¿Qué extrañas más Morales?
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¿Extrañas tener listo el helicóptero en la azotea de tu moderno edificio para emprender vuelo a donde tú quieras? ¿Extrañas viajar tres o cuatro veces al día en el FAB 001, claro, con el combustible pagado por los bolivianos? ¿Extrañas estirar las piernas en tu jet y hacer una siesta en los aires mientras volabas de un extremo a otro del país?
¿Extrañas que el jefe de la Casa Militar te dé el parte cuando llegabas al Palacio Quemado y luego a la Casa Grande del Pueblo? ¿Echas de menos hacer esos mini desfiles junto a un jefe militar cada vez que arribabas a algún lugar del territorio nacional? ¿Añoras que los soldados te reciban a viva voz con un “Buenos días, hermano Presidente”? ¿Extrañas la marcha presidencial?
¿Extrañas que un edecán militar o policial esté atento a cada uno de tus pedidos? ¿Echas de menos estar rodeado de corpulentos hombres de traje y gafas, con auriculares especiales, hablando en clave para cerciorarse de tu seguridad? ¿Rememoras cuando alguien de tu equipo de seguridad apresuradamente amarró los huatos de tu zapato al ver una seña tuya antes de ingresar a un coliseo?
¿Extrañas jugar fútbol (reglamentario o de salón) al menos dos veces por semana en la inauguración de una cancha o un coliseo que lleva tu nombre? ¿Recuerdas que tus partidos eran transmitidos por Bolivia Tv con relator incluido? ¿Recuerdas el rodillazo que le propinaste al jugador de la Alcaldía de La Paz en un partido “amistoso” estrenando el nuevo césped sintético de la cancha Zapata?
¿Extrañas viajar por el mundo en avión propio y llegar a los mejores hoteles reclamándote revolucionario? ¿Echas de menos encontrarte en cumbres presidenciales con los otros miembros del exclusivo club de mandatarios del socialismo del siglo 21? ¿Te acuerdas ser recibido con honores por presidentes de potencias mundiales en sus majestuosos palacios?
¿Extrañas las comilonas madrugadoras que disfrutabas en la residencia presidencial de San Jorge cuando empezabas tu jornada con una reunión de varias personas? ¿Recuerdas haberte dado el gusto de instruir que lo que come el Presidente debe comer hasta el último centinela de Palacio? ¿Echas de menos los wiskis etiqueta azul con música al vivo interpretada por tus famosos amigos cochabambinos?
¿Extrañas haber puesto como regla que las concentraciones a las que asistías no podían ser con menos de mil personas? ¿Añoras bromear frente a las multitudes con alguna característica física del vicepresidente, de tus ministros, gobernadores o alcaldes? ¿Extrañas elegir desde el palco a alguna muchacha que te observaba con admiración en los actos de masas?
¿Extrañas reunirte con tu gente de absoluta confianza para planificar cómo te quedarías en el poder? ¿Vuelve a tu memoria las reuniones en las que se decidió la intervención policial en el hotel Las Américas, la represión en Chaparina, el enfrentamiento en Porvenir, la arremetida en Panduro o los operativos para meter miedo en los Yungas de La Paz?
¿Extrañas saber las cosas antes que el resto como la sentencia del Tribunal Constitucional que avalaba tu repostulación pese a haber perdido en el referéndum del 21-F? ¿Sientes no tener en tus manos la suerte o el destino de aquellos que se sometían a ti o de los que eran rebeldes? ¿Recuerdas los detalles de cómo se organizó cambiar los resultados de las elecciones de 2019?
¿Extrañas no ser candidato después de haberlo sido durante 31 años, empezando en 1989 con Izquierda Unida? ¿Extrañas al menos que te digan honorable siendo parlamentario? ¿Extrañas no haber podido ser candidato a nada desde que renunciaste el 10 de noviembre de 2019? ¿Anhelas volver a la silla presidencial a como dé lugar? ¿Extrañas el poder absoluto? ¿Qué extrañas más Evo Morales?
