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El gobierno de Luis Arce decidió que el país reciba menos de la mitad de las 5,2 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V contratadas al Fondo Ruso de Inversiones en diciembre del año pasado debido a los constantes incumplimientos en la provisión de primeras y segundas dosis, aunque no se conoce el monto que dejará de pagar a Rusia por la cláusula de confidencialidad de ese contrato,
De las 5,2 millones de dosis rusas que deberían llegar hasta septiembre, el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, sostuvo que solo se recibirán 2.470.000 de inoculantes, 1.235.000 de primeras dosis y una cantidad similar de segundos componentes. Por tanto, el gobierno renuncia a 2.730.000 dosis producidas por el laboratorio Gamaleya de Rusia.
La informalidad rusa que ha sido justificada por el gobierno boliviano provocó incertidumbre, molestia y movilizaciones de quienes recibieron las primeras dosis entre abril y mayo de este año y están completando sus esquemas de inmunización recién en estas dos últimas semanas.
Blanco, explicó a la ANF que ya no será necesario adquirir más vacunas del laboratorio ruso Gamaleya porque existen inoculantes de otras empresas que llegarán al país en las próximas semanas.
“Nos deberían haber llegado 1,7 millones en marzo pero a partir de los problemas que se han registrado no se ha podido cumplir con lo establecido”, afirmó la autoridad.
En diciembre del 2020, el presidente Luis Arce, el entonces ministro de Salud, Édgar Pozo y el director Ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kiril Dmitriev, suscribieron un contrato para la compra de 5,2 millones de vacunas Sputnik V. El primer lote de 1,7 millones del inmunizador debió llegar en marzo, pero debido a la gran demanda del fármaco hasta la fecha no se completó esa cantidad.
