El conocimiento del género y la visibilidad de las minorías lleva a muchas personas a sentirse agraviadas por esa alusión al sexo y es todo lo que importa. A los efectos perseguidos por el estado el género x es mejor para aquel objetivo identificatorio, podría también prescindir completamente de la referencia al sexo biológico o al género. Para las personas que reclaman es un alivio en muchos sentidos, así que creo que está muy bien que se haya incorporado esta modificación. Desde el punto de vista de una sociedad libre es un avance, el estado no está para molestar a los ciudadanos ni incomodarlos, menos por cuestiones que consideran que definen su personalidad”.

Comer o ser comido. José nos explica que “Tomas Szasz decía que en la selva el dilema era comer o ser comido y en la sociedad caníbal actual es definir o ser definido. La sociedad que resiste a la forma en que se definen las personas es eso, precisamente. Algunos objetan el hecho de que esto no sea una prioridad frente a los problemas que tiene la Argentina. La primera respuesta a esta objeción, que me parece bastante hipócrita porque pienso en realidad los que dicen esto es porque quieren que el estado defina por ellos a los que quieren repudiar, es que no hay nada que no se pueda resolver en paralelo, si no se resuelve no es porque salga esta ley. La segunda respuesta es que algo puede no ser importante para los que tienen esa queja y absolutamente vital para las personas a las que se les permite tener una identificación que las conforme”.

“Si uno no es un negro en una plantación del sur de Estados Unidos en 1860, la esclavitud podría no parecerle una prioridad, pero por cierto para los involucrados era el asunto más importante de su vida. El problema es que  los liberales en lugar de tomar este tema, hacerlo propio y reclamarle al gobierno que el mismo principio de autonomía individual lo aplique a todo lo demás, incluida la producción, la propiedad y los contratos en general, están desorientados tratando de aprender antropología, sin conseguirlo, atándose a dogmas”, concluye José Benegas.


Vamos a terminar por aquí. Si le gustó lo que leyó, le parece interesante o útil, lo puede recomendar a amigos y conocidos aquí Buen fin de semana, y nos vemos el viernes que viene. ¡Salud!

Martín Aguirre, Director El País, Uruguay, y Advisory Council member, Center for Latin America
Rodrigo Caballero, editor

Nota publicada originalmente en Mirada Sur


Cuentanos si te gustó la nota

50% LikesVS
50% Dislikes

Publicaciones relacionadas

Abrir chat
¿Quieres unirte al grupo de Whatsapp?
Hola 👋
Te invitamos a unirte a nuestro grupo de Whatsapp