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Mirada Sur LXXXIV: Sorepresa en Brasil, Blinken, “narcosobrinos” y Ricardo Darín

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  1. Sorpresa electoral en Brasil

A esta altura, a menos que usted haya vivido en una burbuja esta semana, ya estará al tanto de lo ocurrido en Brasil, con las elecciones del pasado domingo. El actual presidente, Jair Bolsonaro, sorprendió a analistas, expertos y público en general, no sólo al forzar una segunda vuelta electoral contra el izquierdista Lula da Silva, sino al quedar apenas a 5 puntos de cara al balotaje del 30 de octubre. La mayoría de las encuestas y predicciones anticipaban ventajas de hasta 15 puntos para Lula, y una más que probable victoria en primera vuelta, que nunca se concretó. El resultado generó un fuerte impacto en toda América Latina, donde estas elecciones se siguieron con enorme atención, y donde buena parte de los dirigentes “de izquierda” regional, desde el argentino Alberto Fernández al colombiano Gustavo Petro, habían expresando un apoyo explícito por Lula.

Momento. El resultado significó un balde de agua fría para los militantes del Partido de los Trabajadores, que tenían todo pronto para un festejo anticipado esta semana, así como un empujón anímico importante para los “bolsonaristas”, que confían que con un mes más de campaña, el impacto de la mejora económica en curso, y las generosas medidas de apoyo social impulsadas por el presidente en los últimos meses, puedan dar vuelta el resultado. Las encuestas están anticipando una victoria de Lula en este balotaje, pero es tal el descrédito que han ganado estos estudios tras los errores enormes al anticipar la votación en primera vuelta, que nadie se anima a anticipar nada.

En esta semana, la candidatura de Lula da Silva recibió el apoyo formal de los dos candidatos que llegaron terceros y cuartos en la elección, Simone Tebet y Ciro Gomes, pero los analistas no creen que eso cambie mucho la ecuación. Por otro lado, Bolsonaro ha recibido también el apoyo de influyentes gobernadores como el de San Pablo y el de Minas Gerais, dos de los estados más poblados del país. Un detalle importante fue que los temores a que Bolsonaro no reconociera el resultado electoral, o atacara el sistema de votación electrónica, azuzados por muchos medios internacionales, no sólo no se concretó, sino que ya no parece que vaya a tener impacto en la segunda vuelta.

La voz local. Consultado sobre su opinión ante estos resultados, el amigo Magno Karl del centro de estudios Livres nos explicaba que los comicios marcaron una polarización radical del electorado, llevando a que cualquiera que no estuviera claramente alineado con Lula o con Bolsonaro, sufriera severos revolcones en las urnas. Entre ellos, varios candidatos cercanos a las ideas de la libertad que se postulaban al Congreso de manera independiente. Vale señalar que el nuevo Congreso muestra un fuerte giro a “la derecha”, con el partido de Bolsonaro subiendo de 77 a 99 escaños en la cámara baja de 513 miembros, con lo cual los partidos aliados con Bolsonaro ahora controlan la mitad de la cámara. En el Senado, el partido de Bolsonaro ganó 13 de los 27 escaños en juego, con otros dos posibles en la segunda ronda de desempate. Otro aspecto a destacar, el ex ministro de Salud de Bolsonaro, el general Eduardo Pazuello, muy criticado por su rol en el combate a la pandemia, fue el diputado más votado en Rio de Janeiro. Y el ex juez Sergio Moro, quien llevó a Lula da Silva a la cárcel por corrupción, fue elegido senador.

2. Los errores del ojo externo 

Si usted es lector habitual de Mirada Sur sabrá que una de nuestras obsesiones es la frivolidad y los prejuicios que suelen dominar los análisis externos de la realidad política del continente. Algo que es causa o consecuencia (usted decida) del alejamiento de la realidad que muestran a veces nuestros propios estamentos académicos y periodísticos. Así como ocurrió hace poco con el plebiscito constitucional en Chile, pasó ahora en Brasil.

Medio ambiente. Uno de los aspectos más destacados en este sentido ha sido la critica implacable de actores mediáticos y políticos del primer mundo al enfoque que ha dado Bolsonaro a las políticas ambientales y protección de la selva amazónica. No sólo hubo una catarata de actores de Hollywood y músicos de moda que llamaron explícitamente a votar por Lula da Silva por este motivo, sino que la propia Unión Europea congeló la aprobación de un tratado de libre comercio con el Mercosur, debido a discrepancias con el enfoque ambiental de Bolsonaro. Un detalle revelador es que en varios de los estados amazónicos de Brasil, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Roraima, Rondonia, Acre, así como en gran cantidad de municipios del estado de Pará, y hasta en la ciudad de Manaos, considerada la capital de toda la Amazonia, Bolsonaro ganó con holgura.

Educación. Otro aspecto central de la cobertura de estas elecciones, y del debate general que produce en todo el mundo la figura del presidente Bolsonaro, tiene que ver con la educación. Según una mirada muy extendida, Bolsonaro sería el candidato de los sectores más retrógrados en lo cultural, del “lobby” evangélico, del sector rural, y de los amantes de las armas. Y nadie con un mínimo de cultura y formación podría apoyarlo. Por el contrario, casi todas las figuras de peso de la cultura de Brasil han hecho campaña expresa por Lula da Silva, mientras que Bolsonaro sólo podía exhibir el apoyo de deportistas como Neymar o el ex basquetbolista de la NBA, Nené. Sin embargo, al analizar el resultado electoral estado por estado, son los estados más progresistas, prósperos, y con mejores índices educativos donde Bolsonaro votó mejor. San Pablo, Rio de Janeiro, Paraná, Santa Catarina o Rio Grande del Sur fueron feudos electorales clave para el actual presidente, mientras que Lula logró casi toda su diferencia electoral en Bahía, uno de los estados más atrasados, y con mayores índices de pobreza y analfabetismo.

Religión. Un tercer tema que ha dominado esta campaña ha sido el religioso, en un país como Brasil donde los sectores evangélicos tienen enorme peso electoral. Durante la primera vuelta, Lula da Silva desoyó a varios asesores que lo instaron a mostrarse más cercano a esta sensibilidad religiosa, algo que el candidato del PT no atendió. De cara a esta segunda vuelta eso parece haber cambiado de forma drástica, e incluso el ex presidente emitió un comunicado oficial asegurando creer en Dios, y que no sólo no tiene un pacto con el diablo, sino que nunca conversó con él. Sí, ¡así como lo escucha!

3. Blinken de gira por América Latina 

En medio del viraje hacia la izquierda que viene tomando América Latina, situación que preocupa a Washington, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, realizó esta semana una gira por la región. Este lunes, Blinken llegó a Colombia para reunirse con Gustavo Petro, luego voló a Santiago de Chile para un encuentro con Gabriel Boric y el miércoles concluyó su periplo en Perú, donde se entrevistó con Pedro Castillo y más tarde participó de la Asamblea General de la OEA.

El objetivo del viaje era demostrar el interés que Estados Unidos tiene por los países de la región en un momento en donde el avance de China es notorio, no sólo en las relaciones diplomáticas, sino también en lo que refiere a inversión. Si bien Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, Perú y Chile tienen en ese lugar al gigante asiático. Además, China es hoy el principal inversor en América Latina.

Drogas. El jefe de la diplomacia estadounidense se reunió en Bogotá con Gustavo Petro, a quien Washington mira con desconfianza por su pasado como miembro del movimiento guerrillero M-19. Pero como el viaje era para acortar distancias, Blinken coincidió con el mandatario colombiano en la postura de Petro sobre la necesidad un nuevo enfoque global, a nivel de Naciones Unidas, para combatir la droga. También destacó el compromiso entre los dos países de llevar a cabo el Tratado de Paz.

Las diferencias no pudieron ocultarse cuando la agenda los llevó a tratar el rol de Cuba en el escenario internacional. Petro criticó a Estados Unidos por mantener a la isla en la lista de los países promotores del terrorismo, y definió esa medida como una injusticia que debe ser corregida. Venezuela también formó parte del diálogo. Estados Unidos le hizo saber a Petro que espera que él pueda intermediar para que Maduro retome las negociaciones con la oposición venezolana.

Inversiones. En La Casa de la Moneda, en Santiago, Blinken se refirió a Chile como un importante aliado estratégico de Washington. Se habló de las posibilidades de que Estados Unidos aumente las inversiones en Chile, y de ampliar las relaciones comerciales entre ambos países. También aquí se le preguntó a Blinken por Cuba. El secretario dijo: “tenemos que hacer que el gobierno cubano rinda cuentas al igual que lo haríamos con cualquier otro gobierno que le niegue a su pueblo sus derechos”.

Perú. La última etapa de la gira de Anthony Blinken fue en Perú, donde fue recibido por Pedro Castillo en el Palacio de Gobierno. Se trató el problema de la migración, para cuyo combate el gobierno de los Estados Unidos ha suministrado más de 1500 millones de dólares para ayuda humanitaria, la mayor parte para asistir a los venezolanos que han llegado huyendo de la crisis que golpea a su país. Fertilizantes, salud pública, energía limpia y la transformación digital fueron otros de los temas que se abordaron en la reunión.

4. Liberan a “narcosobrinos” de Maduro 

Este domingo se vivió en Caracas una fiesta familiar muy esperada. Con gran alegría, Nicolás Maduro celebró la liberación de sus sobrinos, presos en EE.UU. por tráfico de drogas desde 2015. La felicidad del dictador venezolano fue tal que, además del festejo, decidió volver a adelantar la Navidad. “Demos gracias a dios por haber nacido en el país más hermoso del mundo. ¡Felicidad a todos y todas!” expresó de manera inclusiva.

Efraín Campo Flores y Franqui Flores De Freitas, ambos sobrinos de la primera dama Cilia Flores, se encontraban recluidos en una cárcel estadounidense desde 2015, tras ser capturados in fraganti por efectivos de la DEA en Haití, portando grandes cantidades de cocaína para comercializar. El sábado fueron puestos en libertad como resultado de un canje que el gobierno venezolano acordó con su par del norte. A cambio de los sobrinos, Venezuela entregó a Washington a 5 ex gerentes de la petrolera Citgo (principal filial de PDVSA en EE.UU.), capturados 5 años atrás en Caracas. También a Matthew Heath, detenido desde el 2020 en el marco de la operación Gedeón, y a Osman Khan, capturado en enero por ingresar a Venezuela de manera clandestina a través de la frontera con Colombia. Todos  considerados rehenes del régimen bolivariano y el motivo de su detención una supuesta participación de estos en una operación para invadir Venezuela.

Trasfondo. Los sobrinos de la “primera combatiente revolucionaria”, Cilia Flores, fueron capturados en Haití y enviados a Nueva York mediante una extradición express. El hecho fue definido por la propaganda chavista como una represalia del Imperio contra Maduro, sin embargo un tribunal norteamericano condenó a los narcosobrinos a 18 años de prisión por conspirar para traficar con 800 kilos de cocaína.

La voz local. Para entender los pormenores de esta operación de intercambio, volamos hasta Caracas para conversar con el sociólogo y analista Trino Máquez y le hicimos la siguiente pregunta:

– ¿Esto significa un acercamiento entre los gobiernos de Joe Biden y Nicolás Maduro?

– Yo no lo interpreto como un acercamiento por tres razones. Una es que el intercambio de presos es una práctica común entre gobiernos. Se produjo entre EE.UU. y Cuba, entre EE.UU. y Corea del Norte, y entre EE.UU. y la ex Unión Soviética. Uno de los primeros deberes que tiene un gobierno es defender a sus ciudadanos en donde se encuentren. Sobre todos si se encuentran presos en condiciones muy crueles e inhumanas como es el caso de los gerentes de Citgo, detenidos de manera injustificada y arbitraria. En segundo lugar el gobierno de Biden no levantó las sanciones contra el gobierno de Maduro e incluso hay amenazas de que aumenten si no se produce un acercamiento con la oposición venezolana. Por otra parte Washington no ha reconocido como legítimo al gobierno de Maduro ni tampoco ha desconocido al gobierno interino de Juan Guaidó. Por último, el gobierno de Biden está presionando continuamente al de Maduro para que retorne a la mesa de negociaciones en México y acuerde unas elecciones libres, transparentes y justas. Por lo tanto no hay ningún acercamiento real entre Maduro y Biden. Por supuesto que estamos en un contexto sociopolítico mundial en el que a EE.UU. le interesa quitarle aliados a Putin y también que el petróleo venezolano se eleve. Pero es parte de ese ajedrez político complicado que ocurre en un mundo tan complejo y convulsionado como el que tenemos ahora. Pero, más allá de eso, descarto que haya un acercamiento estrecho entre el gobierno de Biden y el de Maduro.

5. Un pasado que no se va

“Los años de plomo”. Así se llamó en buena parte de América Latina al período de los años 70 y 80 en el que el conflicto entre las guerrilas insurreccionales de izquierda primero, y las dictaduras militares luego, desangró  a muchos países de la región. Y que ha marcado no sólo a la política de los 40 años posteriores, sino también la cultura de esta parte del mundo. En un paralelismo con lo que pasó en Estados Unidos con la Guerra de Vietnam, que hasta no hace mucho no había año en que no aparecieran varias películas y libros sobre ese conflicto. Toda esta introducción viene a cuento de la película que está haciendo olas en varios países latinoamericanos, “Argentina, 1985”, y que al parecer será la representante de ese país en los próximos premios Oscar.

La trama aborda los entretelones del juicio que tuvo lugar en Argentina tras el regreso de la democracia, contra la cúpula militar, acusada de masivas violaciones a los derechos humanos. Según los críticos y público en general, se trata de un filme intenso, muy bien realizado, y con un protagonista como Ricardo Darín, que es una de los actores más reconocidos y apreciados de todo el continente. El juicio en si mismo, una especie de Nuremberg austral, brinda todos los elementos para un jugoso lucimiento cinematográfico. Personajes conflictivos, ambientes cargados, un trasfondo histórico que no deja a nadie indiferente. El video real del alegato final del fiscal Strassera, con esa escenografía, esos rostros adustos, las citas a Dante, parece ya de por sí una película.

Trasfondo. Pero al ver el revuelo causado por la película, y sobre todo la utilización política de algunos grupos al volver a poner sobre la mesa este período histórico que polariza tanto a las sociedades latinoamericanas, algunos comentaristas señalaron cierta irritación. Es como que 40 años después, todas las cosas horribles que pasaron en esos tiempos siguen marcando la agenda actual. Y de alguna forma impidiendo cerrar heridas que llevan demasiados años supurando. De hecho, lo ocurrido luego en Argentina, con gobiernos que dependiendo de su necesidad política  indultaron, y volvieron a llevar a la cárcel a los represores de los 70 tantas veces que resulta difícil seguir la situación, es evidencia de cómo esto se ha manipulado. Tanto como las cifras de desaparecidos o las culpas de la tragedia. Un detalle interesante, Las dos películas argentinas que ganaron Oscars, “La historia oficial” y “El secreto de sus ojos” están centradas en esos tiempos.

La voz local. Para tener una mirada local sobre la película, pero más bien sobre el impacto político y cultural de la misma, consultamos a Marcos Falcone, de la Fundación Libertad. Marcos nos decía que “La película me gustó mucho. Me da pena que se la intente usar políticamente, porque en verdad no habla de nada que haya ocurrido en los últimos 30 años. Está centrada exclusivamente entre 1984 y 1985, y arranca cuando el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas se niega a juzgar a su cúpula, entonces la Cámara de Apelaciones asume el proceso. Y explica muy bien el tema, está muy bien actuada, y entiendo que se ajusta muy bien a los hechos verídicos. Es muy emotiva, sin faltar a la verdad. No hay nada que me haga decir que tiene alguna intención política actual. Hay quien dice que el ex presidente Alfonsín debió aparecer más, pues fue el que más impulsó el juicio, otros dicen que no se explicita suficiente el rol de parte del peronismo por haber estado del lado de los militares, pero son cosas que tienen que ver con el contexto político de la época. Yo la recomendaría”. Si el amable lector tiene otro punto de vista, no dude en hacérnoslo llegar.

6. Los 5 gráficos destacados de la semana en América Latina

Nota publicada originalmente en Mirada Sur

Martín Aguirre, Director El País, Uruguay, y Advisory Council member, Center for Latin America
Rodrigo Caballero, editor

*La opinión expresada en este artículo es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la posición oficial de Publico.bo


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